Los afines a Gómez se rebelan y piden que Zerolo sea el candidato en Madrid

Aseguran que no se trata de cuestionar al candidato elegido por Pedro Sánchez -el exministro Ángel Gabilondo-, sino enviar al líder socialista el mensaje de que la militancia madrileña no acepta su operación para controlar el PSM, que se puso en marcha el miércoles, con despidos de personal y cambio de cerradura en la sede de Callao incluida. Creen que, en la medida en que logren activar de nuevo a los 7.000 afiliados que avalaron en octubre a Tomás Gómez como candidato, «muy molestos» por lo ocurrido, Zerolo se irá imponiendo a Gabilondo y aumentarán las posibilidades de que el exministro de Educación se eche para atrás. De hecho, algunas fuentes socialistas sostienen que ya ha comunicado a Sánchez no estar dispuesto a asumir la candidatura en estas condiciones. Solo acepta ser candidato del PSM a la Presidencia de la Comunidad de Madrid sin oposición interna.

Pedro Zerolo lanzó ayer por la tarde un enigmático tuit en el que señalaba que «en este momento» no se plantea ser candidato, pero las fuentes consultadas por este periódico sostienen que si el apoyo cuaja en las agrupaciones no se negará. Enfermo de cáncer de páncreas, Zerolo suscita elogios unánimes, no solo en Madrid. En julio del año pasado, José Luis Rodríguez Zapatero y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, fueron quienes recomendaron a Pedro Sánchez nombrar a Zerolo secretario federal de Movimientos Sociales. El miércoles, en la reunión de la Permanente, él y Carme Chacón criticaron abiertamente al secretario general por la disolución de todos los órganos del PSM.

Al día siguiente, jueves, en la constitución de la nueva gestora en Ferraz, su presidente, Rafael Simancas, advirtió que los 15.000 militantes madrileños no van a elegir al candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Las 129 asambleas locales remitirán sus propuestas y la gestora «interpretará» el sentir del partido en Madrid. Si al final el nombre de los críticos se impone en las asambleas, el conflicto está servido, ya que Sánchez y la Dirección Federal han puesto mucha carne en el asador para que el elegido sea Gabilondo.

En la operación de los afines a Gómez participa también el candidato a la alcaldía de la capital, Antonio Miguel Carmona . Ayer anunció en la Ser que quiere ser el próximo secretario general de la federación. Según las fuentes consultadas por este periódico, aunque Carmona intenta contemporizar con Ferraz intentando pasar página, tiene la misma visión que Tomás Gómez de lo ocurrido: la «operación desembarco» en Callao ha supuesto la laminación de cualquier vestigio de partidarios de la anterior dirección del PSM.

Gómez no reconoce como suyos a ninguno de los doce miembros de la misma y, lo que es más grave a ojos de este sector, van a intentar hacer las candidaturas a la Asamblea de Madrid y al Ayuntamiento de la capital sin tenerlos en cuenta. En este sentido, a Carmona le preocupa que Jaime Lissavetzky, actual portavoz municipal y adversario declarado suyo, sea quien vaya a «hacerle» la lista de concejales.

Por su parte, Tomás Gómez, ex secretario general del PSM, organizó ayer una rueda de prensa de urgencia en el edificio de grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid. Allí anunció -acompañado de Maru Menéndez- que por la mañana había entregado su acta de diputado y que no competiría por ningún puesto en la región; exigió a la federal unas primarias para elegir al candidato que aspire a ocupar la Real Casa de Correos, e instó a Sánchez a devolver el empleo a los despedidos de Callao después de la purga «tomasista».

En sus frases continuaba el desafío al máximo líder de los socialistas: «Quiero decir a Pedro Sánchez que yo no seré un problema». Al menos en Madrid. Gómez informó de que mantendrá su condición como miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSM y también apostilló como «un asunto muy importante»: «Voy a mantener la condición de presidente de la Comisión de Garantías Electorales, que tiene por objetivo, por ejemplo, velar por la limpieza de las elecciones primarias que se celebrarán en el mes de julio para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno de España». Quien hasta el miércoles llevó las riendas del PSM dirigió a Sánchez su frase de que ya no va a competir «por ningún puesto en el PSM». «Por tanto -añadió-, ya puede devolver la democracia a los militantes. Solo espero que el problema sea yo, y no los militantes y la democracia».

Tomás Gómez exigió la elección de un nuevo candidato a la Presidencia de la Comunidad a través de primarias. «Un militante, un voto. Lo que siempre hemos defendido los socialistas madrileños». Dijo que no había ninguna razón para que no fuera así, y, entre risas, manifestó que no entendía cómo iba a interpretar la formación las propuestas de los militantes en las asambleas locales. «Este no es mi partido. No lo reconozco».