«Tosca» vuelve a conquistar La Scala

Se trata de una «Tosca» «zeffirelliana», «colosal», «excesiva», algo «felliniana» y visionaria para algunos, y «cinematografíca» para otros, porque «Puccini ha sido el primer realizador cinematográfico de la lírica», según el italiano Davide Livermore, responsable de la grandiosa puesta en escena de esta ópera, con una impresionante dirección musical del maestro Riccardo Chailly. El aplauso final de 16 minutos ha sido el segundo más largo desde que se mide ese tiempo en La Scala; permanece el récord de los 20 minutos que saludaron la conclusión de «Armide», dirigida por Ricardo Mutti.

La «prima» del 7 de diciembre -festividad de San Ambrosio, patrono de Milán- tuvo otro gran protagonista; el presidente de la República, Sergio Mattarella, recibido con cinco minutos de aplausos del público puesto en pie, antes de que se interpretara el himno nacional italiano, el «Himno de Mameli», con visible emoción en La Scala; un aplauso para quien simboliza una de las pocas instituciones respetadas de este país, lo que llevó a Livermore a manifestar: «Es la señal de que creemos en la Constitución».

La Scala quiso asegurarse el triunfo con tres de los mejores cantantes posibles en el escenario: Anna Netrebko, Francesco Meli y Luca Salsi, respectivamente Tosca, Cavaradossi y Scarpia, los tres en gran forma. En el espectáculo que se vio en el templo lírico milanés se demostró que los italianos son en el melodrama, inventado y exportado a todo el mundo, los mejores.

La ópera se presentó en su versión original, la estrenada en Roma en enero de 1900. En la Ciudad Eterna decimonónica se representa el drama del triángulo entre Tosca, su amante, el pintor Mario Cavaradossi, y Scarpia, el implacable cuidador de la ley, a quien estorba sus ideas liberales y revolucionarias. «Tosca es la historia de una mujer extremadamente fuerte, capaz de matar por amor y por defender sus pasiones, antes de que la desesperación amorosa la lleve al suicidio», en palabras de Davide Livermore.

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«Tosca» está considerada la ópera más dramática de Puccini, rica en golpes de escena que mantienen al espectador en constante tensión. El público scaligero quedó asombrado por la escena final del primer acto, el impresionante «Te Deum». En la mitad del segundo acto el culmen de la emoción llegó con el aria «Vissi d’arte» («He vivido del arte), la súplica de Tosca que se lamenta por su fatal destino ante el chantaje sexual de Scarpia. Desde el palco un espectador no pudo reprimir su entusiasmo y gritó a la Netrebko «Brava!», lo que provocó un inusual aplauso espontáneo.

En realidad, el público se rindió ante la Netrebko hasta el punto de perdonarle un error cometido inmediatamente después del aria. La soprano, al final del segundo acto se encuentra en el palacio del malvado Scarpia, dispuesta a todo para salvar del patíbulo a su amante. Netrebko se confundió y por dos veces repitió «Chi m’assicura?», apretando los labios al percatarse de su error. Todo duró 15 segundos pero no pasó desapercibido en las redes sociales, porque la ópera se estaba transmitiendo por la RAI, con gran éxito de audiencia. Anna Netrebko se repuso con arte y en las redes sociales, por una vez, no hubo polémica. Todo han sido aplausos.