Los jóvenes que paguen alquileres desorbitados no podrán acceder al bono vivienda de Sánchez

Así, los planes del Gobierno pasan por excluir del bono a los inquilinos que asumen precios prohibitivos. Según confirman fuentes del Ministerio de Transportes a este periódico, la ayuda recogerá un límite de precios a partir del cuál no se podrá solicitar.

La intención con esta medida es evitar beneficiar a jóvenes que en realidad no necesitan la ayuda, aunque tengan unos ingresos inferiores a 23.725 euros anuales, el límite anunciado por el Gobierno. « Es evidente que una persona que paga un alquiler de 3.000 o 4.000 euros no necesita apoyo , aunque en principio no tenga un salario muy elevado. En estos casos suelen ser inquilinos que tienen ayuda familiar», explican estas fuentes.

Es decir, para obtener el bono vivienda de 250 euros mensuales no solo hará falta tener unos ingresos bajos, sino también acreditar que se está pagando un alquiler determinado. ¿Dónde estará el límite? Fuentes del Ejecutivo aseguran que todavía no se ha definido, aunque defienden que este podría situarse en un rango cercano a los mil euros. En principio, el Gobierno fijará una horquilla determinada y serán las comunidades autónoma s -que se encargarán de gestionar los fondos y la ayuda- las que establecerán los topes definitivos.

Transportes es consciente de que no cunde lo mismo 250 euros para pagar el alquiler en Madrid que en Extremadura. Por eso discriminará la ayuda por comunidades y también la limitará a la baja. Así, el bono no podrá superar en ningún caso el alquiler mensual, algo que aunque es poco común puede llegar a producirse en determinadas zonas del interior de España. Si el alquiler es de 200 euros, la ayuda no podrá superar los 200 euros.

De igual forma, aunque varios jóvenes que compartan piso podrán solicitar a la vez el bono, si la suma de estos incentivos supera el alquiler que pagan mensualmente, también se limitará el apoyo.

La clave en todo el proceso será el contrato que presente el inquilino. Porque habrá que presentar un contrato para acceder a los incentivos. Un requisito con el que el Ejecutivo pretende evitar que los caseros se aprovechen de la subvención y encarezcan aún más los precios. «Los propietarios no sabrán si el joven al que alquilan la vivienda cuenta con el bono de 250 euros o no», explican desde Transportes. Eso sí, si se prorroga el contrato bajo las mismas condiciones también se podrá mantener la ayuda.

Aunque en un primer momento el presidente del Gobierno vendió el incentivo como una ayuda para emanciparse, desde el departamento dirigido por Raquel Sánchez puntualizan que en realidad se trata de un apoyo para pagar el alquiler de jóvenes que ya tengan un contrato en vigor.

La intención del Ejecutivo es que la ayuda esté vigente el próximo 1 de enero. Para ello, tendrá que aprobar un decreto -en principio irá al Consejo de Ministros durante el mes de diciembre- y, tras ello, transferir los fondos a las comunidades autónomas, que serán las que delimitarán la ayuda. Si no llega a enero, el bono tendrá, en principio, efecto retroactivo.

El Gobierno ha reservado una partida de 200 millones de euros en los Presupuestos para sufragar esta ayuda, que se podrá disfrutar durante un máximo de dos años. El incentivo se dirigirá a jóvenes de entre 18 y 35 años y, según los cálculos de Transportes, beneficiará a un total de 70.000 jóvenes, lejos de los más de 350.000 ciudadanos que, según los cálculos del INE, podrían cumplir los requisitos iniciales.