Festival Supernova, la rave hippie de paz y amor en Israel que se volvió el Infierno

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Francisco de Andrés

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Todavía no está claro si alguno de los artistas en el asalto al festival ha sido herido, asesinado o capturado por los combatientes de Hamas, pero ABC ha podido recabar información de uno de los cabezas de cartel y están bien, viajando y de vuelta a casa. Prefieren no dar su nombre por el shock. Y es que hasta 260 cuerpos, de momento, han sido encontrados por ZAKA, un grupo de voluntarios que se ocupa de restos humanos después de ataques terroristas y otros desastres, en una primera cifra de la atrocidad.

Filial en Israel del Universo Paralello, un festival con más de 20 años de antigüedad de Brasil, justo el día de la festividad judía de Sucot, desde la matriz explican su origen: «Hace 23 años, un grupo de amigos se reunió en el corazón de Brasil para celebrar la llegada de un nuevo año más. Los jóvenes, movidos por lo nuevo e influenciados por la ola electrónica que llegaba de los mares orientales, decidieron celebrar los nuevos tiempos de una manera diferente y más divertida. Allí nació un nuevo universo, el Universo Paralello. Este espacio se crea para permitir el florecimiento de un gran organismo colectivo que irradiará la energía de la libertad, el deleite, el encuentro y la celebración por todo el planeta».

Desde Universo Paralello se han mostrado «consternados, conmocionados e indignados por el ataque a vidas inocentes al Supernova (que ha cerrado su cuenta de Instagram así como su página web)». De hecho, han puesto en sus stories un formulario para aportar cualquier información sobre los desaparecidos y pronto llegara un comunicado oficial: «Pedimos comprensión en este momento de profunda tristeza».

El ataque al festival Supernova, una fiesta tipo rave que duró toda la noche y que atrajo a unos 3.000 israelíes, en su mayoría jóvenes, fue documentado por sus asistentes en escenas de caos virales que los mostraban aterrorizados y corriendo campo a través. Los supervivientes han descrito la situación como una masacre pesadillesca, primero con una oleada de cohetes y luego el ataque con rifles a diestro y siniestro, ejecuciones y secuestros.

«Vine para rescatar a mi hija, está secuestrada en Gaza. Vi un tiktok donde aparece rodeada de terroristas», contaba ayer un padre israelí que pidió el anonimato a la agencia EFE. Este hombre contactó con su hija por última vez mientras la joven de 30 años se encontraba en el festival. En esta situación de desesperación se encuentran cientos de padres.

Clásico festival electro-místico en la línea del Burning Man bajo el manto del baile tecno, en 'The Times of Israel', el canadiense-israelí Shye Weinstein, cámara en mano, registró su huida del Supernova junto a su amigos de aquel Infierno para llegar a Tel-Aviv, un recorrido muy gráfico de cómo es este tipo de evento para hacerse una idea.

Weinstein, de Toronto y de 26 años, fue junto a su primo y seis amigos de Tel Aviv a esta 'Fiesta de la Naturaleza', que duró toda la noche y se realizó cerca del Kibbutz Re'im. Comenzó el viernes por la noche con alrededor de 3.000 (sobre todo) jóvenes. Y, claro, tardaron en reaccionar: como muchos asistentes, habían pasado la noche consumiendo drogas y alcohol.

Llegaron a la fiesta en una caravana de tres coches procedente de Tel Aviv, alrededor de las 2 de la madrugada del sábado, donde «bailaron, bebieron y participaron en sustancias, conocieron gente y se lo pasaron bien», dijo. «Es un festival de música trance. Hay israelíes, árabes y judíos, buen rollo y buena gente».

Pero después de las 6:30 de la mañana, a los estallidos de los cohetes se unieron débiles sonidos de disparos. «Me pareció escuchar disparos a lo lejos. Fue muy débil, muy rápido... Pero la gente estaba lo más relajada posible con los cohetes dando vueltas», cuenta. Después, en un vídeo de la fuga comprueban si Weinstein era bueno para conducir pues 'solo' había bebido alcohol y tomado extasis pero siete horas antes. Dos horas y media conduciendo por carreteras secundarias a toda velocidad.

Y una pregunta recurrente que se hace el propio asistente: «¿Cómo pudieron permitir que el festival se celebrara tan cerca de Gaza?». Una cuestión que no deja de verse en muchos comentarios de todas las redes sociales, en algunos casos esta decisión resulta incluso alucinante por temerario.

En la propia web del festival obvian este punto y explican su gestación como sede del Universo Parallelo en Israel: «Surgió de una conexión de gente increíble, buenos amigos y con un historial respetable de hacer underground auténtico». Esta rave de música electrónica constaba de tres escenarios, el Chanti, el Mushroom (este de psico-trance, con una decoración«particularmente triposa) y el Nova.

Con más de 13 horas seguidas de música, el objetivo de uno de los escenarios ofrece un dolorosísimo reverso de lo que los terroristas ejecutaron. «En el Chanti Stage crearás un entorno seguro para encontrar la calma interior, la paz, la armonía, el equilibrio mental, la liberación de tensiones o preocupaciones innecesarias, descansar o simplemente relajarte divirtiéndote con personas especiales y enriqueciéndote de una manera nueva y refrescante».