Los alojamientos de alquiler flexibles crecen sin techo

Las nuevas realidades sociales y laborales y las ventajas que le concede la polémica Ley de Vivienda han dado una nueva dimensión a este modelo

Estos son los requisitos a cumplir para conseguir una hipoteca este 2024

El número de jóvenes menores de 35 años con casa en propiedad disminuye a la mitad en los últimos veinte años

Una imagen de las obras de Node, el gigantesco edificio destinado al alquiler flexible que Momentun ha impulsado en la localidad madrileña de Alcobendas. Un símbolo del crecimiento de una actividad con presencia en cada vez más ciudades ABC

Alicia Aragón

Encontrar un piso de alquiler en España pone contra las cuerdas a los inquilinos, que bucean entre una oferta escasa y cara. Además, la falta de actualización de muchos inmuebles pone en tela de juicio su habitabilidad. Por otro lado, frente al arrendamiento tradicional ... de larga duración, cada vez son más los que buscan soluciones menos rígidas ajustadas a su momento vital.

Es en este contexto donde surge el 'flex living' o alojamiento flexible, una alternativa en la que la temporalidad y la calidad marcan la diferencia. Hay voces críticas que aseguran que detrás de esta tendencia en auge se esconde en realidad el hecho de que muchas personas, no solo jóvenes, son incapaces de acceder al mercado de la compraventa debido a la precariedad laboral y los disparados precios que arrojan las viviendas. Sea como fuere, este subsector del 'living' apenas tiene unos años de recorrido en nuestro país, pero las expectativas de crecimiento son muy optimistas.

De acuerdo a los datos arrojados por una reciente encuesta de CBRE, el stock de 'flex living' se duplicará hasta casi las 20.000 camas en 2025. Actualmente, el 75% de las camas operativas se localizan en Madrid y Barcelona, pero la previsión es que este tipo de activos, además de en estas ubicaciones clave, donde las tarifas medias se sitúan en los 922 y los 967 euros al mes respectivamente, también adquieran más presencia en ciudades como Valencia, Málaga y Vizcaya. Al ser alquileres de corta y media estancia, con una duración media de tres a seis meses y de seis a nueve, según la consultora, esta modalidad esquiva los límites impuestos por la polémica Ley de Vivienda, dado que no estarían regulados por la Ley de Arrendamientos Urbanos porque no tienen vocación de ser alojamientos permanentes. Del mismo modo que el trasvase del alquiler residencial al turístico se ha intensificado por parte de los particulares, el desarrollo de proyectos de 'flex living' en España está desbancando al otrora prometedor 'build to rent'.

Los expertos defienden que la apuesta por este modelo se justifica por la existencia de una demanda insatisfecha, especialmente, dentro del intervalo de edad que va de los 25 a los 45 años. «Estos individuos, generalmente con empleos de alta cualificación, cierto poder adquisitivo y un estilo de vida flexible, buscan soluciones de vivienda que se adapten a su ritmo de vida variable, móvil y sin ataduras como suministros e hipotecas», apunta Pavlina Chandras, COO de Livensa Living. Otro de los estímulos para su expansión es el crecimiento de los hogares unipersonales. La proyección que realiza el INE es arrolladora: en 2037 uno de cada tres hogares estará habitado por una única persona, hasta alcanzar la cifra de 6,5 millones de hogares unipersonales, lo que representaría el 12,5% de la población total.

Todo incluido

Dentro del alojamiento flexible, se dan cita diferentes tipologías definidas, principalmente, por el tipo de usuario final. El 'coliving' sería la vertiente residencial urbana, que tendría una versión en la periferia en suelo terciario, y por otro lado estaría el 'corporate living' y el 'vacation living', el primero en zonas próximas a complejos de oficinas y dirigido a ejecutivos, y el segundo en áreas costeras y rurales y orientado a turistas. Esta categorización también se basa en el sentimiento de comunidad, el tamaño de los apartamentos y en la mayor o menor presencia de servicios añadidos. El 'coliving' es la estrella dentro de este segmento, y a medida que se va alejando del centro, va ganando superficie y 'amenities'. «Estos espacios cumplen una doble función: ofrecen una solución habitacional y, a su vez, experiencias con actividades para la comunidad como noches gastronómicas o temáticas, networking...», comenta Stefano Somoggi, Head de Flex Living en España de CBRE, que subraya la gestión profesional de estos alojamientos.

