«En la primera fase del desmantelamiento de la central nuclear, que durará en torno a tres años, se generarán aproximadamente unas 5.500 toneladas de materiales. De esta cantidad, y de forma aproximada, 2.000 toneladas serán residuos radiactivos: 1.750 toneladas de residuos de muy baja actividad y 250 de residuos de baja y media actividad. Es decir, la gran mayoría son residuos de muy baja actividad», han confirmado fuentes de Enresa a ABC.
El traslado de estos residuos -el almacén de Hornachuelos sólo puede albergar media, baja o muy baja actividad), se hará por carretera y con especiales medidas de seguridad, tal y como mandan los protocolos y normas de estas instalaciones. El mismo dará comienzo a finales de 2024, según las fuentes consultadas por ABC.
Cierre de centrales en 2035
Hay que recordar que El Cabril afrontará a partir de 2025 la mayor ampliación prevista a lo largo de sus treinta años de historia en su actual configuración de centro de recepción de residuos de media, baja y muy baja actividad. Su sentido pivota, prceisamente, sobre el desmantelamiento de las nucleares que hay en España. En estos momentos se ultima los permisos pertinentes.
Se construirán 27 nuevas celdas (una primera fase de 12 y una segunda de 15) que tienen que estar operativas en 2028 para la recepción de residuos de media y baja actividad procedentes, particularmente, del proceso de desmantelamiento de las centrales nucleares.
Enresa tiene un protocolo activo con el Gobierno para el cierre progresivo de estas centrales que debe estar concluido en 2035 con el objetivo de que, en esa fecha, el mix energético haya cambiado en favor de las formas renovables de producción energética.
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