España comienza a abrir la muralla al talento emprendedor extranjero

Para quienes se plantean España para emprender, la norma amplía la autorización inicial de residencia de uno a tres años. Además, podrán pedir la renovación por dos años y obtener la residencia permanente a los cinco años, mientras que para darse de alta en la Seguridad Social durante los primeros seis meses de residencia o estancia, será suficiente con su pasaporte. La Unidad de Grandes Empresas (UGE), dependiente de la Secretaría de Estado de Migraciones, es la que tramita y resuelve el permiso de residencia del extranjero, pero delega en la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) el estudio del carácter innovador y escalable de las solicitudes recibidas, algo que está haciendo desde el 23 de marzo en virtud de una instrucción del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El plazo en el que el emprendedor tiene respuesta, en un sentido u otro, es de como máximo tres meses.

De acuerdo a las cifras facilitadas por José Bayón, CEO de Enisa, desde esa fecha han analizado 980 visados que les ha trasladado la UGE, siendo favorables 554, es decir, el 57% del total. El grueso proviene de Rusia y de las antiguas repúblicas soviéticas, así como del continente americano. Dentro de nuestro país, las ciudades preferidas por estos perfiles son Barcelona, Valencia, Madrid y Alicante. «Hay muchos emprendedores de la Unión Europea que también están eligiendo España, pero nosotros solo tenemos los datos de los que necesitan visado», aclara Bayón, que agrega que, aunque la serie histórica de Enisa parte de marzo, son conscientes –según les transmiten desde la UGE– de que las entradas van en aumento, en un contexto de crecimiento general de la economía digital en España.

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Laura Montero Carretero

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Cabe recordar que las startups de nuestro país alcanzaron un valor de 93.000 millones de euros en 2022, 7.000 millones más que en 2021 y 3,6 veces por encima del registrado en 2018, como recoge un informe de Dealroom, que revela que la inversión en capital riesgo fue de 4.000 millones de euros, el segundo mejor ejercicio, lo que nos sitúa como la sexta potencia europea y la decimosexta a nivel mundial en cuanto a inversión total captada en 2022.

Para Bayón, España reúne condiciones interesantes para los emprendedores extranjeros: buenas condiciones de vida, seguridad, servicios públicos de calidad, robustas infraestructuras de telecomunicaciones, talento y mayor acceso a financiación que antaño. «Madrid y Barcelona se sitúan entre los principales 'hubs' europeos, pero hay ciudades que nada tienen que envidiar a cualquier otra», dice.

Benoit Menardo llegó a España para poner en marcha, en plena pandemia, la plataforma de retribución flexible Payflow. Ya había emprendido en su Brasil natal y en Indonesia, además de haber cursado un MBA en Singapur y haber trabajado en Sudáfrica y Rusia. «Quería ir a Europa y, tras analizar varias ciudades, me decanté por Barcelona en una decisión puramente de negocio», cuenta. Su condición de puerta de entrada a América Latina, el alto nivel de los desarrolladores o el ecosistema «abierto y conectado» que percibió fueron los motivos de su elección. Considera que España avanza en buena dirección, y de la Ley de Startups aprecia sobre todo la novedad de que los inversores extranjeros puedan operar sin necesidad de tener un Número de Identidad de Extranjero (NIE).

Al margen de la norma, lamenta la complejidad para incorporar empleados de fuera de la UE, por las dificultades para lograr el visado. «En Singapur aplicas online y en unos segundos tienes respuesta. Aquí puede llevar seis meses», compara. Una situación que incide en su startup. «Al principio lo intentamos, pero ahora no contratamos a personas que no sean de la UE. Tienes que pagar miles de euros a abogados para que hagan todo el papeleo y no sale a cuenta. Es una ineficiencia en la que hay que trabajar, lo cual pasa por tener un sistema más inmediato y automatizado», sugiere. Portugal es, a su juicio, un espejo donde mirarnos. «A muchos desarrolladores les decimos que saquen el visado para trabajar allí y vengan a España una vez al mes», asegura el joven.

En este sentido se expresa Stefano Scardia, cofundador y CEO de Colibid, proptech de subastas hipotecarias que arrancó su actividad en Valencia en 2021 y fue finalista en South Summit Madrid 2022. «Tenemos profesionales que teletrabajan desde América a los que les gustaría venir a España, pero la burocracia lo hace difícil. Como empresa, estamos pagando abogados para ponerle solución, pero el país debería estimularlo», reconoce el italiano. Tras haber fundado compañías en Suecia y China, cree que el gran obstáculo de nuestro país son los trámites: «Tenía que estar siempre acompañado por abogados, notarios, etc. Son gastos económicos e implica poner energía y tiempo en un aparato burocrático que desincentiva al emprendedor». En este aspecto es donde, en su opinión, España tiene un gran margen de mejora.

Lo que sí señala como positivo, y fue uno de los motivos que le llevaron a hacer las maletas con destino a Valencia, es el dinamismo del ecosistema: «Encontré cinco o seis aceleradoras diferentes mientras que en Milán, por ejemplo, solo había una». Comparado con Suecia, añade, emprender en nuestro país requería una inversión tres veces menor, con un capital humano de alto nivel.

Arthur Prévot, de nacionalidad francesa y canadiense, optó por España y, en concreto, por Barcelona al entender que es un ecosistema en crecimiento y con potencial, «lo que me da confianza en el futuro aquí». Uno de los alicientes para él es el entorno de vida, «con ciudades hermosas y seguras, con naturaleza maravillosa, una cultura rica… En un mundo post-Covid, con más posibilidad de trabajo en remoto y más foco en la calidad de vida, Barcelona y España tienen mucho potencial de atraer a trabajadores extranjeros», indica. «El entorno legal –continúa– podría mejorar, comparado con lo que he visto en Canadá, pero ha mejorado mucho gracias a la nueva Ley de Startups». Como inconveniente, afirma que el acceso a inversores españoles «podría ser quizás más limitado que en otros sitios, pero hay acceso también a inversores de Europa, lo que compensa». Su startup, Yaetos, trata de asistir a las pymes en la mejora del uso de sus datos para expandir sus negocios. Prévot ha formado parte del programa de creación de empresas de Esade, eWorks, que atrae a muchos extranjeros a emprender aquí, y ha participado en el eWorks Demo Day celebrado esta semana.

Lo mismo ocurre con Luciana Caletti, brasileña e italiana que se mudó a Barcelona en 2022 porque «ofrece un gran ecosistema tecnológico, con muchas startups que han tenido éxito a escala global, así como fondos de inversión maduros que tienen su sede allí. Que sea muy cosmopolita también es una ventaja, así como el buen tiempo». Su edtech, Sundae Education, centrada en la creación de chatbots de IA entrenados exclusivamente en el contenido de una editorial educativa, escuela o universidad, inició su andadura en mayo de 2023, con la Ley de Startups ya aprobada. «España ha hecho esfuerzos para convertirse en un lugar más atractivo para los emprendedores, incluida la reciente visa de emprendedor. Sin embargo, los procesos tradicionales de creación de una empresa, recepción de inversiones del extranjero, gestión de impuestos y empleados siguen siendo bastante tradicionales y añaden complejidad», apunta. Caletti sabe de extranjeros que han disfrutado de las medidas recogidas de la ley, lo que le lleva a aseverar que «están ayudando a aumentar el número de emprendedores expatriados en España y el ecosistema en general».

Andy Aguilar, originaria de Chiapas (México), se instaló en España en 2015 al participar en un programa de intercambio universitario en la Universidad del País Vasco. Fue a finales de 2017 cuando cobró vida Legit.Health, basada en una pionera IA diseñada para asistir a los profesionales médicos en la detección, evaluación automática de la gravedad y seguimiento de más de 323 enfermedades de la piel. Hoy, la solución de la empresa está disponible en más de 50 centros médicos de todo el mundo. «Desde el principio, hemos experimentado un apoyo inestimable de las instituciones públicas, obteniendo subvenciones para el desarrollo del proyecto, la entrada al mercado, validaciones de producto, y ahora, en nuestra expansión internacional, seguimos recibiendo apoyo constante», subraya. «El gobierno ofrece numerosas ayudas y subvenciones para las startups –prosigue–, en especial en las áreas de tecnología y salud. También existen ventajas fiscales y laborales que hacen de España un destino sumamente atractivo». Pero no todo ha sido un camino de rosas. «El proceso inicial de entender cómo crear una empresa, lidiar con la documentación y los trámites burocráticos, y conocer e identificar las ayudas disponibles fue un gran desafío. Además, la captación de inversión privada en el sector de tecnología de la salud sigue siendo complicada en España, ya que es un sector relativamente nuevo», sintetiza.

Aguilar cree que la ley ayuda en la captación de inversión privada. «Además, la simplificación de los trámites para la creación de empresas aporta un valor incalculable y ahorra muchos dolores de cabeza. Por otro lado, fomenta la colaboración entre estas empresas y actores del ecosistema de innovación, como universidades o centros de investigación».

Al chileno Pelayo Achondo le germinó el espíritu emprendedor cuando estaba en su país natal y durante su estancia en Estados Unidos tuvo una idea de negocio, digüt, que se materializó en Madrid. «Llegué el año pasado, participé en una aceleradora y ahora estamos en nuestra segunda ronda», comenta. Una de las cosas que le sorprendió fue la carga tributaria. «El nivel de impuestos es muy duro», señala. La consecución de la visa le fue relativamente sencilla, pero sí reconoce que le está costando renovarla a pesar de que su proyecto ya está en marcha. La startup permite al usuario formarse a través de vídeos en las causas sociales que le interesen para luego buscar financiación para las mismas, llevándose una comisión. Una propuesta con la que fue finalista del Startup Challenge de The Gap in Between, organizado por Social Nest Foundation. «Hay una inclinación a emprender en España por medidas como la Ley de Startups y se está corriendo la voz de que el país se está flexibilizando para atraer talento extranjero».