El perfil de inquilino también se amplía según se sale del entorno urbano. «En zonas periféricas de grandes ciudades bien comunicadas, además de jóvenes profesionales y nómadas digitales, también hay profesionales desplazados temporalmente», admite Susana Rodríguez, CCO y directora ejecutiva de Living de Savills, que añade que hacia esta fórmula están recurriendo cada vez más «mayores de 50 años, divorciados, separados y familias con uno o dos hijos». Con una ocupación media en torno al 94%, según Somoggi, su éxito está fuera de discusión, pues «viene a aportar soluciones a viejos problemas, como el acceso a una vivienda de calidad a un precio accesible», comenta Covadonga Sanz, directora sénior de Asset Management de Greystar, que pone el foco en las nuevas demandas de la población: «Una mayor flexibilidad, un mayor balance entre la vida profesional y personal, y preferencia por espacios abiertos tras la pandemia». En esta línea también se manifiesta Ignacio Pareja, socio director y CEO de Momentum, asegurando que «los clientes buscan un alojamiento fácil, amueblado, con todo incluido, con vida en comunidad y servicios y con un precio que incluya todo, incluso los suministros».

Las experiencias de 'flex living' se multiplican gracias a la sinergia entre los promotores que desarrollan el proyecto y los fondos que lo adquieren y lo gestionan por medio de marcas propias. Momentum es el operador más influyente, pues «ha levantado el capital, invertido, gestionado y vendido la primera gran cartera de 'flex' en España que se vendió hace más de un año, con tres proyectos en Rivas-Vaciamadrid, San Sebastián de los Reyes y Valdebebas», relata Pareja. Estos tres complejos madrileños a los que se refiere, que suman más de 2.500 estudios y apartamentos de una o dos habitaciones, fueron adquiridos por Greystar, que los explota bajo el nombre de Be Casa.

«Nuestras comunidades brindan flexibilidad en la duración de la estancia y en la configuración de espacios, una combinación de áreas privadas y comunes, accesibilidad en la modalidad de todo incluido, ofreciendo una amplia gama de servicios de limpieza, suministros, parking y, por supuesto, acceso a todas las zonas comunes, como gimnasio, 'coworking', cafetería, salón social e incluso 'pet spa' incluidos en la tarifa», enumera Sanz.

Las zonas comunes de un edificio gestionado por Greystar (Be Casa) en Valdebebas ABC

Otros nombres propios del 'flex living' son Dazia, Stoneweg, Argis o Temprano, que es el promotor que hay detrás de Livensa Living, que actualmente gestiona cinco alojamientos flexibles en la ciudad madrileña de Alcobendas, Donostia-San Sebastián, Valencia, Málaga y Valencia. «Ofrecemos edificios diseñados, decorados y pensados para cubrir todas las necesidades y gustos de los clientes: un servicio todo incluido con luz, agua, gas, wifi, limpieza y vigilancia 24/7», señala Chandras, que puntualiza que su intención es seguir creciendo en España, «aunque vemos también enorme potencial en Portugal e Italia, al ser dos mercados laborales con muchos profesionales jóvenes». No cabe duda de que el alojamiento flexible, a pesar su todavía bajo grado de madurez, es un negocio que ha venido para quedarse. «Es una alternativa que antes no existía o que era residual para aquellos que buscan un alquiler temporal y tienen necesidades cambiantes, algo cada vez más normal en nuestro sociedad», concluye Rodríguez.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios