Gabilondo duda tras el paso adelante de una afín a Zapatero

La inestabilidad en el PSOE a cuenta de la crisis del PSM no cesa ni en domingo. A primera hora de la mañana, la exdelegada del Gobierno en Madrid Amparo Valcárce dio un paso adelante y anunció que se presentaría a las primarias del partido a la Comunidad de Madrid. Unas horas después, el nombre que más ha sonado como candidato preferido de la gestora nombrada por Ferraz, el exministro Ángel Gabilondo , mostró sus dudas sobre si la vuelta a la política está en sus planes de futuro.

Gabilondo se mostró muy cauto y en declaraciones a La Sexta afirmó que que «si hablan conmigo, yo dilucidaré, lo pensaré, decidiré». «En este momento no hay nada hecho, ni cerrado, ni es una historia de qué pienso yo o qué dejo de pensar», dijo antes de pedir respeto a los «procesos» del partido. «Que los hagan y después de hacerlo, pues haya lo que haya ya hablarán conmigo. Si tienen que hablar conmigo...».

También negó Gabilondo haber puesto condiciones para ser candidato, como la de no someterse a un proceso de primarias, porque es «quien para poner condiciones a nadie para nada». Gabilondo añadió que no está pensando afiliarse al PSOE, aunque le parece «sensato» que ese sea un requisito para poder ser elegido en un proceso de primarias.

Mientras, los afines a Tomás Gómez ya tienen a quién votar para frenar la designación de Gabilondo: Amparo Valcarce. Desde la defenestración de Gómez, toda la estrategia de ese sector se ha dirigido a encontrar un candidato de peso que contraponer a Gabilondo en las asambleas de militantes, porque saben que la condición que el exministro ha puesto a Sánchez para aceptar el reto es que no haya primarias y que el PSM le acepte.

Los partidarios de Gómez lo intentaron primero con el expresidente del PSM Pedro Zerolo , quien, tras las presiones de la Dirección Federal –es también secretario de Movimientos Sociales en la Ejecutiva de Pedro Sánchez– desistió. Que Valcarce haya dicho sí es impensable sin el visto bueno de su mentor, José Luis Rodríguez Zapatero, y refleja mejor que nada cómo la «guerra» en el PSM se está convirtiendo en clave para saber quién ganará el pulso de poder que Pedro Sánchez y la andaluza Susana Díaz libran en todo el PSOE.

Valcarce reclamó ayer la celebración de primarias para elegir candidato del PSM. Las urnas «deben hablar», dijo, y el derecho al voto de los militantes socialistas «no se puede cercenar». Afirmó que si el PSOE es el partido más transparente no puede elegir a su candidato en una «mesa camilla» y que sea la gestora la que interprete el deseo de los militantes.

Su presentación da un vuelco a los acontecimientos en el PSM porque Ferraz y Rafael Simancas, presidente de la gestora, confiaban en que, tras el no de Zerolo, que sufre una enfermedad grave, a los «tomasistas» les sería difícil encontrar un candidato en el que depositar su malestar por lo que consideran una «operación desembarco» perfectamente diseñada, dicen, por Pedro Sánchez y Alfredo Pérez Rubalcaba, éste ultimo en la sombra.

Ahora serán las asambleas locales que se celebrarán esta semana y la próxima, en las 129 agrupaciones del PSM, donde sus 15.000 militantes podrán debatir el nombre que elevan a la gestora para proponer a la Comisión Federal de Listas. En círculos socialistas no ha pasado desapercibido el hecho de que sea Valcarce quien haya tomado la decisión de dar un paso al frente, porque ella es de la estricta confianza de Zapatero.