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Calvo defiende que el Open Arms nunca pidió «venir a puerto español» y que el Gobierno actuó «rápido»

El PP iguala a Sánchez con Salvini por «hacer negocio electoral, politiqueo» con la inmigración

La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, hoy en el Congreso EFE

L. L. CARO

El Open Arms no pididó «en ningún momento venir a puerto español» y el gobierno de Pedro Sánchez respondió a la crisis producida por el bloqueo en aguas italianas del buque humanitario con bandera de nuestro país y 150 personas a bordo «de manera rápida». Es la versión que la vicepresidenta del Ejecutivo en funciones, Carmen Calvo, ha defendido esta tarde en el Congreso en el marco de un pleno extraordinario forzado por los grupos parlamentarios de la oposición, que en realidad pidieron escuchar las explicaciones de Sánchez, aunque lo impidió su socio prioritario en la Cámara, Unidas Podemos.

No compareció el presidente, pero en el último momento decidió estar en el hemiciclo, donde pudo escuchar a la número dos de su gabinete justificar la acogida en 2018 en Valencia del Aquarius -que tampoco pidió ir a un puerto español- y que al Open Arms se le ofreciera ayuda pasado el día 16 de su bloqueo, porque hasta esta fecha «no explicitó su situación interna» y había estado rescatando personas del mar «hasta el 10 o el 12 de agosto». De lo que, al menos en su intervención inicial, no dijo Calvo ni una palabra fue de las sanciones con la que ella misma advirtió a la ONG propietaria del barco humanitario ni de por qué el Gobierno no atendió la solicitud, esa sí, directa, de la organización de instar a la Comisión Europea a que coordinara un mecanismo de respuesta a la emergencia.

Según el relato de la vicepresidenta, en un momento el Ejecutivo español se puso en contacto con el italiano para pedir «ayuda y colaboración» ante una situación «complicada» en el Open Arms , y al no obtener respuesta de Italia, ofrecieron el puerto de Algeciras (Cádiz) porque tiene «los mejores instrumentos cotidianos» de atención para estos casos.

Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, acusó al Gobierno de participar en el «turbio negocio» de las mafias de la migración en relación a la gestión de esta crisis del Open Arms, y aseguró que «el sanchismo y el salvinismo son las dos caras de la misma moneda». «El sanchismo y el salvinismo son las dos caras de la misma moneda; hacen lo mismo, utilizan a los migrantes para sacar votos, restos a culpar a Europa y a Occidente», señaló. Asimismo, culpó al Ejecutivo español de «clamar por las puertas abiertas, que el dinero público no es de nadie», mientras que los «salvinistas campan en la xenofobia y no distinguen de fronteras legales e identitarias».

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