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Los ricos también lloran

Todas las grandes crisis tienen sus héroes/víctimas y sus villanos/verdugos. Por regla general, los primeros suelen representar el drama del hombre común castigado por las fuerzas de la recesión. Uno de los símbolos paradigmáticos y dramáticos de este grupo son los protagonistas de ... la obra de Steinbeck, Las Uvas de la Ira, centrada en la época de la Gran Depresión. En el campo de los malos, siempre se caricaturiza a los mismos; un puñado de corruptos financieros sin escrúpulos cuyos turbios manejos han sido una causa determinante de la catástrofe. En los años treinta de la pasada centuria se convirtió en chivo expiatorio de ese sector a Samuel Insull, acusado de miles de tropelías por las autoridades federales. En este momento, la mayor debacle económica del último medio siglo aún no tiene su novela ni su película pero ya cuenta con un malvado oficial, Mr. Madoff. La codicia de la mano de la estafa ha generado pérdidas por valor de unos 50.000 millones de dólares a inversores de muy altos niveles de renta. En mucha gente, este asunto ha generado una reacción esquizofrénica, la indignación ante el fraude, acompañada de una oculta satisfacción ante la naturaleza de los estafados, los ricos.

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