El exjefe antidroga de la Guardia Civil niega haber presionado a un agente para obtener información

Fuentes fiscales han confirmado a Europa Press que el Ministerio Público ha efectuado esta solicitud tras escuchar las declaraciones de los tres investigados, que han salido pasadas las siete y media de la tarde de las dependencias judiciales. En esta línea, ha solicitado que los funcionarios policiales queden en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado.

El exjefe de la lucha contra el narco en el sur del país ha negado en su comparecencia haber presionado a un agente de Asuntos Internos para que le revelara si estaba siendo investigado tras haber asistido a la fiesta de un narco. También le ha restado importancia a las conversaciones interceptadas. En concreto, una serie de whatsapp que había cruzado con otro de los investigados.

Las diligencias que instruye la Audiencia Nacional parten de una investigación previa de Asuntos Internos (SAI), que lleva en curso más de un año después de que les llegara la información de que el teniente coronel había intentado sonsacar datos a uno de sus integrantes. Ese oficial del SAI también están siendo investigado y habría recibido como contraprestación la oferta para trabajar en el OCON-Sur si aceptaba ayudar al exjefe de ese órgano de coordinación.

El exjefe antidroga ha acudido a la Audiencia Nacional a la hora que estaba citado, a las 16 horas, y ha entrado por el garaje de la sede judicial gracias a que ha mostrado su placa oficial para pasar en coche, según informa Europa Press citando fuentes jurídicas consultadas. De esa manera, el guardia civil ha evitado entrar por la puerta peatonal y no ha sido captado por los medios de comunicación que lo estaban esperando. Una maniobra que no ha podido repetir a la salida, donde lo seguían esperando varios fotógrafos que han tomado imágenes cuando abandonaba la Audiencia Nacional.

Fuentes del entorno del teniente coronel Oliva aseguran que el ahora investigado ha estado tranquilo durante el interrogatorio y al término de la comparecencia se ha mostrado convencido de que las diligencias serán archivadas. En el seno de la Guardia Civil, la defensa es casi unánime sobre la rectitud de este agente que ha sido todo un azote para los traficantes desde que se pusiera al frente del cuartel de la localidad gaditana de Barbate hace más de dos décadas. Lo cierto es que su asistencia a la fiesta de un conocido traficante del Estrecho no fue lo que provocó la investigación que le ha llevado este miércoles ante el juez de la Audiencia Nacional sino el haber intentado supuestamente obtener información confidencial de manera irregular, ofreciendo un destino mejor a otro de los investigados.