El patrimonio arqueológico de Santorini, en peligro por la amenaza sísmica

Ubicada en el archipiélago de las Cícladas, Santorini está rodeada por cinco fallas de unos 20 kilómetros de longitud cada una, responsables de los más de 14.000 seísmos registrados desde el pasado 24 de enero, algunos de los cuales han superado los 5 grados de magnitud en la escala de Richter. Además, la isla alberga dos volcanes: el de Kameni, con dos chimeneas y, al noreste, el submarino de Kolumbo.

La preocupación por un terremoto de gran intensidad o una erupción volcánica ha llevado a miles de personas a abandonar la isla. Sin embargo, los expertos aseguran que las probabilidades de un sismo de 6 grados de magnitud son mínimas, y que no se ha registrado ninguna actividad extraordinaria en los volcanes.

La destreza náutica de los habitantes de Santorini a lo largo de la Prehistoria impulsó el desarrollo de una vasta red comercial con islas vecinas como Sifnos, Milos o Creta, y también con Egipto y Siria. Gracias a la riqueza traída del mar, Santorini vio el auge de la espléndida ciudad de Akrotiri, con calles empedradas, un sofisticado sistema de alcantarillado y edificios de varios pisos decorados con delicados frescos. Algunos de estos edificios incluso contaban con inodoros cuyas bajantes desembocaban en la red de desagües, como el caso documentado en uno de los edificios de tres plantas fechado en el siglo XVII a.C.

Noticia Relacionada

La actividad sísmica no cesa en el Egeo: más de 14.000 temblores y la amenaza de un gran terremoto en Santorini

Marta Cañete

A pesar de que todo apuntaba a una recesión, los expertos no descartan la posibilidad de un seísmo de mayor intensidad y de una erupción volcánica

Los trabajos arqueológicos en Akrotiri comenzaron en la década de 1960, liderados por el arqueólogo Spyridοn Marinakis. Hoy, el yacimiento cubre 20 hectáreas, en las que los visitantes pueden recorrer las calles, plazas, edificios públicos y viviendas sepultadas por la erupción del volcán. Los arqueólogos han recuperado muebles, ánforas y objetos artísticos, pero no restos humanos, lo que sugiere que los habitantes abandonaron la isla semanas o meses antes de la erupción, probablemente debido a los sismos previos o a la observación de comportamientos extraños del volcán.

Los objetos artísticos encontrados en la isla a lo largo de las últimas décadas, como la monumental Kore de Fira o el fresco 'Las adoradoras del áditon', fechado en el siglo XVII a.C., se conservan en el Museo de la Prehistoria y en el Museo Arqueológico de Fira, capital de la isla.

Ante esta delicada situación, el Ministerio de Cultura de Grecia ha tomado medidas preventivas para proteger el patrimonio cultural de la isla. Se ha realizado una inspección de los sitios arqueológicos y museos, y se ha confirmado que, por el momento, no han sufrido daños en su infraestructura ni en sus colecciones.

En los museos de la Prehistoria y Arqueológico de Fira, los objetos expuestos han sido reubicados en estantes más bajos, y se ha colocado material de protección para garantizar su seguridad en caso de que los sismos se intensifiquen. Además, se ha prestado especial atención a los objetos expuestos en vitrinas, las grandes ánforas de Akrotiri y las esculturas, las cuales han sido adecuadamente protegidas para limitar los riesgos potenciales.

En el sitio arqueológico de Akrotiri, los talleres y almacenes están organizados siguiendo los protocolos de seguridad antisísmica, garantizando la protección de los bienes. Además, el personal de estas instituciones permanece en alerta constante para salvaguardar el patrimonio cultural de la isla frente a la amenaza sísmica.

Se calcula que desde el pasado domingo más de 11.000 personas han abandonado la isla por mar y aire. El miedo al volcán es comprensible, ya que hace unos 3.600 años, una devastadora erupción fue la causante de la destrucción de una de las civilizaciones más prósperas y avanzadas de la prehistoria del Egeo. La fuerte explosión transformó por completo la morfología de la isla, acabó con casi cualquier forma de vida y sepultó Akrotiri.

Según los expertos, tras la erupción, el día se hizo noche en el Egeo: una densa nube negra cubrió el cielo durante días y recorrió el planeta, dejando rastro a su paso en lugares tan lejanos de Grecia como Canadá o China. Los enormes tsunamis causaron enormes daños en Santorini y en las islas vecinas y la onda expansiva, según consideran algunos expertos, habría puesto fin a la civilización minoica de la vecina isla de Creta.

Sin embargo, y a pesar de la preocupación generalizada, el monitoreo continuo de los dos volcanes de la isla en los últimos días indica que los recientes eventos son de naturaleza sísmica y no volcánica. Los expertos aseguran que no hay riesgo de una erupción inminente.