Hazte premium Hazte premium

¿Inocente o pervertido?

Ana Belén Beas y Pablo Béjar. en 'El principio de Arquímedes' ABC
Julio Bravo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Un monitor de natación da un beso a un niño asustado porque le da miedo arrojarse a la piscina sin burbuja. ¿Es un hecho inocente o perverso? Es el punto de partida de 'El principio de Arquímedes', que Josep María Miró escribió hace una década, y que es sin duda uno de los mejores textos del teatro español contemporáneo.

El propio autor dirige la nueva producción de la obra que se presenta actualmente en el Teatro Quique San Francisco y, como él mismo ha dicho ya, su vigencia es mayor que hace diez años; estremecedoramente mayor. Miró utiliza este hecho para abrir la caja de los truenos y plantear un inquietante interrogante sobre el rumbo de nuestra sociedad. Los miedos, los prejuicios, la presunción de inocencia, el papel de las redes sociales, la violencia... son asuntos que gravitan sobre esta obra, que tiene la virtud de dejar que sea el espectador el que tome partido y decida si el monitor es culpable o inocente.

El beso que el monitor defiende como absolutamente inocente provoca reacciones insospechadas; la confianza de sus compañeros se desmorona, también su honorabilidad. ¿Es la persona que dice ser? ¿Le conocen realmente los que trabajan con él? ¿Es real su inocencia? ¿Es lógica la bola de nieve que se va formando o es el resultado de una sociedad enferma y sobreprotectora que ha perdido la confianza en el ser humano?

Josep Maria Miró teje el texto con la precisión de un cirujano. La historia se cuenta en un ir y venir de escenas que saltan en el tiempo, en un fascinante ejercicio escénico -la función se ofrece a cuatro bandas- en el que el autor va desvelando detalles y situaciones que moldean los personajes y ayudan al espectador a ir completando el puzle en que se convierte este texto magnético y apasionante con trazas de thriller.

Pablo Béjar es un brillante protagonista; sabe transmitir la evolución de su personaje de la despreocupación hasta el terror, con el añadido de tener que hacerlo en ese ir y venir de escenas que propone el texto, y que exige una gran concentración. Le acompañan, con acierto, Ana Belén Beas, Guillermo López y Alejandro Tous.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación