Zerolo también se presenta y pone en riesgo la operación de Sánchez para «tomar» el PSM

Y es que, tras la arriesgada destitución de Tomás Gómez, un paso atrás del candidato que apadrina el líder socialistas, el exministro Ángel Gabilondo , porque éste no vea claro que la federación madrileña le reclama muy mayoritariamente, como ha exigido, dejaría muy mermada la autoridad de Pedro Sánchez. De momento, los afines al defenestrado Gómez han logrado no solo que se postule Amparo Valcarce para aglutinar el voto del cabreo militante y disuadir a Gabilondo, sino que también se sume Zerolo con su candidatura.

Una decisión la de Zerolo que se producía al final de un agitado día durante el cual Ferraz fue admitiendo que, aún sin repetir las primarias de octubre, que Gómez ganó sin rival, en las 129 asambleas locales desde mañana hasta el viernes los 15.000 militantes van a poder votar a mano alzada al sucesor de Gómez en el cartel electoral. Ni corto ni perezoso, Zerolo, secretario de Movimientos Sociales en la Ejecutiva Federal, anunciaba a las 20.01 su gesto de rebeldía con Sánchez: «Si la gestora del PSM va a dar voz a cada militante, estoy a disposición para que los compañeros puedan apoyarme como candidato a la comunidad».

El miércoles pasado, en la reunión a puerta cerrada de la Permanente del PSOE que echó a Tomás Gomez, Pedro Zerolo fue muy crítico y uniendo su voz a la de Carme Chacón, que habló de error, y a la de la secretaria de Inmigración, Eva Matarín. Para entonces, ya habían salido de la sala de reuniones, por orden expresa de Susana Díaz, los miembros andaluces de la Ejecutiva, incluida la presidenta del PSOE, Micaela Navarro, en señal de disconformidad.

Tanto Ferraz como la gestora que preside Rafael Simancas van a echar ahora toda la carne en el asador para que, en origen, la propuesta que salga de cada una de las 129 agrupaciones locales sea lo más parecido a una aclamación de Gabilondo. Tienen a su favor que la premura de tiempo les está facilitando que el sustituto de Gómez no sea elegido en urna ni con voto secreto de primarias. Se hará por el procedimiento de elección «tradicional del PSOE», explicó ayer Simancas.

Cada agrupación local debatirá en «asamblea», pero el presidente de la gestora reconoció que espera que haya agrupaciones pequeñas en las que no haya siquiera debate porque el elegido lo sea por «asentimiento». Aunque Simancas aclaró que no pesarán lo mismo las 129 asambleas -por ejemplo, la de una agrupación como Chamartín, con cientos de militantes, que la de un pueblo pequeño con solo decenas-, lo cierto es que el método favorece a priori al candidato de Ferraz.

Según denuncia el sector afín a Tomás Gómez , los miembros de la gestora ya están llamando a capítulo a los secretarios locales y a los alcaldes para que defiendan personalmente a Gabilondo. Ambas partes saben que, para un militante, hablar y votar a mano alzada contra el «aparato» local no es lo mismo que votar en secreto en urna. Esa es la razón por la cual la ya candidata Amparo Valcarce -Gabilondo no ha dicho abiertamente que quiera serlo; solo que «valorará» la propuesta que le haga el PSM- insiste en que tiene que haber primarias.

Tanto ella como Zerolo ya han conseguido una primera victoria: imponer el debate de sus nombres, junto con el de Gabilondo que, además, ha dicho que no quiere ser militante. Y Valcarce, además, ha tenido ya tiempo de enviar una carta a los 15.000 miltantes para explicarse que su primer decreto en el gobierno de Madrid será abrir los comedores escolares todo el año para luchar contra el hambre infantil y que sus acuerdos «nunca serán con el PP».