patrimonio
El Ayuntamiento inicia las obras para hacer visitable el interior del Templo Romano de Córdoba
El Consistorio emprende el proyecto gafado que se ha resistido a una ejecución que debe estar concluida en los próximos ocho meses
Así serán las nuevas visitas a los mausoleos romanos
Córdoba
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba ha iniciado en esto días el que, presuntamente, es el intento definitivo para convertir el Templo Romano que se pueda visitar desde su interior y no exclusivamente contemplar desde las calles Capitulares o Claudio Marcelo. ... El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha presentado la actuación este viernes junto al equipo técnico que ha diseñado el proyecto y el que lo tiene que sacar adelante con las empresa ICC.
La actuación del Templo Romano costará unos 697.000 euros y debe estar concluida en ocho meses, un periodo de tiempo que siempre hay que poner en cuestión en obras de esta naturaleza. La finalidad, explicaron sus responsables (las arquitectas Carmen Chacón y Rosa Lara junto al arqueólogo Juan Murillo), es la de tocar lo menos posible, que todo lo que se hace tenga una razón y permitir un mejor conocimiento.
El Templo Romano que hoy se conoce es la reconstrucción (falso histórico o anastilosis) que realizó Félix Hernández en los cincuenta del pasado siglo con el impulso de Antonio Cruz Conde usando restos arqueológicos reales y piezas similadas. Eso ya no es posible porque la legislación patrimonial obliga a diferenciar las partes nuevas e históricas de un edificio restaurado dando lugar a verdaderos dramas estéticos.
La obra del Templo Romano tiene su parte más visible en el acceso a la pronaos, la plataforma que sustentaba la columnata de un edificio donde se rendía culto a uno o varios césares. El principal sospechoso es Claudio, conocido por los libros del erudito Robert Graves y por la serie protagonizada por Derek Jacobi. Esa caja permitirá entrar al templo como lo haría un colono cordobés de la época. Se hará mediante una nueva escalinata que se realizará en el mismo lugar donde tuvo que estar la original.
El Ayuntamiento de Córdoba tendrá que pagar por la obra fallida del convento de Regina
Rafael RuizUna sentencia culpa al Consistorio de que no se realizase el proyecto en 2018 exculpando a la empresa contratista de toda responsabilidad
El templo no será directamente accesible desde la calle como una continuidad de la vía pública. Se ha previsto que se realice de forma controlada bien desde un centro de interpretación que se construirá en el edificio municipal de Capitulares, bien desde la entrada que se realizó junto a la actual taberna El Gallo y la antigua sede del Colegio de Médicos en María Cristina.
La visita tendrá, pues, dos escalas. Las personas sin dificultades de movilidad podrán acceder por la nueva pasarela pegada a la sede municipal, bajar a los restos arqueológicos de la antigua cimentación, conocer la simulación de la explanada que se realizará sobre las antérides (la zona más cercana a Capitulares y el Huerto de Orive) del templo y subir hasta la misma base de las columnas de la pronaos. Las personas en silla de ruedas tendrán más limitado el acceso porque no ha sido posible colocar ascensores o ayudas tecnológicas.
El proyecto del Templo Romano pretende volver a darle vida al yacimiento arqueológico pero simulando el funcionamiento urbano. Estuvo rodeado por una plaza porticada con forma de U. La plaza tenía soportales en los lados Sur (la acera de Zafra Polo), Oeste (dirección Tendillas) y Norte (en la actual Alfonso XIII, más o menos). La parte oriental estaba abierta hacia lo que hoy es Orive y entonces era un circo, dedicado a carreras de cuádrigas y caballos como las de las películas de romanos. Junto a lo que hoy es Capitulares había tres altares. Se conoce la ubicación de dos que se van a marcar en el pavimento.
El Templo Romano se inicia, al fin, con un proyecto que pretende marcar con detalles constructivos lo que es una guía visual del monumento. Un ejemplo es el podium central que se ha elaborado en dos tipos de materiales. Uno, en la zona baja, es menos fino que el superior. La división de ambas zonas pretende indicar la cota del terreno.
«En Urbanismo le llamamos el Templo Maldito», dijo el arqueólogo municipal en la presentación de una iniciativa que tiene gafe. «Buen nombre», remató el alcalde. El Ayuntamiento intentó iniciar la obra con dinero autonómico pero la empresa adjudicataria se marchó nada más comenzar. Desde entonces se inició un periplo larguísimo. Urbanismo tuvo que renunciar a algunas de las primeras ideas como reconstruir parte del peristilo del templo colocando una pieza que se conserva de la cornisa. Las columnas de Hernández se mostraron incapaces de sostener la carga en los ensayos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete