Sánchez riega a los sindicatos con 5 millones más pero rechaza ayudas directas a las empresas
La nueva inyección llega en el peor momento de la economía y eleva en más del 50% los 8,8 millones que preveían los Presupuestos
Pedro Sánchez con Pepe Álvarez y Unai Sordo
Los sindicatos se perfilan como unos de los grandes ganadores de los Presupuestos diseñados por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para 2021. El Congreso aprobó ayer una enmienda pactada por PSOE, Unidas Podemos y ERC que incluye aumentar en cinco millones los fondos para subvencionar ... a las organizaciones sindicales. Estas elevan en más del 50% los 8,8 millones que preveían los Presupuestos y que venían recibiendo las centrales desde el año 2013. El montante extra se dividirá, según refleja el texto, entre los distintos sindicatos en función de la representatividad y el propósito al que deben destinarse estos fondos, según se especifica, a «actividades de carácter sindical».
La enmienda fue aprobada con 191 votos a favor, procedentes de PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu y Cs, que votó a favor por error. El PP votó en contra, mientras que PNV optó por la abstención . En cuanto a Vox, ni siquiera participó en la votación. Esta enmienda está incluida en una nueva tanda de cambios pactados por el Gobierno con sus socios y entre las que figura, entre otras cuestiones, otra nueva cesión en infraestructuras ferroviarias a los nacionalistas catalanes, con cien millones de euros más a la red de ferrocarril y las líneas de Cercanías así como fomentar la alta velocidad.
El monto para los sindicatos llega en un momento de extrema delicadeza del tejido empresarial español , que lleva meses reclamando ayudas directas del Estado, especialmente pymes y autónomos, los más maltratados por la crisis. Son la parte más frágil de todo el tejido productivo y su capacidad para sobrevivir sin ingresos y sin actividad es muy limitada. Y en esta pandemia el respaldo que han recibido ha sido inferior al desplegado en otras economías. Las ayudas de Sánchez a las empresas han sido, por ejemplo, seis veces menores que en Alemania y la mitad que en Francia o Italia (medido en tanto por ciento del PIB). Y el apoyo al tejido productivo será decisivo para activar la recuperación económica. Pero la pandemia ha supuesto un duro golpe también para las finanzas de las organizaciones sindicales. Muchos trabajadores han quedado en paro o ERTE con sus sueldos muy menguados, lo que ha repercutido directamente en las cuotas que satisfacen a las centrales.
¿Pero cómo se financian los sindicatos? La parte más importante viene de las subvenciones que reciben, aunque se nieguen a admitir que son organizaciones subvencionadas. Su funcionamiento se puede decir que es en gran parte gracias al dinero público. Y este no se lo concede solamente el Estado, a través de los Presupuestos Generales, sino que también ingresan vía comunidades autónomas y ayuntamientos.
En los últimos años, sin embargo, sus ingresos públicos sufrieron una merma. El Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos optó por mantener congeladas las subvenciones para los sindicatos en 2020, tal y como ya hizo Sánchez en 2018 y 2019, dejando intactos así los recortes impuestos por Rajoy tras la crisis financiera de la pasada década . Las organizaciones que dirigen Unai Sordo (y Pepe Álvarez han manejado este año cerca de nueve millones, en línea con los fondos públicos que llevan percibiendo anualmente desde 2013. En el Presupuesto de 2019, que no llegó a aprobarse, estaba prevista una subida del 6% que quedó frustrada.
Los nuevos recursos llegarán a los cuarteles generales de UGT y CC.OO. en un momento con distintas sensibilidades hacia el Gobierno de coalición. Buscan apaciguar a Pepe Álvarez, que brama contra Pedro Sánchez por sentirse traicionado en la conformación del nuevo Gobierno, en el que su sindicato ni pincha, ni corta. El líder de UGT mira con recelo a su aliado en CC.OO., Unai Sordo, ideólogo de las medidas laborales de Yolanda Díaz, sobre la que tiene más que influencia en la toma de decisiones. Su grado de satisfacción con el Ejecutivo es notable; su red de influencia se ha ampliado y no cuestiona nada, salvo en casos muy sangrantes. Los suyos, vaya, los comunistas, han logrado colarse en el primer Ejecutivo de coalición de la democracia con tres ministerios y una vicepresidencia. Ni en sueños pensaron que podría llegar a ocurrir.
Álvarez, por el contrario, no ha parado de reprochar al presidente su gestión de la crisis. Sus dardos han ido en todas las direcciones. Sobre la reforma laboral llegó a decir que «el Gobierno no es tan de izquierdas y le falta voluntad política contra la reforma laboral» . También se desmarcó de las críticas de Iglesias al empresario Amancio Ortega y, recientemente, en el diario «El País» afirmó que «la Administración no ha tenido capacidad de gestión en la crisis».