Rajoy se queda atrapado en Lanzarote

El líder del PP tenía previsto pasar el puente de la Constitución en el municipio grancanario de Mogán, adonde acude con asiduidad. De hecho su familia ya se encontraba ayer por la tarde en su destino de vacaciones. Rajoy decidió, sin embargo, volar ayer por la mañana desde Madrid hacia Lanzarote para participar en un acto público con militantes y simpatizantes del PP. Llegó al aeropuerto pasado el mediodía y desde allí se trasladó a la Calle Real de Arrecife, la arteria comercial de la ciudad, donde dio un paseo, ante el asombro de los vecinos, los comerciantes y una multitud de turistas llegados en crucero que no hacían más que preguntar qué es lo que pasaba. Rajoy saludó y repartió besos, acompañado del presidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, del alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, también del PP, y de miembros de la dirección regional del partido, así como cargos públicos y orgánicos de las islas.

Después de tomar el aperitivo en el Café Central, la comitiva partió hacia el Monumento al Campesino, una de las obras de César Manrique que pertenecen a la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote, donde le esperaban unos trescientos simpatizantes. Tras las intervenciones de la presidenta del PP de Lanzarote, Astrid Pérez y de José Manuel Soria, Rajoy centró su discurso en la situación económica de España. Anunció su apoyo a las medidas en favor de las pymes aunque criticó la tardanza en ponerlas en marcha, prometió una rebaja en el IVA del sector turístico en caso de ganar las próximas elecciones y criticó a Coalición Canaria por su apoyo a los presupuestos de Zapatero.

Al final del acto, pasadas las tres y media de la tarde, comenzó un ‘enyesque’ canario y sus compañeros de partido le regalaron un timple, el instrumento musical más característico de las islas. De camino al aeropuerto pasó por una televisión local, donde concedió una entrevista, durante la cual comenzaron a llegar las primeras informaciones sobre el cierre del espacio aéreo, aunque sólo afectaba a Madrid. En el aeropuerto, en la Terminal 2 de vuelos interinsulares, se acumulaban unas seiscientas personas. Rajoy, contrariado por la falta de información habló con la prensa y volvió a Arrecife, junto a toda la dirección regional de su partido, para pasar la noche en un hotel de la capital.