Ringo Starr: «No estoy para que me torturen, sino para divertirme»

La realidad lleva más de medio siglo empeñada en quitarle la razón al eslogan flower-power que el ex Beatle todavía enarbola contra viento y marea, pero él sigue a lo suyo, feliz, satisfecho con pírricas victorias a las que se agarra tan fuerte que resulta enternecedor. «Yo empecé el movimiento de paz y amor en las calles de Chicago el día de mi cumpleaños en 2008. Éramos unas cien personas, y ahora tenemos momentos de amor y paz en veintiocho países alrededor del mundo. Es como cuando dejas caer algo al océano y las ondas se expanden. Sólo puedes hacer lo que está en tus manos, y eso es lo que hago. Amor y paz».

'Change the world' tiene cuatro canciones grabadas durante la pandemia en su estudio casero , por el que fueron desfilando diversos colaboradores. «Aunque he hecho el EP para mí, lo que quería era tocar con todas estas personas para divertirme mucho. No estoy para que me torturen, sino para divertirme y tocar con buenos músicos y pasar el rato», bromeó el ya octogenario mito del pop. El tema homónimo, un soft-rock compuesto junto a Joseph Williams y Steve Lukather, cuenta con coros de Amy Keys, Zelma Davis, Billy Valentine y Darryl Phinnessee. El segundo corte, 'Just the way' es un reggae que Ringo tenía guardado en un cajón y en el que participan Tony Chen a la guitarra, Fully Fullwood al bajo, Ed Roth al Hammond B3 y Zelma y Zho Davis en los coros. El EP sigue con 'Coming Undone', la primera colaboración de Starr con Linda Perry y con participación de Trombone Shorty, y termina con una versión de 'Rock Around The Clock' abrillantada por la guitarra del gran Joe Walsh. «Tengo grabadas en mi memoria las escenas que se armaban cuando ponían la película 'Rock around the clock' en los cines en mi juventud. A mí me llevaron a verla mis abuelos, en la Isla de Man. La gente arrancaba las butacas, lo destrozaban todo y yo al verlo decía '¡Guau, esto es genial!'. ¡Jajaja! Lo recuerdo como si fuera ayer», contó el baterista ante el centenar de caras sonrientes de periodistas apiñadas en la pantalla de Zoom. Ese tipo de anécdotas, y no los pormenores de un nuevo trabajo menor, eran lo que todos ellos buscaban en el encuentro. Pero Ringo concedió sólo una más, relativa a su colega caído Charlie Watts. «En los setenta monté una fiesta en mi casa a la que vino Charlie, y también John Bonham», dijo despertando el interés de los convocados. «Tenía una batería en el ático, y ambos subieron conmigo. ya sabes, tres bateristas pasando el rato. Entonces John se puso a tocar, y claro, la batería no estaba fijada al suelo como cuando tocas en un escenario, y al tocar el bombo iba dando saltitos por el suelo del ático, alejándose de él. Y ahí tenías la escena: Charlie Watts y Ringo Starr sujetando el bombo mientras John Bonham lo reventaba a pedalazos. Si hubiéramos hecho una foto del momento hubiera sido genial, pero yo no dejaba hacer fotos a nadie en mis fiestas. Sin duda hubiera sido un gran vídeo, ¡o un tiktok si hubiese existido entonces! La imagen hubiera dado la vuelta al mundo, ¡jajaja! Charlie era un gran tipo, muy divertido. Vivíamos muy cerca en Londres y solíamos encontrarnos saliendo por ahí. Era un ser humano hermoso, era como 'el hombre tranquilo'. Y eso que tenía una banda más difícil de mantener unida que la mía».

Starr anunció que este año no saldrá de gira, pero que ya tiene la agenda para el próximo («me acaban de enviar el itinerario, y al verlo he pensado '¡Dios, qué ganas tengo de viajar!'». Y antes de despedirse, respondió a otra pregunta ajena a la promoción de 'Change the world', relativa al esperadísimo documental 'Get Back' dirigido por Peter Jackson , que se estrenará en poco más de un mes en Disney+. «Creo que todo el mundo lo va a disfrutar porque lo que se va a ver es una banda trabajando muy duro, pasando por altibajos emocionales para llegar a donde llegó. Eso era todo, sólo cuatro chicos haciendo música juntos en una habitación, y sí, tuvimos algunos altibajos. Eso es todo lo que puedo decir. Peter Jackson es nuestro héroe y está haciendo un gran trabajo. Son seis horas de documental, pero ya sabes, yo salgo en él. Así que seis horas nunca son suficientes».