Hazte premium Hazte premium

Emprendimiento digital al salir de clase

Poner en pie una startup nunca es una tarea sencilla, pero las dificultades se multiplican si la idea se ilumina en plena adolescencia. Sin embargo, no faltan ejemplos de cómo el tesón acaba rompiendo todas las barreras

Belén Rodrigo

España no destaca por ser un país de muchos emprendedores, aunque cada año que pasa parece que está más de moda emprender , especialmente entre los jóvenes. Según los datos recogidos en el ‘Indicador Ceaje de Emprendimiento’ elaborado por la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje), ocho de cada diez jóvenes empresarios consideran que en España no existe un ecosistema favorable para la creación de empresas . Además, el 78,2% de las personas que han emprendido reconocen que esta opción no se encuentra en estos momentos bien valorada por la sociedad.

Pero los tiempos están cambiado y las nuevas generaciones no se ven atados a un trabajo de por vida. Tampoco quieren saber de horarios fijos ni estar siempre sentados en la mesa de la oficina. Crear su propio destino profesional está ya más presente en la mente de los adolescentes . Aunque una cosa es pensarlo y otra llevarlo a la práctica. Como recuerda Ainhoa Zamora , directora del grado Leinn (Liderazgo Emprendedor e Innovación) en Teamlabs, campus de innovación y emprendimiento, «ideas hay muchas, y la diferencia entre una idea y un proyecto es ponerle una fecha ». Y para poner fecha, la edad no es un impedimento, como lo demuestran la historia de jóvenes que montaron sus empresas siendo menores de edad.

No es lo más habitual, sin duda, pero hay casos muy inspiradores entre los jóvenes con ideas muy claras y muchas ganas de hacer algo distinto por sí mismos. Sus perfiles son muy diferentes y muchos de ellos no provienen de familias emprendedoras . Al contrario, ha sido una apuesta personal suya, a veces sintiéndose algo incomprendidos por la familia y amigos.

«Los jóvenes emprendedores quieren hacer algo diferente, son muy activos e inquietos. Buscan además soluciones a retos sociales y vemos sobre todo la generación Z que busca hacer las cosas con propósito. Buscan soluciones emprendedoras», afirma la docente.

Cuando se comienza en el mundo del emprendimiento también se comienza un periodo de aprendizaje que nunca acaba . Y es importante tener en cuenta algunas consideraciones. Además de poner la fecha para hacer realidad una idea, «es clave el empoderamiento, la confianza en uno mismo. Deben creer en sus ideas, pero también ser humildes », indica Ainhoa Zamora. Otro punto importante es «que aprendan con otros, busquen un equipo. Cuando son jóvenes es habitual que piensen que les van a robar la idea, pero necesitan tener un equipo para desarrollar el proyecto», añade. Y otro de los aspectos fundamentales es el de «pasárselo bien con lo que hacen». Eso sí, sin olvidar que emprender «es duro» .

Gran parte de estos jóvenes empiezan encontrando sus propios recursos online . Hay quien opta por estudiar una licenciatura que encaje con los proyectos que está desarrollando y otros siguen su formación por libre. En el caso del grado Leinn, «esto no va de teoría, aplicamos todo en casos reales y es el propio equipo el que les exige», añade.

Tienen mucha vida por delante, pero a la vez tienen prisa por poner en marcha sus ideas. Y generalmente los ingresos que generan los invierten para seguir mejorando sus proyectos además de recurrir al ‘crowdfunding’.

1

Sergio Conejo empezó a emprender con 12 años Ángel de Antonio

«He ido aprendiendo de los problemas»

Al mes que viene Sergio Conejo cumplirá los 18 años y una de las primeras cosas que hará es darse de alta de autónomos y poner a su nombre las distintas empresas que ha creado. Este joven es un apasionado por la tecnología y los negocios y con doce años puso nombre a una comunidad de videojuegos, DeoxGames . «Al principio todos te ven como el raro, el friqi, porque pasaba muchas horas encerrado con el ordenador, pero me servía para evadirme de los problemas en clase, nunca se me han dado bien los estudios», confiesa Sergio. Dos años después creó Sewdo Studios , una agencia digital y en el 2019 empezó con Worksible , un marketplace de servicios profesionales. A pesar de su juventud Sergio tiene las ideas muy claras y siente que ha madurado mucho desde que comenzó su carrera como emprendedor . «Soy líder, no jefe, y todo el equipo disfruta con lo que hace. He ido aprendiendo de los problemas, porque siempre hay gente que te copia o critica», reflexiona.

No se ha sentido cómodo con los estudios (está en 2º Bachillerato) pero consigue lo que se propone cuando se trata de aprender a través de tutoriales , ya sea para programar un videojuego o crear una página web. «En este momento no me planteo seguir estudiando solo para tener el título, a través de cursos online se aprende mucho. Pero soy joven y tengo mucho tiempo por delante». En las próximas semanas sabrá si su proyecto ha sido elegido por la Lanzadera, la aceleradora de Juan Roig, lo que supondría pasar ocho meses en Valencia, una idea que le atrae mucho. «Me serviría para seguir formándome y ganar impulso», afirma, aunque va por buen camino, esperando cerrar este año con una facturación que ronda los 400.000 euros.

Para distraerse de las muchas horas que pasa programando, Sergio se monta en la moto y hace distintas rutas. También se cuida, yendo al gimnasio y saliendo a correr para mantenerse en forma, cuerpo y mente, al menos cuatro días por semana.

