El bar de mou
La tecla era Carletto
A Xabi le ha ocurrido lo que al León Felipe de 'ya vendrá un viento fuerte que me lleve a mi sitio'
Opinión: 'A cama chica'
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Iniciar sesiónEl 'muerto' del Madrid de Xabi resucitó en San Mamés con el mismo centro del campo que marcó el inicio de la carrera de Bellingham en España de la mano de Ancelotti, los cuatro 'Beatles' blancos: Valverde, Camavinga, Aurealiano y, por supuesto, Bellingham, más ... Courtois atrás, y delante, Vinicius y Mbappé. Cuidarlos como la hormiga cuida del pulgón y que estén contentos es la única misión del entrenador, para chasco de los piperos, cuya vida es tan desgraciada que quieren que 'los niñatos millonarios' corran en el campo como los bregadores de Lotina en el Numancia de los 90. Ésa era la idea de Xabi al llegar al Bernabéu, que Vinicius fuera Gravesen. ¿Por qué Vinicius? Porque era el fácil: está en proceso de renovación y la mitad del madridismo lo detesta por el mero hecho de ser un chico que destaca, y de qué manera, en su trabajo. Xabi prefiere a Gonzalo, que tiene ese aire bizarro del Vaquilla de José Antonio de la Loma y encaja mejor en la demagogia pipera del correcalles. ¡Cuántas ovaciones del Bernabéu a aquellas carreras inútiles de Raúl por salvar un fuera de banda! En las teles, el sacamuelas de Benito repite que la cosa es correr y que hay que correr. Correr ¿para qué?, quería saber Lenin. Correr para poder formar parte del sistema de Xabi, cuyas angustias en la banda tampoco ayudan (ni la presencia de su segundo en pernetas hasta en diciembre, que somos el Madrid, y habría que aprender de la elegancia en el banquillo de los técnicos italianos). Un Madrid como de Dustin Hoffman, que se pasa todas las películas corriendo, incluso en 'Tootsie'. Más vueltas que un galgo para acostarse, ha dado Xabi, para acabar descubriendo que la tecla de este equipo era la de Carletto, derrotado por la peste de los cruzados rotos, que ahí están de vuelta, quién lo hubiera dicho, Courtois y Militao. A Xabi le ha ocurrido lo que al León Felipe de 'ya vendrá un viento fuerte que me lleve a mi sitio'. Adiós a su sistema, esa idea de jugar con prisa, 'prisa como si fueran a morirse', que decía Ruano, prisa por 'estar' antes de 'ser', esa prisa que nosotros, o sea ellos, estos futbolistas, no conocimos nunca, porque nuestro juego era otro y estaba en la alegría de andar y en el horror de llegar.
–La prisa es para aquel que supone que parte de la pura nada y para quien todo va a significar ganancia. Nosotros salíamos ya ganados. No desganados.
La prisa, para el Leverkusen, con su tedio, que es otra prisa ('Una como desesperación tranquila'). Dicen que la discrepancia entre jugadores y entrenador quedó zanjada con el abrazo de Xabi y Vinicius en San Mamés, que tampoco fue el abrazo del general Serrano a Pavía en Pinto, que resultaría ser el acontecimiento más conmovedor de la Gloriosa. Pareció un abrazo de conveniencia, más por parte del entrenador que del jugador, pero fue un abrazo que, unido a los tres goles, pone al equipo en la senda constitucional y entrará a la Historia si esta gente conquista la 16 en el Puskás Aréna de Budapest contra el Bayern de Neuer y Kane, siempre que se insista en la tecla Carletto, pero sin las lesiones de Carletto. Que aguanten Courtois, Militao, Rudiger, Aureliano, Camavinga, Bellingham, Vinicius y Mbappé.
¿Courtois o Neuer ('Noya', en la prosodia de Estado de Rivero)? El piperío, por cierto, se la lió parda a Xabi porque éste, todavía jugador, dijo que Neuer era el mejor portero que había conocido. ¿Cómo podía afrentar de tal manera a Casillas? Sin duda, tenía que ser la mala influencia de Mourinho. Los piperos, desde luego, constituyen la mayor carga del Madrid: los que hacen insoportable el madridismo ambiental que exudan los 'butanitos' del 'podcasting'.
La prueba del nueve, el City. No importa el Celta. La Liga tebana no importa. Salvo para calibrar sensaciones. Las sensaciones en Bilbao fueron buenas hasta que cayeron lesionados Camavinga y Trent, dos fenómenos, ay, en el punto de mira pipero. Trent es el único futbolista del mundo en posesión de los cuatro misiles balísticos (alcance corto, medio, largo e intercontinental) capaces de hacer Bota de Oro a Joselu. Su lesión, en forma de Destino, cambiará la vida de Valverde.
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