Il Lombardía
La patrona del ciclismo despide a Valverde
Clásicas
El corredor español con más victorias de la historia dice adiós en Il Lombardía, el último Monumento del año
En su largo recorrido por las inmediaciones del lago de Como, siempre está presente la ascensión a la Madonna del Ghisallo, un santuario dedicado al ciclismo, el lugar de peregrinaje por antonomasia del amante de la bicicleta
Valverde: «Lo mejor ha sido llegar hasta aquí, disfrutar tanto del ciclismo»
Alejandro Valverde
En un país protagonizado por las ruinas, la belleza y la leyenda como Italia se celebra cada curso el último Monumento del año, Il Lombardía, una clásica que responde con creces a la historia sobre el lugar en el que se emplaza. Centenaria, larga ( ... 253 kilómetros) y escarpada -fiel a la orografía de los alrededores del lago de Como -, allí forjaron su fábula dos antagonistas, dos hombres clave en la historia reciente italiana como Fausto Coppi y Gino Bartali. También allí alzaron los puños Merckx, Hinault o Purito Rodríguez, el único español en hacerlo (además, ganó dos ediciones consecutivas; en 2012 y 2013). Y justo allí, este sábado, dirá adiós al ciclismo Alejandro Valverde, un prodigio de 42 años que, por qué no, buscará este sábado su victoria número 134 como profesional.
Un lugar sagrado
En el recorrido de la 'clásica de las hojas caídas', llamada así obviamente por celebrarse en otoño, hay un lugar que transciende a las epopeyas deportivas para abrazar el culto. Es la ermita Madonna del Ghisallo, patrona del ciclismo desde que el Papa Pío XII lo proclamara oficialmente en 1948 después de que se convirtiera en un lugar de peregrinaje entre profesionales y aficionados debido a la importancia (más icónica que dura) que este puerto asumió en Il Lombardía y en numerosas ediciones del Giro. Ubicada en la cima del puerto de Ghisallo, un sitio idílico, esta pequeña iglesia se convirtió en un santuario obsequiado de maillots de los más grandes, como el de Induráin, y demás reliquias, como las bicicletas de Eddy Merckx o Gianni Motta.
Entre bicicletas que pueblan las alturas del templo, y las chapas y banderines que colorean sus paredes, en el centro destaca una llama que vela por los ciclistas. El fuego, transportado desde Roma en bicicleta, llegó al santuario en manos de Coppi y Bartali, quienes hicieron el último relevo. Hoy, sus bicicletas también allí descansan, mientras que un par de bustos de ambas leyendas protagonizan la entrada a la patrona del ciclismo.
El Movistar, en un momento pletórico
La ascensión al Passo di Ghisallo llegará en esta ocasión a 60 kilómetros de la meta en Como; aunque, cerca de la salida desde Bérgamo, se encuentra la subida más dura de la clásica: en el kilómetro 50, el Passo di Ganda (9,2 kilómetros al 7,3%). Sin embargo, la cerrera se decidirá tras la subida al santuario, en el ocaso del recorrido, en las cortas ascensiones a los pueblos de San Fermo della Battaglia (que se subirá dos veces) y Civiglio.
A Il Lombardía llega con tremenda ilusión un equipo Movistar que, desde que consiguió la salvación en La Vuelta, vive tiempos de bonanza. Así, la enorme victoria en el Giro de Emilia sobre Pogacar de un Enric Mas liberado tras su cambio mental en La Vuelta, el primer triunfo de Iván García Cortina con los telefónicos en el Gran Piemonte y los podios de Valverde en la Coppa Agostoni y los Tres Valles Varesinos, los de Unzué sueñan a lo grande en un día señalado en rojo en el final de temporada.
Asimismo, pese a la presencia del actual campeón en Lombardía, Tadej Pogacar, el maillot amarillo del Tour, Jonas Vingegaard, o el excampeón del mundo, Julian Alaphilippe, Alejandro Valverde buscará el final de carrera perfecto. Es una empresa complicadísima, sí, pero como señaló recientemente Mas, este tipo de clásicas largas maridan a la perfección con las características del murciano. Sin embargo, sea como fuere el final en el norte de Italia, Valverde se irá como lo hacen las leyendas, en un estado de forma envidiable.
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