Incógnitas de una temporada taurina decisiva para el futuro de la Fiesta

El próximo sábado y domingo tendrán lugar en Ubrique (Cádiz ) los primeros festejos, que quedaron pendientes de la Gira de la Reconstrucción, impulsada por la Fundación del Toro de Lidia : sólo cuatro toros para dos espadas. Con la presencia de las cámaras de televisión, torearán reses de Jandilla Pablo Aguado y Rafael Serna, el día 13; de Núñez del Cuvillo, Diego Urdiales y David de Miranda, el 14.

El Domingo de Ramos, 28 de marzo, alternarán mano a mano en Morón Daniel Luque y Ginés Marín, con reses de varias ganaderías.

El 3 de abril, en Sanlúcar , reaparecerá El Cordobés, junto a Ponce y Emilio de Justo, con toros de Juan Pedro.

Para el 10 de abril está previsto, en la Plaza cubierta de Leganés , un cartel con Ponce, De Justo y Juan Ortega (la gran revelación de la pasada temporada). Tiene el valor especial de ser el primer festejo que se celebraría en la Comunidad de Madrid.

Además de eso, se anuncian ya corridas de toros para marzo y abril en pueblos de tradición taurina como Ossa de Montiel, Heredia, Torija, Villoria, Valdetorres del Jarama...

Todo eso tiene su interés y su sentido pero la afición espera noticias de las Plazas más importantes.

Los riesgos sanitarios de la pandemia chocan frontalmente con las características de algunas fiestas populares: las masas que se aglomeran en las Fallas, la Feria de Abril y San Fermín son ejemplos claros. La duda es si pueden celebrarse Ferias taurinas en esas mismas fechas y ciudades, sin el apoyo de esas fiestas, o conviene replantearse su calendario y su estructura.

Evidentemente, todo ello depende, sobre todo, de las normas sobre el aforo que permitan las distintas Comunidades Autónomas.

Ya sabemos que, este año, no habrá Fallas ni fiestas de la Magdalena. En Castellón , la casa Matilla pretende ofrecer una Feria taurina en junio. En Valencia , Simón Casas quiere programar una corrida en mayo, el día de la Virgen, y una Feria a comienzos de julio, que mejore la decadencia de la tradicional, que tiene lugar al final de ese mes. En Alicante , se intenta salvar la Feria de Hogueras, centrada este año en la conmemoración del cincuenta aniversario de la alternativa de José María Manzanares padre.

Todos los ojos están puestos, lógicamente, en los dos templos de la Tauromaquia, Sevilla y Madrid, que han estado cerrados durante toda la temporada 2020.

Se conocen ya los carteles, muy atractivos, que ha preparado R amón Valencia para Sevilla y se presentarán oficialmente este viernes. Cambian las fechas tradicionales y la estructura de la Feria. No comienza el Domingo de Resurrección sino el 18 de abril, con Morante, Roca Rey y Aguado. Siguen dos largos fines de semana, del 22 al 25 y del 29 al 2 de mayo, con Ortega, Juli, Manzanares... Gran novedad : Morante matará por primera vez la corrida de Miura. Quedan fuera Ponce y Talavante. Tambien se preparan dos buenos carteles para San Miguel. Todo ello está pendiente de la decisión legal.

En Madrid, ya se ha dicho que no va a haber fiestas de San Isidro pero todavía siguen en el aire los toros. El apoyo teórico de la Comunidad ha de cuajar en medidas concretas , para hacer posibles los festejos, aunque la estructura de la Feria sea diferente. La empresa espera y los aficionados desesperan: entre unos y otros, la casa sigue sin barrer. (Si finalmente, no hubiera corridas en las fechas tradicionales, podría haber una miniferia en la Plaza cubierta de Vista Alegre). Todo puede retrasarse hasta la Feria de Otoño...

En Pamplona , las declaraciones contradictorias de la Comunidad y el Ayuntamiento no ocultan una realidad evidente: con la pandemia, no puede haber encierros Y, sin ellos, es muy difícil que se celebren corridas.

Casi todo está todavía en el aire: la evolución de la pandemia; las medidas legales; la actitud de los profesionales...

No se puede negar el riesgo sanitario pero los toros no pueden sufrir discriminación frente a otros espectáculos de masas (teatros, ópera, conciertos) que no tienen lugar al aire libre. Las autoridades deben exigir condiciones razonables; pedir que sean uniformes, en el caos actual de las autonomías, es utópico. Los profesionales taurinos deben buscar el modo de cumplirlas.

La asociación de empresarios ya ha manifestado que las corridas son inviables sin un aforo permitido del 50% pero algunos empresarios, como Garzón y Alberto García , ya han demostrado que no es así. (Curiosamente los dos han salido de esa asociación). Sospechan los malpensados que algunos empresarios quieren correr pocos riesgos.

Es evidente que el planteamiento económico del espectáculo no puede ser el mismo de antes cuando el aforo se limita a la mitad o menos. Todos los profesionales deben aceptar esa reducción en sus ingresos si no quieren que la Fiesta desaparezca. Una vez más, la desunión de los sectores profesionales es el gran riesgo, todavía mayor que el de la pandemia. Pero, para ese virus, todavía no se ha inventado una vacuna eficaz. Es el momento de que todos demuestren con hechos si de verdad quieren salvar el futuro de la Fiesta.