'Coliving' o compartir casas de lujo, la nueva apuesta entre los ejecutivos y millonarios

Sin embargo, lo que para muchos resulta nuevo hace ya años que se está llevando a cabo, como por ejemplo el ‘coliving’ , que sería algo así como levar más allá el coworking o espacio de trabajo, y compartir también casa. Un fenómeno que se inició en Silicon Valley allá por el 2015 entre jóvenes que rozaban la treintena que no querían renunciar a la vida social en el ámbito laboral, aunque fuera con personas que no pertenecían a su empresa.

En el ‘coliving’ entra en juego el componente de la convivencia y el factor de a mpliar el círculo de conocidos tanto en la vida social como en el ámbito laboral, donde puede convertirse en un elemento inspirador para los trabajos más creativos. Según el objetivo que se tenga existen diferentes tipos: desde periodos en un mismo lugar a grupos que se trasladan cada mes a una ciudad diferente durante aproximadamente un año.

Mientras que en Estados Unidos y Bali está bastante establecido, al otro lado del charco, en Europa, cada vez está teniendo más éxito, implantándose por primera vez en Berlín y proliferando en zonas como París, Bruselas, Madrid o incluso Canarias (donde por cierto este año más que nunca está experimentando un gran crecimiento).

Pero como todo en esta vida, existen diferentes categorías para todos los bolsillos, y si antes el concepto estaba más focalizado al low cost y un público más joven, ahora se está desarrollando en versión lujo para los bolsillos más pudientes y un rango de edad un tanto más alto. En este target destacan las figuras de los altos ejecutivos que viven de un lado para otro y que en ocasiones llevan una vida bastante solitaria, de modo que así puedan relacionarse con personas con estilos de vida similares al suyo sin tener que renunciar al confort y a la buena vida.

Uno de los ejemplos más destacables de este nuevo ‘coliving’ para sibaritas lo encontramos en la empresa belga Cohub , que ha rehabilitado edificios históricos en Bruselas y que también posee asentamientos en Nueva York o París. En este espacio las casas suelen tener unas dimensiones aproximadas de unos 1.500 metros cuadrados y las habitaciones cuentan con un pequeño salón privado, despacho y cama XXL todo ello con una decoración de lo más vanguardista de la mano del prestigioso arquitecto belga Lionel Jadot.

En los espacios comunes también hay salas de reuniones, gimnasio y jardines, y además se organizan actividades como brunch o noches de cine y copas para favorecer los lazos entre los convivientes. El precio de la más barata ronda los 950 euros mensuales e incluye servicio de limpieza, una oferta más que apetecible para los que buscan dar un cambio a su vida profesional y personal.

“Esta casa en particular surgió porque nos dimos cuenta de que muchas personas de más de 35 años buscaban esta experiencia de comunidad y no teníamos una casa adecuada para ellos”, explica Camille Navarro, una franco-española que trabaja como community manager y portavoz de Cohabs y puntualiza que está proyectada especialmente para parejas, solteros y divorciados con hijos con alto nivel adquisitivo.

En vistas del tirón del teletrabajo, todo apunta a que estamos ante un proyecto que crecerá exponencialmente. Habrá que esperar para comprobarlo