Los agentes bajo el mando del exjefe antidroga de la Guardia Civil: «Es uno de los mejores; un ejemplo a seguir»

Oliva entró en el Cuerpo en 2001. Su primer destino fue Barbate cuando salió de la academia. Ahí comenzó su lucha contra el narco, que siguió en su siguiente destino en la comandancia de Cádiz. Luego pasó por Zaragoza y a la de Málaga.

Allí fue nombrado comandante del Órgano de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico (OCON Sur). Los narcos se habían apoderado del Campo de Gibraltar, en los colegios los niños dibujaban desembarcos de hachís cuando les preguntaban qué querían ser de mayores y las tartas no eran de Peppa Pig, sino de lanchas con fardos en La Atunara de La Línea.

Los clanes del Estrecho tenían una estructura social a su disposición, regados con millones de euros procedentes de las drogas. El narco marcaba las reglas. Hasta sacaron a un detenido de un hospital. Los guardias comisionados bajo el mando de Oliva, apoyados por el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil, golpearon una y otra vez esa estructura social entre 2018 y 2022. Cerraron rutas, acabaron con los proveedores de lanchas o los puertos clandestinos donde llegaba la droga.

La presión hizo que los narcos buscaran rutas alternativas que llegaban hasta Tarragona. Los grandes clanes, como Los Pantoja o Los Castañitas se vieron desarticulados. Precisamente, la noticia sobre su imputación coincide en el tiempo con el inicio el 'macrojuicio' contra el clan de Los Castañitas.

«Vaya coincidencia», dice un agente de los que perteneció a OCON hasta su desarticulación y que reflexiona sobre cómo puede afectar a este proceso contra «los reyes de hachís» en Algeciras. «No debe ponerse en duda el trabajo que se hizo, porque Oliva es un ejemplo a seguir dentro del Cuerpo», señala este agente, cuya opinión coincide con varios de los compañeros consultados por ABC.

El teniente coronel fue el máximo responsable de los éxitos contra el narcotráfico hasta el 31 de agosto de 2022, cuando se despidió de sus subordinados por su ascenso. Semanas después el Ministerio de Interior eliminó las comisiones de servicio a los agentes para luchar contra el narcotráfico y desmanteló este organismo que tan buenos resultados ha dado. Oliva, que tiene ahora 44 años, espera, desde entonces, destino en la Comandancia de Málaga.

Allí le llegó la citación para declarar en la Audiencia Nacional. Siendo uno de los guardias civiles más respetados de Andalucía. «Es de los que más prestigio tienen», reseñan las fuentes. En 2021, el propio Ministerio de Interior le concedió la Cruz Blanca de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas.

Fue el reconocimiento a una carrera «intachable», que ahora se pone en duda por la imputación de la Audiencia Nacional, a raíz de una cadena de WhatsApp en los que Oliva presuntamente recibía información de una investigación de Asuntos Internos a cambio de un supuesto traslado a OCON para el informante.

Su labor no sólo le valió más de 40 condecoraciones y distinciones, sino también amenazas. Era el enemigo número uno del narcotráfico y lo pusieron en su punto de mira. «Cuando eres molesto para este tipo de gente, te vienen este tipo de imputaciones», señala otro agente, que recuerda con admiración que «el teniente coronel es uno de los guardias civiles más condecorados de España».

En su uniforme de gala, el pecho de David Oliva brilla por sus méritos en el Cuerpo. La mayoría contra el narco. Tiene cruces al mérito de la Guardia Civil o de la Policía y todo tipo de distinciones. «Es uno de los mejores. Muy exigente, pero muy trabajador. Nadie echaba más horas que él», explica otro subordinado, quien dice que Oliva no tenía horarios, pero que era el primero que estaba siempre en primera línea.

El excomandante no era de los mandos que se quedaba gestionando el operativo. «Estaba siempre el primero. Se arriesgaba como cualquiera de los suyos. Era el primero que iba para adelante», señalan los agentes consultados, quienes aseguran que, por mucho que se pregunte, no se va a encontrar quien hable mal del teniente coronel.

«Si Oliva se ha pasado el lado oscuro sería una de las mayores decepciones de mi vida. Es algo que no concibo. Era un mando que daba ejemplo con su trabajo al resto de guardias», afirma uno de sus subordinados en OCON Sur.