Un Real Madrid contundente se queda a una victoria de la final

El equipo de Pablo Laso volvió a ser muy superior a los vascos, como 48 horas antes también en el WiZink Center. Un segundo capítulo muy parecido, con el Madrid agresivo en defensa, dominador del rebote, con Hanga (18 puntos) ejerciendo de base a buen nivel, Tavares (15 punto y 8 rebotes) superior por dentro y con un acierto mucho mayor al de un Baskonia impotente.

Neven Spahija achacó la primera derrota al cansancio y, menos de dos días después, era difícil que su equipo encontrara la frescura. Con todo, el Madrid lo puso bastante difícil, con Tavares dueño de la primera parte y un arreón de los locales en el segundo cuarto (31-15). Fontecchio rebajó la diferencia pero al descanso, los problemas visitantes eran muy parecidos a los del jueves.

El rebote y un 2/13 en triples lastraban a los de Spahija, tampoco mucho mejor de tres el Madrid en el día del homenaje a Jaycee Carroll. Los de Vitoria trataron de subir el nivel en defensa y el tercer cuarto quedó espeso hasta que el Madrid se desató de nuevo con ritmo y acierto. El Baskonia bajó los brazos, sin ninguna fe en la remontada, mientras el rival ponía la máxima (59-38).

Marinkovic fue el único en remar en los vascos en la segunda parte, mientras el triple seguía sin entrar (6/26, al final). Aún quedaba todo un cuarto, pero el Baskonia empezó a lamerse las heridas y pensar en sacar, de dónde sea, las fuerzas para aferrarse al Buesa Arena y a la tradición de esta serie entre los dos equipos, que en las cinco ocasiones hasta ahora llegó al quinto partido.

Los minutos de rotar fueron noticia también en los blancos, ya que saltó a pista Thomas Heurtel. El francés, fuera del equipo desde abril por decisión técnica, jugó los últimos tres minutos, sin anotar y con un Palacio que fue poco a poco apoyando su regreso, a la espera de saber lo que significa y si lo usa Laso ante la ausencia de bases: Williams-Goss, Abalde y Llull, lesionados.