El abaratamiento de la energía deja el IPC en el 5,7% al cierre de 2022 y enmascara una subida generalizada de precios
Los alimentos volvieron a subir en diciembre y acumulan un encarecimiento cercano al 16% respecto a hace doce meses
El abaratamiento de la energía deja el IPC en el 5,7% al cierre de 2022 y enmascara una subida generalizada de los precios
Una cesta de la compra más cara que nunca: estos son los alimentos que más suben
Bruno Pérez y Carlos Manso
Madrid
El aterrizaje de los precios de la energía a partir del verano como consecuencia de medidas regulatorias, entre las que la más relevante ha sido la entrada en vigor de la excepción ibérica negociada por el Gobierno en Bruselas, y de unas condiciones de mercado ... menos intempestivas de las que se preveían en un principio han propiciado un final de año algo menos dramático para la inflación, que cerró 2022 con una tasa de subida anual del 5,7%, lejos del pico del 10,8% que llegó a alcanzar en julio, según los datos que ha proporcionado este viernes el Instituto Nacional de Estadística.
Los precios de la economía española, por tanto, acumulan a la altura de diciembre una subida del 5,7% respecto a los existentes en diciembre de 2021, si bien la subida media a lo largo del año se sitúa en el 8,4%. El foco de preocupación se centra ahora en la tasa subyacente que ha culminado el 'sorpasso' que se avanzó a finales de diciembre y ya supera holgadamente el índice general tras llegar al 7%.
La cifra es una décima más baja que la avanzada en diciembre por el INE y según la nota de prensa difundida por el instituto estadístico refleja sobre todo el abaratamiento del precio de la electricidad respecto a los máximos históricos marcados en la primera parte del año y también el abaratamiento de los combustibles tanto de uso doméstico como de transporte, que es el otro gran grupo de servicios que han experimentado una caída de precio en los últimos meses.
La desaceleración de la inflación en el último tramo del año ha sido enarbolada en los últimos días desde el Gobierno como la prueba del nueve de la eficacia de sus medidas para contener la escalada de los precios, en la que ha invertido más de 20.000 millones de euros. Los datos difundidos este viernes por el INE matizan ese relato. En primer lugar porque mientras el encarecimiento general de los precios, medido por el IPC general, se ha recortado en efecto a la mitad de julio a esta parte, la parte más estable y estructural de la inflación de la economía, la que se mide por la tasa subyacente, no solo no ha remitido en este mismo periodo sino que ha escalado desde el 6,1% hasta el 7% registrado en diciembre, su tasa más alta de los últimos meses.
Un repaso más minucioso de las 200 subclases de bienes y servicios a partir de los cuales se construye el IPC revela que de julio a diciembre al margen de la electricidad, el gas y los carburantes pocos componentes han mostrado una tendencia a la baja en sus precios, en tanto que el 66% de ese inventario de productos y servicios o han mantenido o (en una mayoría) han encarecido sus precios. En otras palabras, que mientras el factor que ha desencadenado la escalada de los precios, la energía, ha moderado su precio, su poderosa onda expansiva continúa propagándose y cada vez con más fuerza a todos los rincones de la economía, disparando el IPC subyacente, el que algunos analistas tildan como el 'colesterol malo' de las espirales de precios.
Yolanda Díaz entra en el debate
Para la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, la situación tiene responsables claros: las empresas. «Hay alguien aquí que se está forrando», ha deslizado la ministra de Trabajo. "No se puede admitir que una parte de la inflación subyacente se explique solamente por esto, por los beneficios de las empresas y como país no puede seguir pasando".
La vicepresidenta segunda del Gobierno aprovechó la publicación del dato definitivo de cierre del año del IPC para cargar a las empresas la principal responsabilidad sobre la evolución descontrolada de los precios en España y de paso azuzar una serie debates en los que se encuentra directamente implicada: el de la inminente subida del Salario Mínimo Interprofesional para 2023, el de la negociación salarial en los convenios colectivos, donde no es juez pero sí ha tomado parte en las últimas semanas, y también el del modo de enfrentarse a la subida del precio de los alimentos.
El Gobierno optó finalmente por la vía fiscal y por rebajar el IVA de un puñado de alimentos básicos para aliviar la carga de la cesta de la compra sobre las economías domésticas. Y lo hizo en contra del criterio de Yolanda Díaz, más partidaria de ensayar alguna fórmula de intervención de los precios. Ayer, tras conocerse el dato del IPC, recordó que allí donde el Gobierno ha intervenido, se ha conseguido poner coto al incremento de los precios.
Los alimentos suben, a la espera de la rebaja del IVA
A la espera del eventual impacto de la rebaja de IVA activada desde el 1 de enero, el precio de los alimentos experimentó en diciembre una subida del 1,6% respecto al mes de noviembre y acumuló un encarecimiento anual del 15,9% en los últimos doce meses, la mayor tasa desde enero de 1994.
En el mismo periodo julio-diciembre durante el que la energía abarató de forma significativa su precio, los alimentos, que ya a la altura del verano arrastraban un encarecimiento del 9,9%, han continuado subiendo de precio hasta el 15,9%. Más del 80% de los 60 productos alimentarios controlados por el INE han encarecido su precio respecto al verano.
El azúcar cuesta un 50% más que en diciembre de 2021; las salsas y condimentos, un 33% más; las patatas se han encarecido un 21%; las legumbres y hortalizas congeladas, un 23%; los huevos, un 30%; la leche, un 37%; y es difícil encontrar alimentos que no se hayan encarecido más de un 10% en el último año.
En diciembre, los precios se encarecieron dos décimas respecto a noviembre con carácter general, pero en nueve décimas si se resta el efecto balsámico que ha tenido sobre el IPC la bajada de los precios energéticos, fundamentalmente. Los carburantes se abarataron más de un 11% en diciembre, lo que facilitó el repliegue de la controvertida bonificación de 20 céntimos sobre el precio del litro que ha sido sustituida por una ayuda focalizada en el transporte y el gasóleo profesional, y el transporte aéreo lo hizo en un 5%. Por contra, las rúbricas que más contribuyeron a subir los precios fueron los paquetes turísticos (16%), los servicios de alojamiento y los alimentos.
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