2

Goi espera facturar este año 20 millones de euros ABC

«Emprender es una actitud vital»

Desde muy pequeña Yaiza Canosa encontraba la forma de conseguir una sobrepaga. Por ejemplo, organizando concursos de canicas. Lo de ser emprendedora está en sus venas y como le gusta decir a ella, «es una actitud vital» con la que se aprende a «tolerar la frustración y la incertidumbre». Esta joven gallega que en breve cumplirá 28 años lleva desde los 16 creando empresas y no se le da nada mal. Empezó con un proyecto para el mundo audiovisual, y tras contactar con las productoras más grandes de Galicia dos la recibieron y una confió en ella. Empezó a estudiar ADE y acabó por irse a Barcelona a trabajar en una multinacional «donde aprendí muchísimo, y lo más importante, me di cuenta que no sirvo para trabajar para las empresas de los demás». En Madrid creó Glue Concept , una consultora comercial y tecnológica que gestiona también espacios de coworking. La compañía sigue en pie, aunque Yaiza vendió sus participaciones el año pasado para centrarse en su tercer proyecto, Goi .

La idea le empezó a rondar por la cabeza hace años, cuando vivía en Barcelona y echaba de menos los productos de su tierra. «Quise transportar todos esos productos y había muy mal servicio», recuerda la joven. Así que en 2017 se empezó a fraguar la idea de crear un operador logístico y tecnológico y en 2018 ya estaba operando . «Transportamos cosas voluminosas, las montamos e instalamos, todo ello con mucha tecnología», explica Yaiza, a quien le atrajo mucho investigar en el sector de la logística. Trabajan con grandes empresas como Ikea, Leroy Merlin o Bricor . En oficina Goi ya son más de 90 personas a las que hay que sumar 400 transportistas. Este año esperan facturar 20 millones de euros y aunque de momento se centran en consolidarse en España no descarta salir fuera en un futuro. Además de dirigir la empresa esta joven invierte en Bolsa y en satartups.

Yaiza Canosa estudió también un MBA en Madrid pero asegura que «la mejor forma de aprender es trabajar con gente mejor que tú, con gente que te da ejemplo y te enseña». Es la pequeña de seis hermanos y en su familia hay mucho funcionario, pero ningún emprendedor . Está encantada de trabajar en lo que le gusta y confiesa que su otra gran pasión es comer. Por eso asegura que espera jubilarse con un restaurante «en el que pueda hacer feliz a mucha gente».

3

La discapacidad visual de Miguel Coello le llevó a diseñar una app para mejorar la movilidad y la autonomía de las personas

«Con las empresas puedes cambiar el mundo»

Miguel Coello ha sido siempre un joven inquieto y con ganas de hacer muchas cosas. Cuenta con una discapacidad visual que entre otras cosas, le dificultaba sus movimientos en el Metro. Fue precisamente preguntando para poder moverse solo cuando se le ocurrió hacer su propia aplicación, Metrociego , ayudando así a otras personas como él. Tomó nota de cada recorrido que hacía para aprenderlo de memoria y así no tener que estar siempre solicitando ayuda. Estaba todavía en el instituto, era menor de edad, y poco a poco fue teniendo claro lo que quería hacer con su idea. «Se trataba de explicar cómo es cada estación, contando los obstáculos que tiene tales como papeleras, muros, techos bajos, escaleras mecánicas...», explica Miguel, quien tuvo como socio a su amigo Gonzalo Fuentes. Empezaron con una estación, «con el objetivo de ayudarme a mí en mis desplazamientos y fuimos añadiendo estaciones», puntualiza.

Si bien sus planes iniciales eran estudiar matemáticas, su experiencia con esta aplicación y una charla sobre emprendimiento le hicieron cambiar de opinión y matricularse en el grado Leinn en Teamlabs. «Creo que a través de las empresas puedes cambiar el mundo», afirma Miguel. Fue en la escuela donde encontró a su tercer socio para el proyecto, aunque con el paso del tiempo ha dado lugar a otro más ambicioso, Futoore . «Hemos sido más ambiciosos para ayudar a las personas con discapacidad y no solo en el Metro. El algoritmo que utilizamos analiza las rutas accesibles para todo s», cuenta el joven que ya está cursando el 4º curso del grado Leinn. «En la escuela cada uno lo vive de una forma distinta, puedes hacer los proyectos que quieras y te implicas más o menos. Se da mucha importancia a las personas con las que trabajas», matiza.

La aplicación Metrociego se llevó a cabo a través de campañas de ‘crowdfunding’ y ya han mapeado 120 estaciones . Cuenta con un funcionamiento sencillo, se elige estación de origen y destino y boca de salida y la app genera un texto que se puede leer o escuchar con un sistema de narración. Con Futoore dan un paso más, de momento añadiendo al metro centros comerciales y hospitales . «En nuestro modelo de negocio las empresas que quieran tener espacios accesibles pagarán por nuestra aplicación», aclara el joven. Coello recuerda que en España hay un 6% de la población con problemas de movilidad, según los datos del INE.

Además de su vena emprendedora Miguel toca el piano desde pequeño, también hace atletismo y es otro apasionado de la programación, donde es muy autodidacta. Se siente diferente a la mayoría de jóvenes de su edad, « los emprendedores ganamos madurez de otra forma y mucho antes . Vivimos procesos habituales para gente de 40 años. Lo mejor es que nos sentimos acompañados en este proceso».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación