La batalla autonómica amenaza la baja tributación para las herencias

Ningún otro impuesto presenta una dispersión tan grande entre comunidades. El tributo concentra como pocos la dicotomía sobre hasta qué punto se debe sacrificar la responsabilidad fiscal para que las comunidades puedan elegir su presión fiscal , en favor de la armonización fiscal en el nuevo sistema.

Esta diferencia teórica va más allá de la ideología de partido: en la Conferencia de Presidentes, las regiones socialistas de Andalucía, Extremadura, Aragón Asturias y Castilla-La Mancha defendieron la armonización. Galicia (gobernada por el Partido Popular) abogó por el establecimiento de horquillas en el impuesto mientras que Madrid (PP) defendió mantener la responsabilidad fiscal del modelo actual para que cada región española decida. Baleares (del PSOE) coincidió en este punto pero reclamó eliminar el «dumping fiscal» de regiones como Madrid por sus bajos impuestos. La polémica está servida.

La importancia del tributo en el debate también supera en importancia a su recaudación, de 2.454 millones en 2015 , apenas un 0,2% del PIB.

La dispersión fiscal tiene varios efectos sobre los contribuyentes. Las cuantiosas bonificaciones del Impuesto de Sucesiones en Madrid han provocado que la comunidad sea el refugio favorito de las herencias en los últimos años desde otras regiones como A ndalucía, Cataluña o Asturias , con impuestos menos amables. Un caso conocido fue el de Cayetana Fitz-James Stuart , duquesa de Alba. Tras su muerte en noviembre de 2014, sus herederos alegaron que tributarían en Madrid, ya que allí estaba empadronada, ante las quejas de la Junta de Andalucía, que defendía que pagara sus impuestos en esa comunidad, ya que residía amplios periodos en Sevilla, ciudad donde murió.

Sin embargo, los expertos creen que esta diáspora se produce entre algunos jugosos patrimonios más que entre muchos contribuyentes. El decano del Colegio Notarial de la Comunidad Valenciana, Francisco Cantos Viñals, señala que el número de personas que cambian de residencia por el impuesto es muy reducido debido a los propios requisitos del tributo. A efectos de Sucesiones, los herederos tributarán en la comunidad autónoma donde más tiempo hubiera residido el fallecido en los cinco años inmediatos anteriores al deceso. Esta regla trata de evitar que una persona muy anciana o gravemente enferma decida cambiar de residencia de forma inmediata para que sus herederos paguen menos.

Otro de los efectos que tiene la dispersión es el efecto que puede tener la alta presión fiscal en Sucesiones a la hora de que los contribuyentes finalmente renuncien a la herencia . Según las estadísticas del Consejo General del Notariado, en 2015 hubo 37.647 renuncias, que suponen el 13% de las 292.047 herencias que hubo en 2015. Asturias, una de las autonomías con un Impuesto de Sucesiones más alto hay, es la comunidad donde más renuncias hay (un 22,9% del total) y Castilla y León (un 5,9%), la que menos. Sin embargo, la relación entre renuncias e impuestos altos no es lineal entre autonomías. Comunidad Valenciana , que tiene impuestos más altos que Canarias, tiene menos renuncias con un 10% de la primera frente al 14,9% de la segunda.

Cantos desliga el número total de renuncias a los impuestos . «Creo que es por otros factores, más relacionados a si las herencias se tratan de bienes líquidos o son inmuebles, cuadros y bienes más difíciles de vender. También ha influido mucho la crisis. En Comunidad Valenciana en 2007 y 2015 se multiplicaron por seis las renuncias y los impuestos en Sucesiones no cambiaron en este periodo», sostiene.

El Consejo General de Economistas y el REAF -REGAF (Registro de Economistas Asesores Fiscales) presentará mañana su Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral, en el que calcula las diferencias entre comunidades autónomas. El presidente del Consejo General de Colegios de Economistas, Valentí Pich, reclama un marco «claro, transparente y estable» del Impuesto de Sucesiones, con una armonización del tributo que reduzca la presión fiscal actual en la mayoría de regiones españolas.

Entre los expertos designados por autonomías y Gobierno para trabajar en un informe sobre el futuro sistema de financiación, hay mayor acuerdo que entre los políticos. La mayoría se inclinan por homogeneizar y establecer límites a la baja. Así lo recoge el ciclo de encuentros de S’Agaró, organizados por Fedea y la Fundación Olof Palme el pasado mes de mayo en los que participaron siete de los 21 expertos que hay en el comité.

El propio comité de expertos para la reforma fiscal, presidido por Manuel Lagares que también está en el grupo de sabios de la financiación, contemplaba la homogeneización de los impuestos a las herencias entre comunidades, de forma que se bajaran a un tipo que oscilase entre el 4 y el 10%. Pero la decisión de cómo quedará el impuesto será política, un terreno donde los acuerdos escasean.