La subida de las pensiones en 2024 costará más de 7.600 millones, impulsada por las mínimas y no contributivas

De este modo, la aproximación realizada por los expertos del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social -que aúna a seis académicos de las universidades de Valencia, Extremadura y URJC- advierte de un coste cercano a los 1.900 millones de euros por cada punto de subida de las pensiones. En total, la factura de la revalorización equivale a medio punto porcentual del PIB. Ello, se sumará al desembolso anual, que en el próximo ejercicio volverá a tocar récord históricos rebasando los 200.000 millones de euros en el conjunto del año.

«Los datos conocidos desde diciembre de 2022 a octubre de 2023, a la que se añade una hipótesis en el mes de noviembre da como resultado una estimación de IPC promedio del 3,8%», apuntan los expertos sobre el tanteo del volumen final de la subida. Cabe recordar que esta queda fijada en base a la media de la inflación registrada entre el mes de diciembre y noviembre (en este caso entre diciembre de 2022 y noviembre de 2023) y que se aplica la subida desde la primera nómina del mes de enero.

En este sentido, el desglose de la factura por la subida del próximo año -que será la segunda más alta de la historia tras el alza del 8,5% de 2023- supondrá un coste de base de 6.622 millones de euros, de los que 564 millones corresponden a las pensiones mínimas. Pero si añadimos las pensiones de clases pasivas -funcionarios en el antiguo régimen de cotización-, con 776 millones y las no contributivas, con 248 millones, el gasto de la revalorización asciende hasta 7.647 millones de euros.

«También se ha realizado el cálculo en términos de Valor Actual Actuarial (VAA), el verdadero compromiso que asume la Seguridad Social cuando se revalorizan las pensiones, que asciende a más de 100.000 millones de euros», señalan los expertos recordando que estas revalorizaciones se consolidan, es decir, el año próximo se subirá sobre la subida y el coste real a largo implica el cálculo de cuánto desembolso supone este incremento durante todas las pagas que vayan a percibir los beneficiarios actuales de la subida.

Además, a este mayor gasto derivado de la actualización del stock de pensiones se debe sumar el gasto adicional generado por el mayor número de pensiones que entran al sistema y el efecto sustitución (entendido como la diferencia entre la cuantía media de las nuevas pensiones y las que causan baja), que también incrementa el gasto debido a que las primeras son más elevadas que las segundas. Concretamente, en 2022, la pensión media de las altas fue un 21,1% superior a la pensión media de las bajas.

«Este mayor gasto debería compararse con los mayores ingresos esperados por cotizaciones sociales gracias a la evolución de los salarios nominales (en parte influidos por la inflación), del número de afiliados y de las medidas para fortalecer ingresos del Real Decreto-ley 2/20233, para valorar la evolución al alza o a la baja del déficit del sistema contributivo de pensiones», advierten los expertos.