Botín urge al Gobierno a apoyar a las empresas y acelerar la vuelta al trabajo de jóvenes e inmunizados

«Desde ahora, y entre todos, colaborando autoridades y sector privado como lo hemos hecho hasta ahora y al igual que lo han hecho algunos países que van por delante, debemos planificar cuanto antes la vuelta al trabajo, de los más jóvenes y de aquellos que ya están inmunizados, y al mismo tiempo asegurar que los más vulnerables a la enfermedad permanezcan protegidos», ha planteado la banquera durante la junta de accionistas del Santander, que por primera vez en su historia, y a raíz de la pandemia, se ha celebrado en la sede corporativa del banco en Boadilla del Monte (Madrid) y no en la capital cántabra, y únicamente de forma telemática, sin asistencia de accionistas.

Botín valora las medidas adoptadas por España y otros países para contener la propagación del Covid-19, que pasan básicamente por el confinamiento de la población en sus casas y la interrupción de la mayor parte de la actividad económica. Por eso, la ejecutiva reclama medidas de apoyo al tejido empresarial para que pueda soportar ese tiempo de parálisis y la recuperación económica posterior sea lo más vigorosa posibles. «Los gobiernos deben proporcionar a las empresas y los hogares la liquidez que necesitan para aguantar los próximos meses y así hacer que la crisis económica sea lo más breve posible y se evite la destrucción del tejido empresarial del país. La mayoría de las empresas necesitan el apoyo del gobierno para poder mantener los empleos en un entorno en el que la actividad se ha desplomado. Ésta es la mejor vía para salir rápidamente de la crisis económica derivada de la crisis sanitaria», ha dicho.

El discurso de Botín a los accionistas del Santander estuvo marcado por los efectos de la pandemia y las medidas que a su juicio son necesarias tomar para superar esta crisis sanitaria y económica. Y, en este sentido, la banquera dio un toque de atención a la Comisión Europea por la tímida respuesta que hasta ahora ha tenido, incluida la negativa de países como Holanda y Alemania a desplegar herramientas de mutualización de la deuda para poder paliar los efectos económicos del brote. «En esta crisis Europa no se puede quedar atrás. Ahora es el momento de que Europa esté a la altura de las circunstancias y lidere una respuesta más rápida y más coordinada», ha reclamado Botín, quien ha ha advertido a las autoridades comunitarias de que «es el momento de mostrar la cara más solidaria de Europa». «Eso es lo que permitirá reforzar la confianza de todos los ciudadanos en el proyecto europeo y seguir avanzando en él. Sin solidaridad no hay unión», ha señalado en clara referencia al riesgo de generar más desapego hacia la Unión Europea en determinados países si Bruselas no brinda el apoyo económico que ahora se espera de la Comisión.

«Esta crisis no es una crisis financiera como la del 2008. Hoy, los bancos somos parte de la solución. Somos mucho más fuertes y estamos preparados para afrontar desafíos globales como el coronavirus», ha apuntado la presidenta del Santander, que ha recortado el sueldo a su cúpula y cancelado la retribución a los accionistas para elevar la capacidad crediticia del banco en estos momentos y crear un fondo de 25 millones de euros para la compra de material y equipamiento médico.

Apenas unas horas antes de celebrarse la junta, el consejo de administración del banco, siguiendo la exigencia del Banco Central Europeo (BCE) a todos los bancos de la Eurozona para que no paguen dividendos al menos hasta el próximo octubre, decidió cancelar el dividendo complementario con cargo a las cuentas de 2019, que se iba a pagar el próximo mes de mayo y suponía el desembolso de más de 1.600 millones de euros, y el dividendo con cargo a los beneficios de este año hasta conocer el impacto final del coronavirus en las cuentas del grupo. De esta forma, los accionistas del Santander solo han cobrado 0,10 euros por acción con cargo a 2019, dividendo ordinario pagado ya en noviembre del año pasado. «Soy consciente de que para muchos miles de personas que valoran de manera especial el dividendo, esto no es una buena noticia y puede suponer mayor presión financiera en un momento ya de por sí malo», ha reconocido Botín, quien ha enmarcado esta decisión en la necesidad de cumplir con las directrices del supervisor y dotar al banco de la estabilidad necesaria.

Botín ha calculado que al no distribuir los 1.600 millones de euros del dividendo complementario de 2019 y cancelar por ahora la totalidad de la retribución de 2020, el banco tendrá margen para elevar el crédito a empresas y familias en 90.000 millones de euros. «Apoyando a las empresas y a las familias ahora, ayudaremos a la economía a recuperarse más rápido, a las personas a volver a sus trabajos y a generar el crecimiento que impulsará nuestro negocio y generará retornos a nuestros accionistas en el futuro», ha defendido.

El impacto económico de la pandemia del coronavirus no será inocuo para el Santander. «Es demasiado pronto para entender y cuantificar cuál será el impacto total causado por la pandemia en las economías en las que operamos», ha dicho Botín, quien en todo caso ha advertido que, según las estimaciones de todos los organismos, «el impacto en el corto plazo será muy relevante» y a la profunda contracción del PIB mundial del primer semestre le seguirá previsiblemente «una recuperación notable, pero no tan intensa como la caída en la primera parte del año».

En ese escenario, el órgano de máxima dirección del Santander se prepara para revisar los compromisos financieros que había asumido en su último plan estratégico, que dada la incertidumbre ya había dejado de ser trienal y se había sustituido por un plan con objetivos a medio plazo, entre ellos alcanzar un crecimiento del beneficio por acción en los próximos tres años de doble dígito. «Dada la incertidumbre y la falta de visibilidad que existe sobre la evolución de las economías en el corto plazo, revisaremos nuestros objetivos a medio plazo una vez se estabilice la situación», ha avanzado la banquera.