El toro que hirió a Castella tuvo dos nombres: de «Malagradecido» a «Amoroso»

La guasa del doctor Herrerías, con malas formas, mala uva y una falta de educación absoluta, hizo poca gracia y no parece acorde a quien dirige la plaza más grande del mundo y la más importante de la América taurina. Las críticas hicieron en que, pasados unos instantes, se rebautizara al toro con un nombre totalmente opuesto: «Amoroso».

Hete ahí que desde entonces a este «Malagradecido-Amoroso» ya le merodeó una sombra negra: hirió a Sebastián Castella, que demostró su raza de figura de principio a fin. Le propinó una cornada en la zona escrotal, que necesitó de puntos de sutura para evitar la evisceración de testículo.

En una lección de hombría, la gran figura francesa salió a matar a su otro toro y, como el triunfo deseado no llegó, r egaló un sobrero -de una seriedad inusual en Insurgentes -, se conquistó a sí mismo, conquistó a la afición y conquistó dos orejas y la puerta grande.

El reserva, que en el programa ocupaba el tercer lugar, fue de la divisa de La Joya y se llamaba «Seda de oro» . Le precedía un toro con el nombre de «José Jamás» , en clarísima alusión a José Tomás, que el domingo antes había logrado un lleno histórico en la plaza que dirige Rafael Herrerías.

Por cierto, que Herrerías ofreció a «José Jamás», perdón, a José Tomás, torear de nuevo en febrero en La México, ese coso que ayer arrancaba así de primeras en la tarjeta de sorteo: « Así Soy Yo-Malagradecido-Setentón» . Sobre quién es el «Malagradecido» que cada cual saque sus conclusiones...