Cuando Peso Pluma convirtió Madrid en la capital de los corridos tumbados

La energía que desprendían los asistentes de camino a un WiZink que no se terminó de llenar es la de quien va a ver por primera vez a una estrella consagrada, y si bien es cierto que esta es la primera vez que Peso Pluma pisa el Viejo Continente, su carrera musical comenzó hace solo tres años. No fue hasta 2022 que dio un triple salto mortal y aterrizó en la escena internacional. Y prácticamente de la noche a la mañana, su canción 'Ella baila sola' se convirtió en la más escuchada del mundo este último verano.

El joven artista de Zapopan (24 años) ha conseguido llevar la música tradicional mexicana a todos los rincones del globo en su fusión estética con el trap y estilística entre el narcocorrido y el reguetón. No deja de ser curioso ver salir a un muchacho enfundado en un pasamontañas negro, cordón de diamantes al cuello y una camiseta tan fina que prácticamente dejaba ver sus costillas, rodeado de una banda ataviada con sus charros tradicionales tocando en riguroso directo.

Algo hace muy bien este trapero porque, allá donde va, el público lo adora. Si no lo creen, la entrevista del lunes en 'La Resistencia' es la muestra de que sus respuestas serias a las preguntas absurdas de Broncano eran correspondidas por un público que aplaudía rompiéndose las manos. Poco importó que venía de la resaca de los Latin Grammys con las suyas vacías. Le bastó hacer gala del concepto que da título a su primer álbum de estudio: 'Ah y qué?'.

Como digo, el público asistía enfervorizado al recinto de conciertos. La fiesta se adelantaba y ya en el metro varios grupos de jóvenes celebraban el gran día con litronas y gorros mexicanos. Un primer grupo de ocho estudiantes, entre los 22 y los 28 años, atendía a este redactor a falta de media hora del inicio programado de la cita. Solo uno de ellos, Quique, decía ser mexicano y el resto eran españoles. Conocían a Peso Pluma desde hace un año y medio, «cuando explotó», concretaba uno, pero eso no impidió que cogieran las entradas el día que salieron, cuatro meses atrás. Aseguraban que si el artista tocaba 'Por las noches' se dan por bendecidos.

A las puertas del recinto avanzaban para entrar Jairo y su madre, Gema, de 15 y 35 años. A pesar de que el chico estaba de exámenes, la velada merecía la oportunidad. Todo sea por escuchar uno de sus mayores éxitos, 'Ella baila sola', que, como todo el mundo sabe, se hizo esperar hasta el último momento. Una vez dentro, arrancaba el concierto mano a mano con su paisano Jasiel Núñez, el primer fichaje del sello de Peso Pluma, Double P Records. Daba comienzo así el espectáculo con canciones de su último álbum 'Génesis' y suenan corridos como 'Bipolar', 'Rosa pastel' y 'Lagunas'. «Este cabrón es una leyenda de la música mexicana», grita el invitado antes de dejar a 'doble P' con su banda.

Así se sucede casi una hora de concierto y todavía no había tocado ninguno de sus grandes 'hits'. Se le notaba un poco agarrotado en sus movimientos y no terminaba de sintonizar con el público, al que gritaba y agitaba las manos pidiendo ánimo. El último tercio del 'show' parecía compensar una larguísima primera parte. Parecía que era otro y el mexicano saltaba por el escenario totalmente enérgico, codeándose con sus músicos y hasta se daba un baño de masas. El cambio de ambiente (y de temperatura) era notable cuando sonaban temas de dembow y reguetón, lo fuerte para el final, para coronar un concierto con gesta incluida. Y vaya si lo hace. Sonaban los primeros acordes a guitarra de 'Por las noches' y se cumplen las quinielas: salía Nicki Nicole al escenario y la pareja sentimental protagonizaba el mejor momento del concierto, una escena romántica, casi de película. Visiblemente emocionados cantaban su canción y al besarse el WiZink se derritió en un alarido. Entradas amortizadas, sólo faltaba tocar las últimas: 'AMG', 'Lady Gaga' y, por supuesto, 'Ella baila sola'. El resto, es historia.