El Último de la Fila: «Spotify son malas personas, que se vayan a la mierda»
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Quimi Portet y Manolo García en el estudio de grabación
El regreso de El Último de la Fila no se gestó con una llamada de Manolo García a Quimi Portet, ni viceversa. Tampoco fue cosa de sus managers ni sus discográficas, Dios les libre. Esta reunión fue gracias a Àngel Casas, que en ... paz descanse. «Se nos requirió para hacerle un homenaje», explica el cantante, «y como él nos abrió las puertas de su programa en la época de Los Rápidos, un grupo atípico y raro, le guardamos mucho cariño y dijimos que sí sin dudarlo». «Manolo y yo grabamos para la ocasión una maqueta de 'Aviones plateados', y nos lo pasamos tan bien y nos reímos tanto, que cuando después nos llamaron para hacer otro homenaje a Julia Otero, repetimos la experiencia revisando otra canción del grupo», añade Portet. «Le cogimos el gustillo y seguimos revisando otros temas por puro placer y diversión durante dos años y medio, él y yo solos, sin productores ni nada, hasta que nos vimos con veinticuatro canciones y dijimos, 'vamos a sacarlas en un disco'».
El proceso fue tan espontáneo que ni siquiera se pararon a pensar en la repercusión que tendrían los titulares de 'vuelve El Último de la Fila', porque según dice Manolo, «somos dos personas que sólo gastan energía en la música, sin perder el tiempo en vanagloriarse ni echarse flores». Es más, su compañero asegura que «a pesar de saber que las canciones del grupo siguen gustando mucho a la gente décadas después de haber sido publicadas», no tenía «la certeza de que este proyecto fuera bien recibido a veinticinco años vista de la separación».
Pero ahora, cuando ya han comprobado cómo el foco mediático se posa sobre sus cabezas, entienden que haya cierta expectación en torno a la pregunta del millón. «Si grabaremos material nuevo, o si tocaremos juntos en directo, es algo que puede pasar, porque por ocurrir, pueden ocurrir mil cosas siempre que nos divirtamos. Por ahora vamos a seguir nuestros caminos por separado, pero yo ya estoy tocando algunas canciones de este disco y están funcionado estupendamente bien».
La cosa pinta bien en ese sentido viendo cómo la complicidad entre estos dos viejos amigos ilumina la salita de entrevistas de las oficinas de Warner, un lugar donde hace bien poco se ha debatido un tema peliagudo: la renegociación de las condiciones contractuales de El Último de la Fila en el campo del streaming. Sus álbumes, igual que los de Pink Floyd, los Beatles o Metallica en su momento, no estaban disponibles en ninguna plataforma porque con los contratos firmados en la era pre-internet, ni siquiera les merecía la pena estar presentes. Pero desde hace un mes, después de llegar a un acuerdo con la discográfica, los siete álbumes de estudio de la banda pueden escucharse por fin en línea en Spotify, una compañía que está protagonizando noticias que no le gustan nada a Manolo, como la anulación del pago de royalties a artistas con pocas escuchas, o la espantada de Uruguay tras la firma de una ley que establece unas retribuciones dignas. «Bien por Uruguay, mal por Spotify», rima el cantante. «Son unos cabrones, malas personas, que se vayan al infierno. Porque la cultura es una de las patas de la civilización, y mira en las que nos vemos. Ahora a ese chaval del Burgo de Osma, de Candasnos o de Manresa que tiene doscientas treinta y cuatro escuchas, si le corresponden cinco euros, ¡tenéis que pagárselos, cabrones! Dejar de pagarle todo el paquete a los famosos, y dádselo a quien le sirven para ir ahorrando para grabar otra canción, un videoclip o para seguir buscándose la vida con esa ilusión. Pues no, a ese nada. Que se vayan a la mierda».
Tampoco le gustan al cantante las novedades que trae la Inteligencia Artificial aplicada a la música, «que puede terminar dejando sin trabajo a un montón de compañeros porque las compañías de discos decidan prescindir de ellos en favor de robots que no cobran, y que les darán dividendos inconmensurables». Pero su compañero confiesa, casi en voz baja, que le ha encantado la resurrección digital de John Lennon en la 'nueva' canción 'Now and then': «Ostras, es que les ha quedado un tema muy emotivo para un tío de sesenta y seis años que creció escuchando a los Beatles».