«Rajoy ha antepuesto la defensa de los intereses del país al PP»

—El presidente ha tomado una de las decisiones más difíciles desde la Transición. Es propio de un hombre de Estado demostrar que España tiene las herramientas suficientes para defenderse de quien quiere saltarse la legalidad para imponer su santa voluntad. El éxito de Rajoy es haberlo logrado desde la unidad política con los otros partidos constitucionalistas. Podía haberlo hecho mucho antes con la mayoría absoluta del PPen el Senado pero prefirió esperar al PSOE y C’s. Acertó.

—Sí. Pero Rajoy se volcó en esta campaña y el PP está al borde de la extinción. ¿No sale más débil del 21-D?

—Implicarse en la defensa de los valores constitucionales no solo no debilita sino que refuerza la posición de un presidente que antepone la defensa de los intereses de su país a un resultado electoral.

—¿Puede arreglar Cataluña quien tiene menos del 5% de apoyos?

—La vuelta a la legalidad, el retorno de las empresas y, sobre todo, la recuperación de la convivencia en Cataluña debe ser una tarea compartida.

—¿Debe sentarse el Gobierno a dialogar con los separatistas?

—El Gobierno de España tiene la obligación de sentarse a hablar siempre con cualquier gobierno autonómico. Pero es obvio que el interlocutor debe respetar el Estado de Derecho.

—¿Cree que el independentismo gobernará o habrá nuevas elecciones?

—Es muy pronto para hacer pronósticos sobre eso. Y la prudencia siempre es buena consejera. Los que intentaron el procés han aprendido que no cabe la vía unilateral en el nuevo Parlament.

—¿Volvería a aplicar el 155 igual?

—No era una opción. Era una obligación y una exigencia democrática. Pero solo se puede aplicar en esta o en futuras ocasiones, que nadie desea, desde la unidad política.

—Algunos en el PPdefienden ilegalizar partidos independentistas.

—No se puede abrir un debate como ese sin el consenso político previo y que hoy no existe, más allá de las opiniones personales.

—Sorprende la falta de autocrítica en el PP. Nadie ha rechistado, salvo Feijóo. ¿Qué han hecho mal?

—La autocrítica, como la humildad, son necesarias siempre en la política. ¿En qué no hemos acertado? Seguramente en varios aspectos pero no hemos logrado explicar bien a los catalanes constitucionalistas que era necesario un buen resultado de los tres partidos que defendemos la unidad de España y no concentrar el voto en uno de ellos. Vaciar de votos al PP ha acabado dando esos últimos escaños a la CUP o a ERC. Pero yo no veo útil echar la culpa a los medios de comunicación o a otros partidos. Soy mucho más partidario de pararnos a pensar en cómo acertar en la siguiente ocasión.

—¿Renovar el PP catalán o algo más?

—La clave de la política hoy pasa por los mensajes claros, cercanía y humildad, transparencia y honestidad y, por supuesto, la generación de buenos equipos. También es necesario que haya un mensaje emotivo además de acertado en lo económico. Por desgracia en estas elecciones no ha habido espacio para los temas sectoriales, como el empleo y la recuperación, donde el PP tiene demostrada su fortaleza.

—¿Ha felicitado usted personalmente a Arrimadas?

—No lo he podido hacer porque no tengo aún su teléfono, así que aprovecho humildemente esta entrevista para hacerlo: ¡Felicidades, señora Arrimadas!

—Ciudadanos ha fagocitado al PP catalán. ¿De verdad no ven riesgo de que les supere en otras CC.AA.?

—Mejor que las opiniones son los hechos. Podemos ganó con claridad en Cataluña en las últimas generales y ahora han tenido también un muy mal resultado. ¿Moraleja? Cada elección es distinta. El voto útil que, en esta ocasión, ha sido Cs en Cataluña, lo es el PP en el conjunto de España. Ya se demostró el 26-J, cuando más de un millón de españoles que habían votado a Rivera el 20-D luego votaron al PP.

—Rivera se reivindica como el único sin complejos ante el nacionalismo.

—La defensa de la libertad y la unidad territorial es una seña de identidad del PP. En el País Vasco hicimos un gran acto de generosidad ofreciendo el cargo de lendakari a un socialista para que no prosperase el proyecto de ruptura que defendía entonces (el anterior lendakari del PNV, Juan José) Ibarretxe.