Manuel Domínguez gana el ciclo de novilladas de La Puebla del Río y toreará en la Maestranza

Al igual que pasó el sábado con Manuel Domínguez, ayer cortaron sendos rabos el novillero local Manuel Luque 'El Exquisito', el sanluqueño Juanmi Vidal y el extremeño David Gutiérrez, quienes confirmaron el buen nivel de este ciclo. Había inaugurado la tarde 'El Exquisito', que siguen manteniendo la llama de la ilusión en muchos aficionados de la tierra por la expresión que transmite y el gusto que le imprime a su toreo. Un novillero que siempre acompaña con la cintura y el pecho , como en ese bonito inicio con el que se fue abriendo hacia los medios. Aunque tiene limitaciones técnicas que subsanar, sigue siendo un novillero a tener en cuenta que, entre otras virtudes, tiene cara y –cada vez más– figura de torero. Tras él llegó otro novillero de la tierra que pese a contar con muy pocas novilladas, también toreó con gusto y buenas maneras. Se trata de Miguel Vázquez, que aguantó las dormidas embestidas de su novillo hasta romperlo hacia adelante y lograr bonitas series. Aunque fue el extremeño David Gutiérrez quien cuajó la faena más compacta y maciza de la tarde, demostrando que es otro novillero a tener en cuenta y que será, con total seguridad, uno de los nombres propios de esta temporada.

Rubricó de esta manera un espectacular fin de semana en La Puebla del Río gracias al mecenazgo, empeño y esfuerzo personal de Morante, con la inestimable colaboración de su apoderado Pedro Marques. Juntos volvieron a poner a este municipio ribereño en el centro del mapa taurino gracias a los ya tradicionales encierros en honor a San Sebastián. Que por segundo día consecutivo se colgara el cartel de 'no hay billetes' en la plaza de toros confirma lo que ya se apuntó en este periódico hace un año: La Puebla del Río merece una plaza de toros fija. Una construcción coqueta, sin exageraciones, en el mismo terreno en el que cada año se instala la plaza de toros portátil.

Entre otras muchas cosas, a Morante hay que agradecerle este fin de semana por fomentar la fiesta de los toros, por apoyar a las jóvenes promesas y por demostrar que, como tanto les demanda a los empresarios, los detalles conviene cuidarlos. Porque no es lo mismo instalar una plaza de chapas y dar toros de cualquier manera que preocuparte de que el albero parezca el de la Maestranza, pintar todas las tablas, engalanar las barreras con guirnaldas y los tendidos con banderas, colocar cabezas de toros en toriles y patio de cuadrillas, contratar a la Banda Tejera, a los clarineros y a los mulilleros de Sevilla, vestir de manera impecable a los alguacilillos y preocuparse por traer dos novilladas bien presentadas, con las caras estrechitas y los cuerpos bien redonditos. Que además de todo eso no paró quieto durante ambos días, normal que a más de uno le recordase al que fue su mentor, Leonardo Muñoz. Como dijo el maestro Espartaco: «¡Viva San Sebastián, viva La Puebla del Río y que viva Morante!».