Hazte premium Hazte premium

Alberto Closas, un animal de teatro

Publicada una biografía del actor, una de las figuras de la escena española del siglo XX, escrita por sus sobrinos Francis Closas y Silvia Farriol

Alberto Closas, en 1970 ABC
Julio Bravo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«No se hace teatro para ganarse la vida; se hace teatro para mentir, para mentirse , para ser aquello que no puedes ser, y porque ya estás harto de ser aquello que eres. Se hace teatro para no reconocerse uno mismo y porque ya te conoces demasiado. Interpretas a los héroes porque eres un cobarde, y a los santos porque no eres bueno; interpretas a los asesinos porque te mueres de ganas de matar al prójimo; haces comedia porque eres un embustero de nacimiento. Haces comedia porque amas la verdad y porque la detestas. Haces comedia porque si no la hicieses te volverías loco. ¡Comedia! ¿Lo sé yo cuándo hago comedia? ¿Acaso hay un solo instante en que deje de hacerla?». En este monólogo de « Kean », una obra de Alejandro Dumas basada en la vida del actor británico Edward Kean, se resume el credo escénico de otro ilustre intérprete, en este caso español: Alberto Closas .

Así lo aseguran Francis Closas y Silvia Farriol , sobrinos del actor, que acaban de publicar « Alberto Closas, a un paso de las estrellas » (Cátedra) -con prólogo de Eduardo Mendoza-, una exhaustiva biografía de una de las grandes figuras de la escena española del siglo XX. «Con este libro -explican sus autores- queremos, por una parte, reivindicar la figura de Alberto y aclarar, entre otras cosas, su origen -hay mucha gente que cree que era argentino, cuando nació en Barcelona-; y, por otra, rescatar la memoria de su padre, Rafael Closas , un político que llegó a ser conseller de la Generalitat de Cataluña en 1936». «Alberto admiraba mucho a su padre -relatan los autores-, incluso lo tenía un poco mitificado. Su influencia puede concretarse en el gusto por el trabajo bien hecho, en su meticulosidad, en su dedicación... Y, sobre todo, en la honradez. Rafael Closas fue un hombre intachable, de una honestidad por encima de cualquier sospecha. Y esto se lo trasladó a sus hijos».

«El canto de los cisnes»

Alberto Closas Lluró, nacido en Barcelona el 30 de octubre de 1921 y fallecido en Madrid el 19 de septiembre de 1994, es sin duda uno de los grandes actores españoles de las últimas décadas. Protagonizó películas como « Muerte de un ciclista », «Una muchachita de Valladolid», «El baile», «Los chicos del Preu» o, sobre todo, « La gran familia » y sus dos secuelas («La familia y uno más» y «La familia bien, gracias»). Apareció en numerosos espacios dramáticos televisivos; pero, sobre todo, habitó el escenario durante años. Más de sesenta funciones reseña su biografía: desde « Joan Dalla », de Àngel Guimerá, que representó en 1940, con el elenco amateur del Casal de Cataluña en Santiago de Chile; hasta « El canto de los cisnes », de Aleksei Arbuzov, su última función, que interpretó en el teatro Alcázar de Madrid en 1993, junto con Amparo Rivelles y bajo la dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente .

«Él era un animal de teatro -aseguran los autores-. Él mismo lo decía: «Para mí, el teatro es la vida y la vida es el teatro. Yo soy una bestia de teatro, un animal de teatro ; a mí me gusta el teatro, me duele el teatro».

Una de las singularidades de esta biografía es, como subrayan Closas y Farriol, el protagonismo otorgado al padre del actor. Su militancia y compromiso políticos motivaron el exilio de la familia, en enero de 1939. Alberto Closas, que no había cumplido entonces los 18 años, se trasladó primero a París con su hermano Jordi, de 23, y en noviembre de ese mismo año a Argentina. En aquel país, y también en Chile y Uruguay, se forjó el actor -«era su hermano Jordi quien quería ser artista; Alberto lo fue un poco de rebote, por acompañarlo»-, con un nombre propio que resultaría fundamental: Margarita Xirgu. De la mano de la actriz catalana, Closas entró en el teatro profesional -«San Martín», de Ortego Vicuña, en 1941-. Siempre recordó su primer encuentro; la Xirgu le preguntó: «¿Tú cuánto aguantas sin comer?», y él le contestó con sorna: «Pues como año y medio».

¿Está suficientemente reconocida la figura de Alberto Closas tres lustros después de su muerte? «Si popularidad es reconocimiento, sí -creen los autores-. En un momento determinado, él se pasó a un teatro digamos «fácil», de comedia , y eso oscureció su buen hacer, le granjeó cierto menosprecio en el mundillo intelectual. Pero fue una elección personal: le gustaba vivir bien; ganó mucho, pero gastó también mucho... Pero sí, él lamentó no haber hecho otro tipo de teatro».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación