Del 4 al 6 de abril
Novedades para el Salón del Cómic de Barcelona
Dada la importancia de esta cita dentro del sector, las editoriales suelen aprovechar para presentar algunas de las novedades más jugosas del año
Creatividad, inclusión y frikismo se dan la mano en el XIX Salón del Cómic y el Manga CyL

Del 4 al 6 de abril se celebra Cómic Barcelona, la 43 edición de lo que los que ya peinamos canas seguimos llamando tercamente «Salón Internacional del Cómic de Barcelona». Dada la importancia de esta cita dentro del sector, las editoriales suelen aprovechar para ... presentar algunas de las novedades más jugosas del año.
Así las cosas, aquí van mis recomendaciones del mes para comprar a principios de abril (si es que el lector se desplaza a la cita comiquera), o pasado el ecuador del mes, para aquellos de fuera de la Ciudad Condal que acudan directamente a su librería habitual.
Dos tebeos de cine

Quiero empezar por 'Buena Gente', el último cómic de Isaac Sánchez (conocido también en su faceta de humorista con el sobrenombre de «Loulogio») que llega de la mano de Dolmen editorial. Este cómic, ambientado en la España entre finales de los 50 y principios del los 60, recuerda (y mucho) al espíritu berlanguiano de 'Bienvenido Mister Marshall'.
Está protagonizado, entre otros, por una joven rubia adolescente de nombre Pepa (un nada disimulado guiño a Pepa Flores, alias Marisol), y posee no pocos guiños al universo de Buñuel, «carnuzo» muerto incluido.
La historia posee un guion que funciona con la precisión de un reloj suizo, y que se inspira poderosamente en el 'savoir faire' de Rafael Azcona; y en lo que respecta al tratamiento gráfico, supone un salto adelante, demostrando una madurez que está más allá de sus trabajos anteriores.

Curiosamente, otro de los títulos más destacados que se presenta en el salón está igualmente ambientado en la España de finales de los años 50 y tiene al cine como uno de los grandes referentes de su trama. Se trata de 'Contrapaso 2. Mayores con reparos' de Teresa Valero, publicado por Norma Editorial.
Como en el caso del álbum precedente, en 'Contrapaso. Los hijos de los otros', la historietista urde un perfecto thriller periodístico que refleja con espíritu «azconiano» la difícil situación del Madrid de la época, en el que el éxodo rural y el hambre de labrarse un futuro, hacia que llegasen a Madrid grandes masas de población que no podía ni costearse un techo bajo el que vivir.
Con inteligencia, Valero lo contrapone con la llegada de los americanos a la capital, y en especial, a las primeras superproducciones yankis que se rodaron en suelo español. Si a ello se suma el extraordinario retrato que hace del cine español de la época (con los grades estudios y productoras como Cifesa), los jóvenes de la escuela de Cine de Madrid, los problemas con la censura, etc.; 'Contrapaso 2' se convierte en un cómic con aroma a celuloide imprescindible para cualquier amante del séptimo y noveno arte.
Considero necesario destacar el tratamiento gráfico de la obra que, a mi juicio, es de una brillantez narrativa extraordinaria; logrando un relato coral del Madrid de la época que, a pesar de su complejidad, nunca decae ni se hace tedioso.
El epílogo de la obra, a cargo de la propia autora, es la guinda del pastel. En él se desgranan muchas de las fuentes y anécdotas reales que se incluyen en la historieta. El texto resulta sumamente útil, ya que, dado su sorpresivo contenido, el lector podría confundirlas con recursos ficticios propios de un habilidoso guionista. Entre todas ellas, destacan las decisiones más absurdas (y sin duda, fueron muchas) que toma la censura cinematográfica de la época.
Dos reediciones de altura

Otro cómic imprescindible es la reedición de 'Blacksad', de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Se cumplen 25 años de la salida al mercado de uno de los cómics patrios más exitosos, y Norma Editorial ha decidido celebrarlo por todo lo alto, con una edición de coleccionista, cuidada hasta en el más mínimo detalle. Este primer álbum recoge su primera aventura titulada 'Un lugar entre las sombras', que lleva al mercado con notables diferencias respecto a la edición original. En primer lugar, está el tema del tamaño. Si en su día se publicó en unas dimensiones de 31.0 x 23.5 cm, ahora crece hasta unos espléndidos 36,5 x 28 cm, y se aumenta el gramaje del papel; pero, sobre todo, está cuajado de unos espectaculares extras.
Para empezar, una nueva portada acompañada de un apéndice sobre su desarrollo, que incluye todos los bocetos conceptuales realizados por Guarnido. Se agrega igualmente la primera parte de una jugosa entrevista con los autores; y finalmente, todos los bocetos de color desarrollados por Guarnido durante la elaboración de esta aventura.
Solo por este extra ya merece la pena comprar esta cuidada edición. Reproduce más de 80 viñetas realizadas a la acuarela, comentadas por el propio Guarnido, en las que va desgranado con maestría su proceso de trabajo a la hora de elegir y decidir las gamas de color más adecuadas con la acción de cada una de las páginas de su historieta.

La segunda reedición que deseo recomendar es el primer tomo de 'ROM', dentro de la colección Marvel Omnibus que editan conjuntamente Panini Cómics y la distribuidora SD. Esta colaboración recoge en gruesos tomos la reedición de materiales restaurados de los grandes clásicos de la editorial Marvel.
Durante mi infancia leí las aventuras de 'ROM, y me fascinaron por lo distintas que eran al resto de los cómics de Superhéroes. 'ROM' era un juguete originalmente llamado 'ROM, el Caballero del Espacio'. Una figura de acción y juguete electrónico creado por Scott Dankman, Richard C. Levy, y Bryan Lawrence McCoy para la compañía Hasbro.
Algún avispado ejecutivo concluye que asociarlo a un cómic de Marvel sería una alianza estratégica que impulsaría las ventas. Así, en 1979, el guionista Bill Mantlo y el dibujante Sal Buscema publican el primer número de esta colección, dándole una historia propia que fascinara a los lectores y potenciales compradores del juguete.
'ROM' era una suerte de ciborg interplanetario que llega a la Tierra para protegerla de una raza alienígena llamada «los fantasmas» que, gracias a su capacidad multiforme para cambiar de aspecto, se habían infiltrado en todos los estamentos del poder y la sociedad norteamericana. (Es decir, una variante Sci-fi del miedo al comunismo en suelo yanki, propio de la Guerra Fría).
La historieta fascinó mi imaginación infantil, y el siempre eficaz dibujo de ese artesano que era Sal Buscema, lo convirtió en un cómic muy valioso para mí. Transcurría en el Universo Marvel (el mismo en que vivían Spiderman y el resto de superhéroes de mi infancia, incluso en algún número interactuaba con ellos) pero básicamente, era algo muy distinto. El juguete fue un fracaso, pero el cómic triunfó, y tuvo una larga vida en papel de 75 números y 4 números especiales o anuales.
Publicado en España por primera vez por la editorial Vértice entre los años 1981 y 1983, y posteriormente por Cómics Forum, entre los años 1985 y 1992; regresa en un grueso tomo de 712 páginas que incluye los primeros 29 números de la serie y un cross over con la serie de superhéroes 'Power Man and Iron Fist' número 73. Sin duda un tebeo que hará las delicias de aquellos que leíamos cómics en los ya lejanos años 70 y 80.
Un cómic para concienciarse

Me ha sorprendido gratamente '¡Qué valiente eres!' de Elena Paolini y Claudia Flandoli (alias Witty Wheels), y Claudia Flandoli publicado por Liana Editorial. Witty Wheels son activistas, formadoras y blogueras que trabajan para concienciar sobre el «capacitismo». Para los lectores que, como yo, desconocían el significado de este término antes de encontrarlo en la portada de este tebeo, reproduzco la definición que incluyen las autoras en un bocadillo de su personaje protagonista: «es el estigma y discriminación hacia las personas discapacitadas».
'¡Qué valiente eres!' reúne 8 historietas en las que se reflexiona recurriendo a muchas experiencias biográficas de las propias autoras, sobre las mil y una maneras en que se han visto afectadas por el «capacitismo».
En sus páginas, hay muestras de «capacitismo» que pueden ser razonablemente evidentes para la mayoría de las personas de la sociedad. Cuestiones como las limitaciones derivadas de la accesibilidad a multitud de espacios por no estar adaptados para personas como movilidad reducida; o cuestiones que dificultan el aprendizaje, como por ejemplo la falta de textos en braille para las personas invidentes, etcétera.
Pero lo sorprendente de este cómic es que el «capacitismo» tiene muchas otras formas; y he de reconocer que nunca me había parado a pensar en muchas de ellas.
La historieta 'El amor en tiempos de capacitismo' me parece especialmente cruda y acertada. Nunca me había parado a pensar en el extendido estigma, según el cual, salir con una persona discapacitada es simplemente «una cosa extraña». Hay toda una colección de variantes derivados de ello. Ideas como que las parejas de las personas discapacitadas son una suerte de «santos»; o bien, todo lo contrario, «personas pervertidas» que sufren algún tipo de extraña parafilia.
Igualmente, me resulta atractiva la historieta '¡Corre Forrest!' (en evidente referencia al filme 'Forrest Gump', en la que se analiza el arquetipo de la persona discapacitada en el cine de Hollywood. La gran pantalla, como una suerte de espejo, refleja el capacitismo que subyace en nuestra sociedad. Las autoras ponen en evidencia la representación distorsionada y por lo general poco halagüeña de las personas discapacitadas, y las compara con la imagen que tradicionalmente ha dado el cine de otras minorías o grupos diferentes, todas ellas reducidas con espíritu maniqueo a arquetipos simples, en los que se siempre se llevan la peor parte.
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