El PSOE afirma que el Gobierno ve a Andalucía como «un objetivo a abatir»

En la segunda y última jornada del Debate del Estado de la Comunidad el portavoz del PSOE, Mario Jiménez, ha señalado que el PP ha acudido al Parlamento «sabiéndose perdedor de antemano», al tiempo que se ha desecho en elogios al trabajo realizado en este año por la presidenta de la Junta, que ha considerado de «cambio y de impulso».

Un periodo, ha dicho Jiménez, caracterizado por la puesta en marcha de planes de empleo, por la defensa del Estado del Bienestar y por el impulso de medidas para la regeneración democrática. Un balance positivo que en su opinión contrasta con la actitud del PP y del Gobierno central hacia Andalucía, a la que se considera «un objetivo a abatir», a la que se le hace un «daño consciente y premeditado».

Según Jiménez, las causas de este desencuentros se remontan a la etapa preautonómica, cuando Andalucía consiguió igualarse con las comunidades históricas, y obedecen también a la «crisis permanente» en que se encuentra inmerso el PP de Andalucía, con el constante relevo de líderes. Y en estos momentos, ha apuntado el dierigente socialista», la oposición se hace «desde Madrid».

El Gobierno «nos asfixia, nos machaca, nos agrede, el PP ha venido cargado de basura, es cínico, hipócrita». Son algunas de las expresiones utilizada por Mario Jiménez, que a su juicio el portavoz del PP, Carlos Rojas, no ha intervenido en el debate y sí la secretaria general, Dolores López, para que aquél no tuviera que explicar que en su Ayuntamiento, el de Motril, se han exonerado ayudas a la formación. Rojas ha pedido la palabra y ha calificado esta alusión de «injusta» y tan «impresentable» como toda la intervención de su oponente. Y ha asegurado que todas las ayudas están justificadas y auditadas. Ha pedido, sin éxito, una rectificación.

Susana Díaz, a su vez, ha cambiado absolutamente el tono del discurso de su portavoz  y ha hecho una llamada a la unidad, a dejar atrás el partidismo para defender los intereses de Andalucía. Ha reclamado una financiación justa, y ha repetido que el reparto de los fondos de convergencia realizado por el Gobierno central es un «atropello a lo que le pertenece a los andaluces».

La presidenta de la Junta ha considerado lógica la confrontación política, pero lo que no se puede, ha dicho, es «querer imponer las ideas de unos sobre otros a cualquier precio». Porque fuera de los muros del Parlamento muchos ciudadanos «no es que no crean en los políticos, en la política, lo que no creen es en determinados  comportamientos y en determinados debates que aportan muy poco a la hora de responder a las demandas de los problemas». Los ciudadanos, ha proclamado, no quieren «el cainismo que desangra la política».