real madrid
Benzema, de la coca-cola con Florentino en su casa de Lyon al esmoquin del Balón de Oro en París
Karim, el único jugador a quién el presidente blanco ha ido a ficharle a su casa, toca el cielo a sus 34 años con el galardón individual más prestigioso
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Iniciar sesiónPrimavera de 2009. Florentino Pérez anuncia que se presentará a las elecciones a la presidencia del Real Madrid, previstas para el 14 de junio. Tres años después de su dimisión, el mandatario blanco entiende que el club ha tomado una peligrosa deriva deportiva y ... económica que toca techo con el pucherazo en asamblea de socios compromisarios de febrero de ese mismo año, que acabó costándole el puesto a Ramón Calderón. Era una idea que ya llevaba tiempo valorando y trabajando, hasta que el esperpento del expresidente le hace dar el paso definitivo. Lo hace convencido de la victoria, que ni la acaba necesitando porque nadie más se presenta a los comicios, y con un meticuloso plan deportivo bajo el brazo. Como en su primera etapa, ve la obligación de dar un golpe en la mesa con la llegada de los mejores jugadores del mundo, pero con la diferencia de que en esta ocasión la inversión la lleva al completo nada más aterrizar. 300 millones de euros en el mercado veraniego de 2009, de los que 35 van destinados a Karim Benzema, a ojos de Florentino el heredero de Ronaldo Nazario.
Nunca antes lo hizo y nunca antes lo ha vuelto a hacer. Era tal el convencimiento del presidente del Madrid en ese joven delantero francés del Olympique de Lyon, que se fue directamente a su casa a ficharlo. A través de sus padres y agente, cerró una cita y una vez allí, y tras ofrecerle una coca cola que gustosamente tomó Florentino, los progenitores y de Benzema llamaron a su hijo. «Ven a casa ahora mismo», le comentaron. Karim, que estaba con su pandilla disfrutando de un rato de ocio les dijo que no tenía tiempo, así que no hubo más remedio que hablarle claro: «Tienes que venir, está aquí Florentino». Tras escuchar el nombre del presidente del Madrid, la primera imagen que se le vino a Benzema a la cabeza fue la de Figo, Zidane, Ronaldo y Bekcham, los galácticos que contrató Pérez en su primer mandato. Dejó a sus amigos, fue a casa, le dijo un tímido hola a Florentino, que se dirigió a él y a su familia en francés, y dejaron cerrado su fichaje por el Real Madrid.
Trece años después el delantero francés es el único jugador que se mantiene en la plantilla desde el regreso de Florentino, el capitán del equipo, el segundo madridista con más títulos (24) tras Marcelo (25), el segundo máximo goleador del club (328) tras Cristiano (451) y, desde esta noche, el futbolista número 12 en la historia del Real Madrid que gana el Balón de Oro: «Estoy muy orgulloso. Es un sueño de niño. He tenido buenos modelos en mi vida, como Zidane o Florentino, y me he esforzado mucho para lograrlo. Ha sido difícil, pero todo el esfuerzo ha merecido la pena. Estoy muy feliz», dijo Karim tras recibir el trofeo de las manos de Zidane. El francés acudió a la gala vestido con un esmoquin idéntico al que llevó el rapero Tupac, su ídolo, en la entrega de los American Music Awards de enero de 1996, ocho meses antes de ser asesinado.
El camino no siempre tuvo la alfombra roja que este lunes pisó orgulloso, sonriente y feliz Benzema en el Théâtre du Châtelet de París. Su carrera en el Real Madrid no fue sencilla hasta que en el verano de 2018 Ronaldo se marchó a la Juventus y él dio un paso adelante. Hasta entonces, Karim vivió una montaña rusa como madridista en la que tuvo momentos muy delicados, como cuando Mourinho le llegó a comparar con un gato a la hora de salir a cazar o un amplio sector de la afición pedía su venta a gritos por su sangre de horchata, allá por 2015: «No estaba mentalizado a lo qué significa el Real Madrid, la ciudad de Madrid, el equipo, la gente... Mucha presión. Miraba en el vestuario y veía a los mejores. Yo estaba solo y no hablaba español. Si no te sientes bien fuera del campo, dentro es muy complicado», explicó Benzema años atrás.
En ambas situaciones, como en todas en las que se ha dudado de él, Florentino siempre estuvo a su lado. Nadie ha creído más en Karim que el presidente. Fidelidad y creencia absoluta en su talento y su capacidad: «Es un premio individual, pero no deja de ser un premio colectivo. Gracias a todos mis compañeros de equipo tanto en el Madrid como en la selección de Francia, y a mi entrenador. Por supuesto, a mi gran presidente, que para mí es un miembro de mi familia. Me dio un día la oportunidad de jugar y firmar por el Madrid y desde ese día siempre ha estado a mi lado, me ha apoyado y ha confiado en mí. Tiene todo mi respeto», dijo Karim ante un Florentino emocionado.
Cambios radicales
El presidente ya puede presumir de un Balón de Oro que siempre tuvo claro que, antes o después, ganaría Karim. Un premio que hace justicia a los brillantes últimos cuatro años de Benzema en los que ha explotado, en todos los sentidos. A su ya conocida calidad individual le ha sumado liderazgo, compromiso, regularidad y mayor eficacia ante la portería rival para convertirse en el futbolista franquicia del Madrid. Para ello, se ayudó de un materia que hasta entonces la tenía subestimada: la nutrición. Benzema no tenía pudor ninguno en comprarse unos cuantos sándwiches de atún con tomate de gasolinera y comérselos sin respirar. Era habitual en él consumo de comida basura hasta que se puso en manos de Alberto Mastromatteo, fundador y director de Summumm, empresa de chefs a domicilio especializada en nutrición dietética y servicios personalizados a deportistas.
Es tal la confianza de Benzema en su chef, que este martes será el encargado de organizar una cena en The Peninsula, un hotel de lujo de cinco estrellas ubicado a solo kilómetro y medio de la Torre Eiffel, en el que acudirán 250 personas entre amistades, familiares y personas de confianza y del entorno del rap, el hip hop y de la moda, tres de las pasiones de Karim. Un detalle del futbolista para la gente que siempre ha estado a su lado, pero el mejor plato de Alberto Mastromatteo se cocinó en aquella temporada 18-19, la primera del Madrid sin Cristiano.
Agua alcalina, brebajes y paz familiar: la receta de Benzema
Rubén CañizaresEl jefe del Madrid se reinventa desde 2018 con cambios radicales en su alimentación, en su entrenamiento y en su vida personal
Benzema logró perder ese curso cinco kilos, bajando de 86 a 81, un pesaje que mantiene desde entonces. ¿Cómo lo hizo? Con mucha disciplina y ciertos sacrificios. El primer mes y medio no tomó ni un gramo de azúcar y una vez pasado ese tiempo, y hasta hoy, su consumo lo tiene reducido a la mínima expresión. Eliminó también la comida basura de su dieta. Nada de sandwiches, pizzas ni hamburguesas de establecimientos de comida rápida.
A estas prohibiciones se le unieron novedades importantes. Karim introdujo en su vida el agua Kangen, también conocida como agua alcalina, un agua con un PH superior a lo normal (por encima del 7'5) que, entre otros beneficios, ejerce de antioxidante natural, aumenta el nivel de energía, hidrata las células, disminuye dolores y ayuda a la producción de oxígeno gracias a su composición molecular. Este agua se consigue gracias a una máquina de filtración, cuyo precio puede rondar los 5.000 euros. Su consumo habitual logra cuerpos menos propensos a desarrollar cáncer. De hecho, en Japón, se utiliza en centros sanitarios y restaurantes, y a pesar de que el agua de Madrid es de máxima calidad, Benzema también la utiliza para lavar los alimentos que ingiere.
Otra aportación fueron las microalgas. Proteína vegetal que ayuda, principalmente, a la desintoxicación del organismo, la eliminación de grasa, la regeneración celular y la protección de nuestro sistema inmunológico. Estas las consume junto a un caldo casero hecho con carcasas de pollo, huesos de caño y de rodilla, ternera y pescado. Un brebaje rico en colágeno y proteínas. Este caldo también lo utiliza Karim a la hora de cocinar pasta y arroces, dos de los alimentos que más suele consumir un futbolista de élite. También en el cocinado del salmón, su plato favorito junto al cuscús: «Yo creo que no hay edad para ganar el Balón de Oro. Hay jugadores de más de 30 años que mantienen un nivel muy alto. Es una combinación de trabajo, de tesón y de ganas. Yo me entreno un poco más que los demás y eso me ha permitido llegar desde donde he llegado», explicó ayer.
Renovación y selección francesa
Su preparación, más allá de los entrenamiento diarios, también sufrió una metamorfosis desde esa temporada 2018-19, en la que se autoimpuso una rutina y exigencia física que incluía cuatro horas de entrenamiento por la tardes, momento del día que hasta entonces Karim malgastaba en temas que nada tenían que ver con su profesión y el cuidado de su cuerpo. Lo hace habitualmente solo, en el gimnasio de su casa, pero en otras ocasiones se apoya en empleados del club, como el fisio Pedro Belón.
Benzema considera que su carrera en el Real Madrid no ha terminado con este Balón de Oro, y el Real Madrid también lo ve así. No hay anuncio oficial y no está previsto que lo haya próximamente, pero jugador y club tiene un acuerdo para prolongar su contrato hasta 2024. Karim termina su vinculación con el Madrid el próximo verano, pero ambos creen que aún tiene mucho que dar al club blanco, aunque en diciembre sume la hoja 35 a su calendario de vida. La idea de colgar las botas en Lyon, de momento, queda lejana. Ahora, prevalece el objetivo de alargar su estancia en la élite lo máximo posible, con su selección también en el punto de mira.
Benzema tiene muchas ganas de lograr un gran título con Francia, tras el veto que sufrió por el presidente de la Federación de su país, entre 2015 y 2021, por el caso sextape del que finalmente fue condenado a un año de prisión con suspensión de pena y una multa de 75.000 euros. Recibir el premio más prestigioso del fútbol a nivel individual en la capital de su país también supone una pequeña reivindicación para un futbolista que, en más de una ocasión, fue repudiado por los hinchas bleus, que ahora le consideran clave para que Francia pueda revalidar su corona mundial en Catar. No es para menos. Ya es, oficialmente, el número uno del planeta.
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