«Ya se atiende en 48 horas a los ciudadanos en los centros de salud de Andalucía»

—Tras el Covid, la viruela del mono, la listeriosis, el virus del Nilo... ¿No le tentó decir que no al cargo?

—Si el presidente cree que puede depositar en mí esa confianza, pues no le puedo decir que no. Lo que no me esperaba era la palabra Salud.

—¿Qué consejería esperaba?

—Políticas Sociales, Medio Ambiente o Agricultura, que también me gusta mucho. Una persona que ha sido doce años alcaldesa de su pueblo sabe de casi todo.

—¿Qué va a pasar con los 12.000 sanitarios que se contrataron para el Covid como refuerzo y cuyos contratos acaban en diciembre? ¿Se les va a renovar o no?

—Bueno...

—Eso no suena a sí.

—No sabemos, hay un compromiso del Gobierno, pero también es verdad que encima de la mesa tenemos la situación económica. EE.UU. ya está en recesión. En España y la Unión Europea no saben decirnos qué va a pasar. Si el escenario fuera una recesión esto sería muy complicado para todos.

—Si se confirman los malos augurios económicos, ¿no se van a poder renovar a los 12.000 contratos Covid?

—No lo voy a decir así. Porque, aunque se confirmaran los resultados económicos, intentaríamos por todos los medios que el recorte en capital humano fuera la última decisión. Hay muchas cosas que se pueden hacer y esa sería la última decisión.

—¿Sería el último recorte?

—El último. Y, a lo mejor, no serían 12.000 los que irían a la calle. A lo mejor serían 5.000 o 3.000.

—Al final de la pasada legislatura firmaron un paquete de mejoras para los sanitarios. ¿Qué le piden los sindicatos para este nuevo periodo?

—Lo más importante que nos piden es poner en marcha la carrera profesional. Agradecen que cumpliéramos con un compromiso que es de 2008. Era ineludible afrontarla como la continuidad asistencial y la subida salarial de las enfermeras, que pasan de los últimos puestos a las terceras mejor pagadas de España.

—¿Van a seguir ese camino?

—Sí, porque hay categorías que no tienen la equiparación salarial con la media de España. Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), celadores... Queremos alcanzar la equiparación para todas las categorías profesionales que trabajan en la sanidad andaluza. Pero no sabemos en cuánto tiempo, ojo.

—Sobre los puestos de difícil cobertura, ¿sigue habiendo problemas para llevar sanitarios a ciertas zonas?

—Sí, hay que avanzar porque nos cuesta captar personal. Intentamos que los MIR pasen por centros más pequeños y, cuando conocen esa realidad, les gusta. Se les ofrecen muchas cosas: avanzan en la carrera profesional más rápido y eso supone dinero; se les hace interinidad directamente; y se está trabajando en nuevas medidas que vamos a poner encima de la mesa, muy potentes.

—¿Dónde hay más problemas?

—En Huelva, Jaén, Almería, sierra de Cádiz, Sevilla...

—El compromiso del Gobierno andaluz es que en 48 horas un ciudadano sea atendido por el médico en la Atención Primaria, ¿ahora cómo estamos?

—Que le atienda el médico no, que le atiendan.

—¿Qué le cojan el teléfono basta?

—No, me refiero a que una persona cuando va al centro de salud cree que le debe atender el médico y no es así. Para eso está la consulta de acogida.

—¿Mantendrá la consulta de acogida?

—Se mantiene y la vamos a potenciar avanzando en competencias y protocolos. En el 52 por ciento de los casos se le ha resuelto el problema. El resto se le deriva a su médico, urgencias o su casa porque su problema puede esperar. Ya hay asistencia en 48 horas porque una persona que llega al centro de salud es atendido.

—¿Cuál es el reto más importante de la Atención Primaria andaluza?

—Su capacidad de resolución: que los médicos tengan la tecnología y los medios para ser resolutiva. Si en el centro de salud no tienes ecógrafo o una ecografía, una analítica... Pues la única opción es derivar a la persona al hospital. Queremos poner un centro de telemedicina de todas las especialidades en cada provincia.

—¿Como un call center de médicos especialistas?

—Sí, el médico de familia puede llamar y solucionar dudas, consultar y poner un tratamiento. Si el paciente tiene unas manchas en la piel, el facultativo puede mandar fotos y el dermatólogo, desde el centro de asistencia le dirá qué tratamiento es mejor, si debe derivarlo al hospital o mandarlo a casa.

—¿Y eso no le resta atención al paciente, que no ve al especialista?

—No, porque el especialista en teoría lo esta viendo, está viendo las pruebas que le han hecho. Es como si fuera una consulta. El médico de familia muchas veces no toma una decisión porque tiene una duda. Ahora tiene el apoyo para que el tratamiento sea el correcto.

—¿Pero seguirá habiendo médicos especialistas?

—Sí, el hospital seguirá como está. Esto es un complemento, un enlace entre el hospital y la Atención Primaria. Cuando tengas problema con un crónico, por ejemplo, vas a poder contactar con su especialista, que es el que le lleva y no lo tienes que derivar.

—Sobre las infraestructuras, Sevilla y Málaga tienen ya su tercer hospital pero, ¿qué pasa con el resto de las provincias? ¿Están más olvidadas?

—Después de invertir 1.040 millones en estos años nadie está olvidado. Se ha hecho un cambio radical en todas las provincias. En Jaén, por ejemplo, los hospitales de Úbeda o de Linares no los conoce nadie cuando entran en ellos por las reformas. Y en los centros de salud. En Huelva, en Sevilla, el hospital de Cádiz, la ciudad sanitaria de Jaén, el materno infantil de Huelva... Todo eso está ya en marcha.

—Ha sido tres años y medio viceconsejera de Salud, ¿qué es lo que hicieron mejor en la pasada legislatura?

—Primero reconocer el trabajo de mi consejero, Jesús Aguirre. Y podemos estar orgullosos del comportamiento de los profesionales sanitarios: han llegado a trabajar fuera del turno, arriesgando su vida, no jubilándose...

—Le honra que se acuerde de los profesionales pero, ¿de qué se siente usted orgullosa en su gestión?

—Fuimos pioneros en la atención de mayores. Mes y medio antes del primer estado de alarma ya estábamos interviniendo en las residencias de mayores. También fue un gran logro la transformación de hospitales. Aquí ha habido capillas convertidas en UCI. Y luego también la vacunación, que en Andalucía se organizó muy bien.

—¿Y qué se hizo peor?

—Por problemas ajenos a esta consejería, al principio de la pandemia, es verdad que tuvimos problemas con los equipos de protección. Problemas, no que no tuviéramos. Tuvimos, pero no suficientes.

—Todos los colectivos hablan de falta de médicos en Andalucía

—El mayor problema es falta de médicos de familia y pediatría, que además son los que tenemos en el primer escalón del sistema sanitario. Hace años se tenía que haber hecho una previsión por parte del Ministerio de Sanidad y las comunidades porque todos sabemos cuántos profesionales se nos jubilan todos los años y de qué especialidades.

—¿Qué medidas han puesto?

—Nosotros hemos aumentado las plazas de MIR en 300 más. Pero eso no soluciona el problema ahora. Vamos a seguir aumentando esas plazas. Además, se ha permitido la continuidad asistencial, que un médico trabaje por la tarde y se le pague como si estuviera haciendo horas de guardia. Ahí puede asumir déficit de cupo de otro compañero o exceso de cupo de su turno. Otra parte es que los profesionales no se vayan. Se ha aumentado mucho los profesionales que se quedan. Se ha hecho un esfuerzo con la equiparación salarial, se ha subido un 34 por ciento de horas de guardia, se ha eliminado la exclusividad...

—¿Hay una guerra entre comunidades por contratar médicos?

—Sí, y el ministerio debería intervenir porque las funciones que le quedan son de coordinación. Es una guerra que nunca vamos a ganar. Si yo pago más para llegar a la media de las comunidades pero luego todo el mundo sube, perdemos todos.

—¿Por eso contratan médicos extracomunitarios? ¿Cuántos hay en la sanidad andaluza ejerciendo?

—Sí, y el déficit de médicos nos dice que hacen falta más médicos extracomunitarios. Ahora mismo hay 413 trabajando en Andalucía.

—Las notas para entrar en Medicina o Enfermería son altísimas. ¿Qué se puede hacer para bajarlas?

—En Jaén y Almería van a empezar ahora a funcionar las facultades de Medicina. Pero no puede ser que se quede fuera de esas carreras gente que tiene vocación y obligarles a hacer un módulo y luego un curso puente.

—¿Hay pocas plazas de Medicina en Andalucía?

—Hay que aumentar el número de quienes entran en la universidad y las unidades de docencia para MIR. Ahora mismo hay unas mil plazas de primero de Medicina y unas 1.800 de MIR. La nota debe de bajar.

—¿Conoce al tuitero Malacara? Al anterior consejero de Salud, Jesús Aguirre, lo tenía de protagonista de muchos de sus 'memes'. ¿Le importaría que le hiciera alguno a usted?

—Me da igual [risas]. Si la gente se ríe con eso, mientras no se meta en algo íntimo sino con lo profesional... Es otra forma de llegar a la gente.