La gestión de los fondos europeos, a examen

Como casi todo en la vida, nada es blanco o negro, y las conclusiones de ambos foros mostraron también aspectos positivos y negativos en la gestión de unas ayudas que –y en eso sí hay unanimidad– son importantísimas para la economía española y pueden ayudar a su necesaria trasnformación siempre que se utilicen para los fines correctos. Lo cierto es que la visita de los diez europarlamentarios estuvo precedida de polémica, ya que la propia Hohlmeier acusó a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, de filtrar a la prensa el contenido de una carta que la española le envió sin dar tiempo a su equipo a analizar el contenido. Pero también es cierto que justo en vísperas de la llegada de la misión a España, la Comisión Europea anunciaba el próximo desembolso de otro tramo de ayudas, otros 6.000 millones de euros. Se estaba así mandando el mensaje desde el ejecutivo comunitario a los parlamentarios de que los fondos se iban a seguir entregando pasara lo que pasara. No nos engañemos, la UE es la primera interesada en que esto funcione y muy mal tiene que utilizar España los fondos para que nos corten el grifo.

En este contexto, las conclusiones de la misiva no fueron tan duras como podían haberse previsto a priori. «No hemos encontrado infracciones», dijo la presidenta de la Comisión de Control Presupuestario de la Eurocamara, pero también pidió más transparencia. «Hemos encontrado que muchos datos están disponibles pero que es difícil encontrarlos», señaló, y por ello, pidió que «la información se publique de manera más accesible, más estructurada y antes, incluyendo información sobre los destinatarios finales de los fondos». También constató la misión europea que existe demasiada burocracia en España para acceder y ejecutar los fondos europeos, por lo que reclamaron eliminar trabas para que las empresas puedan acceder a los recursos, especialmente pymes y autónomos que son los colectivos que tienen más problemas para beneficiarse de las ayudas. Y por último, también coleó la preocupación de Europa por la reforma de la malversación.

Las conclusiones de los economistas fueron similares. «En grandes líneas los planes elaborados por los gobiernos de España y Portugal para canalizar estos fondos son correctos pero hay problemas que deben corregirse». Y su principal propuesta es que deberían extenderse los plazos de ejecución de los proyectos. «Hemos ido demasiado deprisa, y ahora deberíamos plantearnos la posibilidad de alargar los plazos», afirmaba Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España. Pich ponía además sobre la mesa otros problemas:falta de enfoque en la inversión en I+D+I, poca atención a las reformas estructurales, falta de coordinación con las comunidades y el riesgo de sobreendeudamiento. No puedo estar más de acuerdo, quizás no hay que gastar tan rápido si lo que queremos es gastar bien.