Martínez-Maillo: «El PSOE parece que prefiere una investidura fallida a construir un gobierno»

¿Estamos igual que tras el 20-D?

Estamos en una situación de bloqueo porque algunos partidos no quieren asumir los resultados electorales. El PP por segunda vez es el partido que ha ganado en votos y en escaños, el único que lo ha hecho en la segunda. Si el PP estuviera en la situación del PSOE, esto ya estaría desbloqueado.

Todas esas voces que piden desde fuera del partido que Rajoy dé un paso a un lado ¿tienen motivos?

Rajoy ha conseguido ocho millones de votos, y conviene respetar la voluntad de los ciudadanos. La política de vetos que hizo Rivera en campaña electoral ha fracasado: sacó 32 escaños, y Rajoy 137. La gente ha dicho sí a Rajoy, sí al PP, gobiernen ustedes. Rajoy no solo es el candidato mayoritario de los españoles: ahora ya es el candidato propuesto por el Rey. Yo espero que Rivera, que alardeó mucho de que negociaba con Pedro Sánchez porque era el candidato propuesto por el Rey, no le diga que no al candidato propuesto por el Rey, y se siente a negociar.

Rivera dijo que le planteó al Monarca la posibilidad de un gobierno de coalición, pero sin Rajoy.

Yo no sé si se lo dijo o no finalmente, pero es evidente que el Rey a quien propuso fue a Rajoy. Tendrán que reflexionar. No le pedimos más que lo que hizo en el mes de diciembre; sentarse a dialogar para desbloquear la situación. En el debate de investidura de Pedro Sánchez dijo una frase Rivera: «No me importa quién es el presidente, me importa España». Que lo diga exactamente igual con Rajoy.

En los días previos a aceptar el encargo han ofrecido ustedes modificar la reforma laboral, la Ley de Educación, la llamada «ley Mordaza»…

Tenemos la mayoría porque los ciudadanos lo han decidido así, pero no tenemos la mayoría suficiente para imponer un programa. Hemos mandado un documento muy amplio al resto de los partidos políticos...

¿Alguno les ha contestado?

Ninguno; yo creo que no se lo han leído. Pero muchas de esas medidas figuraban contenidas en el acuerdo PSOE-Ciudadanos. No vamos a derogar todo lo que ha hecho el PP porque es lo que ha permitido, entre otras cosas, que se esté creando empleo. Ahora, reformar para mejorar, sí. Aquí hay un problema de voluntad política, no de contenidos. ¿Cuál es la alternativa de PSOE y Ciudadanos? Porque dicen: no al PP, no a las terceras elecciones, no a una alternativa –dicen que no existe políticamente, pero que nadie olvide que numéricamente sí–. Entonces, ¿qué salida dan? Ahora la única salida es la que ha puesto sobre la mesa el Rey.

Sin embargo, nadie quiere negociar con el PP. ¿Qué ocurre?

Creo que es una estrategia. Hay demasiado tacticismo por parte de algunos partidos. La reacción de Antonio Hernando (PSOE) a lo que el jueves planteó Rajoy de dejar abierto si va a la investidura... uno tiene la sensación de que prefieren una investidura fallida a construir un gobierno. La abstención de Ciudadanos hay que decirle que no sirve: abstención significa bloqueo. Incluso aunque hubiera abstención del PSOE. Pero el «sí» de Ciudadanos sería muy importante para acercarnos a la gobernabilidad.

En ese rechazo generalizado a ustedes, ¿qué peso tiene la corrupción?

Los casos de corrupción tienen su camino en el ámbito judicial, pero los ciudadanos han expresado en las urnas en dos ocasiones, mayoritaria y además reforzadamente, que quien quieren que gobierne España es el PP. A Ciudadanos no le importó mucho la corrupción del PSOE cuando en diciembre pactó con él.

El que una juez investigue al partido por el borrado de los ordenadores de Bárcenas no les ayuda mucho.

Eso se ha recurrido, no es firme. Estamos en un Estado de Derecho y no hay condena, hay cuatro jueces y cada uno ha dicho una cosa distinta. Acatamos, pero no estamos de acuerdo con ella. No se puede desacreditar a un partido por ese motivo. Yo creo antes a los empleados del partido que al señor Bárcenas.

¿No cree que hay una generación de políticos que tienen que soportar el peso de errores del pasado?

Cuando uno llega a cualquier sitio, tiene que aceptar la situación y responder a preguntas; unas incomodan más y otras no. Uno tiene que asumir lo bueno y lo malo de cada proceso. En cualquier caso, eso de si está bien o mal hecho lo decidirán finalmente los jueces. Lo que no podemos hacer es convertirnos en justicieros; tenemos que ser contundentes pero rigurosos.

¿Hubo un exceso de confianza tras conocerse los resultados del 26-J?

Bueno, es que el resultado electoral nadie lo previó, ni ninguna encuesta. La situación de tener 137 escaños después de unas segundas elecciones, y ser el único partido que creció en escaños y votos, como no existe alternativa y esa noche tampoco se veía... Era lógica y justificada la alegría. Y la tristeza de los demás también. Lo que nadie podía prever es que siguieran instalados en el bloqueo.

Nadie podía prever tampoco que Rajoy aceptara el encargo del Rey pero no aclarara si va a ir o no a la investidura. ¿Usted cree que va a ir?

Es un debate que se producirá cuando toque el momento. Creo que hay que poner la atención en lo importante: a mí en la calle no me pregunta la gente por la investidura: me recriminan que no haya gobierno. «¿Ustedes cuándo se van a poner de acuerdo?» es lo que me dicen. Vamos a ponernos de acuerdo, y luego habrá una investidura. Y si no, pues eso habrá que conectarlo con aquella frase de «habrá que hacer una reflexión», que dijo Rajoy en su momento. Una investidura es para investir a un presidente, no para hacer un Debate del estado de la Nación.

¿El encargo del Rey es un salvoconducto para Rajoy?

No. El Rey se lo encargó al partido que más votos y más escaños tuvo, Rajoy fue muy sincero y le dijo que no tenía apoyos pero aceptaba por responsabilidad. Lo que decimos es que en estos momentos ya no es solo el candidato de los ciudadanos, sino que también es el candidato que ha propuesto el Rey. No estoy pidiendo un sí o una abstención a cambio de nada; estoy hablando de dar pasos adelante, avanzar para hacer un gobierno y hablar también sobre lo que ellos quieren.

¿Cómo va a ser esa negociación?

Se van a intensificar los contactos, iremos más al detalle en los contenidos, y profundizaremos en ese documento genérico.

¿Con nuevos documentos?

No sé si serán nuevos o complementarios; les pediremos también que ellos hagan propuestas. Estamos dispuestos a crear, cuando veamos una voluntad, un grupo de trabajo. Rajoy quiere formar gobierno e ir a la investidura, pero primero tiene que tener los apoyos, la garantía de que puede formar ese gobierno. Y eso depende de la voluntad de negociación de la otra parte. Dos no acuerdan si uno no quiere.

¿Estamos más o menos cerca de las terceras elecciones?

No se puede hablar de terceras elecciones. Lo han dicho todos; no tengo por qué pensar que las va a haber. Nosotros vamos a trabajar para que haya gobierno y haya investidura. Hablar ahora de terceras elecciones es un insulto a la voluntad de los ciudadanos.

¿Y si se mantiene el bloqueo?

Estaremos en una situación de conflicto importante provocada por ellos, tendrán que dar una alternativa, porque no valdrá solo decir que no.

¿Se atreve a anticipar algún plazo?

El plazo lo van a fijar los contenidos: si no se aprueban techo de gasto y presupuestos, tendremos que seguir la senda del déficit que ya venció, tendrían que hacer más ajustes las comunidades autonómicas... Ahora se habla mucho de que la presidenta del Congreso tiene que fijar la fecha. Recuerdo que Patxi López, el día en que se propuso a Pedro Sánchez por parte del Rey, no fijó fecha, dijo que en torno a tres semanas o un mes, y hasta pasados quince días no fijó la fecha de 2 de marzo, y de acuerdo con el candidato.

Pero cuando Patxi López anunció que el Rey había encargado a Sánchez la investidura ustedes eran partidarios de que fuera inmediato.

Claro, y somos partidarios de hacerlo cuanto antes, en un tiempo razonable. Por eso hablo de presupuestos, techo de gasto... pero no de días concretos.