El viacrucis laboral de los jóvenes: sueldos 35% más bajos y precariedad
Los que están independizados viven en hogares con una renta un 15% inferior a la media
Madrid generó un 25% de los 539.740 empleos creados en España en 2023
Madrid
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Iniciar sesiónMillenials, generación Z... Están más que preparados, pero vivirán peor que sus padres. La crisis financiera rompió los esquemas laborales en España y, a golpe de la recuperación, impuso una devaluación salarial que permitió a nuestro país salir de la recesión, pero con ... secuelas que hoy pagan, los jóvenes, y los no tan jóvenes. Y, lo peor, sin esperar un vuelco en la situación.
Salarios más bajos, más paro, más precariedad, dificultad para llegar a fin de mes... La juventud dista de tener unas condiciones de vida homogéneas, pero buena parte accede al mercado de trabajo con dificultades y su peso en la población parada es el doble que en la ocupada. Es una de las conclusiones del estudio 'Presente y futuro de la juventud española. Una perspectiva socioeconómica' elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Universidad de Valencia para la Fundación BBVA.
El funcionario perderá su puesto si no supera las pruebas de desempeño
Susana AlcelayEl sueldo y los ascensos dependerán de evaluaciones anuales obligatorias, cuyos criterios se negociarán entre la Administración y los sindicatos
Asegura el trabajo que «la extendida precariedad laboral» explica que la renta por unidad de consumo (teniendo en cuenta la composición del hogar) de los hogares cuyos sustentadores principales son jóvenes de entre 16 y 29 años sea un 15% inferior a la media. Los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE refleja que el 53,2% de las personas en esa franja de edad tienen dificultades para llegar a final de mes, 5,4 puntos porcentuales por encima del promedio de la población.
Una situación que, según el trabajo sucede a pesar de que la juventud actual disfruta de más oportunidades educativas, aunque no todos hayan alcanzado los mismos resultados. La mitad de los que tienen entre 25 y 29 años tienen estudios superiores, universitarios o de formación profesional superior, cuatro veces más que en 1980. Pero un 25% de ellos sólo cuentan con estudios obligatorios.
Condiciones laborales de los jóvenes
En 2022. Datos en %
Población total
Jóvenes de 16 a 29 años
45,7
25,4
25,2
22,4
21,1
16,3
13,5
12,9
0
Parcialidad
(% ocupados)
Temporalidad
(% asalariados)
Tasa de paro
(% activos)
Ganancia media
anual bruta
(miles de euros, 2020)
Fuente: INE / ABC
Condiciones laborales
de los jóvenes
En 2022. Datos en %
Población
total
Jóvenes
de 16 a 29 años
13,5
Parcialidad
(% ocupados)
25,4
21,1
Temporalidad
(% asalariados)
45,7
12,9
Tasa de paro
(% activos)
22,4
Ganancia media
anual bruta
(miles de euros, 2020)
25,2
16,3
0
Fuente: INE / ABC
Aunque los jóvenes de entre 16 y 29 años tienen rasgos generacionales comunes, los factores socioeconómicos de origen y, muy especialmente, la formación alcanzada, marcan importantes diferencias entre ellos. Y lo hacen principalmente en sus posibilidades de inserción laboral, «pero también en otros importantes ámbitos de sus trayectorias vitales», dice el estudio, en el que se apunta que «la diversidad de situaciones personales es muy notable y, por esa razón, considerar que los miembros de una misma generación disfrutan o padecen las mismas condiciones de vida y se enfrentan a los mismos escenarios futuros es un error».
La monografía publicada por la Fundación BBVA y el IVIE describe cuatro perfiles de jóvenes que se diferencian por su situación y oportunidades. En el grupo más desfavorable, formado por casi un millón de 'ninis', se encuentra el 14% de jóvenes que ni estudian ni trabajan. En el lado opuesto, se sitúa el grupo con un entorno familiar o escolar favorable, con estudios universitarios y trabajos cualificados, contratos estables y salarios elevados. Entre estos dos extremos, están los jóvenes que trabajan, pero de forma irregular y con bajos salarios, y aquellos que han acabado formación posobligatoria y tienen empleos con cierta estabilidad laboral.
Peores trabajos
La investigación, dirigida por Francisco Pérez, director de investigación del IVIE, encuentra diversidad de posiciones, pero también rasgos comunes. Destaca que los jóvenes están más expuestos a los vaivenes del ciclo económico y la calidad media de sus ocupaciones es peor. Y los datos son demoledores: el 25,4% de los jóvenes trabaja con contratos a tiempo parcial, 12 puntos por encima de la media, y la tasa de temporalidad dobla el promedio.
Los sueldos son reflejo de la precariedad laboral y en el caso de los que tienen entre 16 y 29 años son un 35% inferiores a la media, además de que el progreso de sus ingresos a lo largo de la vida laboral está siendo más lento. Mientras las cohortes anteriores alcanzaban una base de cotización similar a la media antes de los 27 años, actualmente, a los 34 años todavía no la han alcanzado.
El 45% de los menores de 30 años tienen un contrato temporal y la mitad afronta dificultades para llegar a fin de mes
El estudio de la Fundación BBVA y el IVIE puntualiza que en torno a esos promedios existen diferencias entre distintos grupos: los jóvenes menos formados tienen menos posibilidades de conseguir buenos empleos y progresar, tanto en estabilidad laboral como en salario, y las mayores ventajas las consiguen los que tienen estudios superiores. Añaden que, descontado el efecto de otras variables distintas del nivel de estudios, los jóvenes con formación profesional de grado superior logran sueldos medios un 11,3% mayores que los que sólo tienen educación obligatoria y que los universitarios tienen empleos un 33,8% mejor remunerados.
Parte de las ventajas salariales de los jóvenes más cualificados está en su preparación para ocupar empleos que requieren conocimientos avanzados en competencias que los mayores no pudieron adquirir. Gracias a ello, en el empleo joven de 25 a 29 años pesan más los puestos más cualificados (38,7%) que en el conjunto de los ocupados (35,6%).
Movilidad social
El trabajo apunta que los avances educativos en España han impulsado la movilidad social, y que la mitad de los jóvenes entre 25 y 29 años tenga estudios superiores, universitarios o de formación profesional, cuatro veces más que en 1980. Sin embargo, ese «ascensor social no ha priorizado en la asignación de sus recursos la compensación de las carencias del alumnado desfavorecido», lo que «deja cicatrices duraderas porque marcan el futuro laboral y socioeconómico de la juventud».
Los investigadores del IVIE concluyen que «aunque la situación de los jóvenes es heterogénea, la precariedad laboral es uno de sus principales problemas, que se traduce en menores ingresos, debido a las bajas tasas de ocupación y de salarios, y en retraso en la emancipación y la natalidad». La renta media por unidad de consumo de los hogares en los que el sustentador principal tiene entre 16 y 29 años es de unos 16.000 euros anuales, un 15% menos que la media de los hogares. La renta es hasta un 40% inferior a la media en el caso de los hogares cuyo sustentador principal es un joven sin formación superior (11.000 euros anuales).
Por último, el informe recuerda que la juventud emancipada vive mayoritariamente de alquiler y debe dedicar casi la mitad de los ingresos del hogar a pagar alojamiento. Y tarda más que las generaciones anteriores en lograr el nivel salarial medio típico de cualquier profesión.
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