CONTENIDO EXTERNO
¿De verdad nos hacen falta las humanidades? ¿Sirve para algo la cultura?
Una reflexión sobre la relevancia de las Humanidades para el presente y futuro de la humanidad
Los que nos dedicamos a las humanidades repetimos a menudo frases estereotipadas sobre la importancia de las humanidades. Yo misma también las digo y las oigo miles de veces, pero como ya estoy un poco cansada de empujar ese dinosaurio, he decidido cuestionármelo yo también ... fragmentando la cuestión desde diversos ángulos, igual así, cambiando la perspectiva, ampliamos el enfoque.
En sentido utilitarista, la cuestión sería si resulta útil para las personas el estudio de las disciplinas humanísticas como la historia, la filosofía, el arte, la literatura, la oratoria, la música… pues eso depende de lo que entendamos por «útil». Me ciño a la RAE que es la que tiene autoridad en las definiciones: «útil es aquello que trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés» y también «lo que puede servir y aprovechar en alguna línea».
Creo que las humanidades sí producen provecho, fruto o interés y también se pueden aprovechar: parece indudable que mejorar la cultura de la persona tiene numerosas ventajas y trae provecho o utilidad material y social. Sin embargo, desde el punto de vista de la comodidad, las humanidades fallan, no son nada «cómodas» pues aprender lleva tiempo, requiere esfuerzo y cuesta dinero (perfecto para nuestra sociedad..)
A esto añado que aunque sí son útiles, no tienen por qué serlo. Basta sentir la felicidad que obtiene uno mismo al aprender, no es necesario que todo sea «útil» y provechoso siempre.
Desde el punto de vista antropológico, desde y para la persona, no parece haber fisuras; el conocimiento y las experiencias son lo que va conformado la personalidad del sujeto. El autoconocimiento, la comprensión del mundo y de la historia del pensamiento, nos hacen ser quienes somos. Esto no es ni deja de ser útil, es imprescindible para el desarrollo del sujeto y además es bueno y bonito.
Si nos centramos en la sociedad y nos hacemos la misma pregunta ¿le sirven a la sociedad para algo las humanidades? La respuesta es la misma, una sociedad culta y formada es una sociedad que vive respetando un pasado que ahora conoce, que analiza con criterio el presente y que afronta con esperanza de mejora el futuro. El mundo es dinámico y está en permanente cambio por lo que parece necesario tener cultura y capacidad de análisis para comprenderlo.
El conocimiento, tanto humanístico como científico fomenta sociedades abiertas que cooperan para el bien común, que toleran porque entienden otras culturas y que como consecuencia prosperan. Esto parece siempre mejor que una sociedad poco formada de sujetos sin criterio propio que acaban expuestos a los designios de dictadores, autócratas o empresarios, todos con agenda propia de control de masas.
En un nivel superior, el nivel mundial o global que ya parece imposible echar atrás, las humanidades y el conocimiento se hacen no ya necesarias sino imprescindibles para gestionar de forma justa problemas globales.
Tras este enfoque diverso en el que siempre llego a la misma respuesta, ahora soy yo la que se hace la pregunta de por qué las empresas no ofrecen más formación continua humanística a sus empleados y de por qué nos cuesta tanto dejar un pequeño espacio para dedicarlo a aprender.
No tengo respuesta para esto, pero siempre ha habido y habrá almas inquietas, por eso y para ellos, hace diez años abrimos en Madrid el Instituto de humanidades Francesco Petrarca.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete