Bettye Lavette: «La música de hoy es como un Seven Eleven. Canciones de siete letras, once veces»

-Encuentro mucha gratitud en sus últimos dos discos «Thankful N’ Thoughtful» (2012) y «Worthy» (2015) ¿Ese sentimiento viene de mirar la vida con madurez, con la experiencia?

-Es algo reflexivo, que significa mirar atrás a toda tu vida.

-Y, ¿Se siente satisfecha con su vida?

-Oh, sí. Me siento satisfecha con mi vida, pero no necesariamente satisfecha con mi carrera musical. Porque está empezando a funcionar ahora un poco, sabes. Soy de Detroit, y muchos de mis contemporáneos están muy lejos. Así que tener casi 70 años ahora, y sentir que estoy trabajando duro para conseguir que la gente me conozca un poco más, no estoy muy feliz por eso, pero estoy feliz por tener la oportunidad de hacerlo.

-Pero lo bueno es que se nota que tiene un alma joven, un espíritu juvenil.

-Sí, hago lo que hago de la manera que lo haría cualquiera (risas).

-¿Es la música su principal manera de conectar con la gente o su principal herramienta para expresar sus sentimientos?

-No, es la manera en la que lo vuelco todo. Pero no tengo una especial necesidad en expresar mis sentimientos. Es sólo que cuando canto lo hago.

-Si mira a sus inicios en Atlantic Records con el single «My Man / He’s Loving Man» en 1962 ¿Qué recuerda de aquel período?

-Lo principal que sucedió fue que empecé a cantar con diecisiete años. Y ahora tengo setenta años, hace mucho tiempo, piénsalo, ahora no me importa, sino que lo principal que sucedió cuando tenía diecisiete fue simplemente ocurrió.

-¿Empezó en el góspel?

-No, no lo hice. Mi familia tenía una jukebox en el salón porque les encantaba bailar soul con temas como «Corn degrees» o «Moonshine». A esa edad tenía dieciocho meses, y conozco todo el soul de aquella época, porque todas esas canciones estaban en la jukebox. Y a mi madre le gustaban también canciones country del oeste, y a mi padre canciones blues. Y mi hermana escuchaba que era casi una adolescente lo conocido en 1946, así que escuchaba desde Roy Rodgers hasta B.B. King . Y todo lo que había entre medias.

-He leído que usted tocó con Ben E. King y Otis Redding en los inicios de su carrera ¿Es así?

- En los comienzos de mi carrera Otis Redding no era tan famoso comparado con lo que yo era. Otis Redding y yo giramos con Ben E. King . Otis Redding no era nadie y yo tampoco era nadie. Ben E. King tenía mucho trabajo y tuvimos la fortuna de estar en su primera gira con él.

- Y ¿Fue una experiencia fascinante con músicos increíbles, no?

-Fue impresionante y una gran experiencia por supuesto. Y estoy seguro que recogí frutos de ella.

-Tiene que ser un placer estar en un sello independiente como Anti, junto a artistas como Tom Waits, Calexico, Mavis Staples, Wilco o Jolie Holland ¿Se encuentra a gusto en Anti? ¿Le gustaría colaborar con artistas del sello?

-Es una compañía maravillosa. Pero no he trabajado con otros artistas del sello, excepto con Joe Henry.

-¿Está satisfecha con la producción de Joe Henry en el disco?

-Sí, me gusta el paso que ha dado con «Worthy», es lo mejor que he jamás he hecho, Joe ha estado muy próximo a la interpretación. Es posiblemente uno de los dos mejores discos que he grabado nunca.

-¿Capta la esencia de su voz, de su sonido?

- Me entiende perfectamente. Y mi voz.

-Participó en la celebración de la proclamación de Obama como presidente en 2009 ¿Qué recuerda de aquello?

-Fue algo que nunca pensé que viviría para ver. Y ciertamente el hecho de cantar en una ceremonia como esa fue envolvente. Es posiblemente lo más grande que me ha sucedido en toda mi vida. Y fue todo un orgullo estar ahí y vivir en estos tiempos del primer presidente negro.

-Ahora es el momento de una mujer presidente ¿no? (risas)

-Veremos. No parece fácil. Trump es un poco diferente. Pero es divertido verle. No creo que haya un presidente en otros países que actúe y hable como él lo hace. Pero es un reflejo de Estados Unidos, cualquier idiota lo puede hacer.

-¿Qué piensa de los nuevos talentos en la música soul contemporánea como Leon Bridges?

-Sabes, no soy especialmente una entusiasta musical, una melómana. Y no me interesa demasiado ni estoy al corriente de la mayoría de las novedades actuales. Pero en cambio me encanta el cine, la política y el fútbol americano. Pero cantar y escuchar cantantes, y estar con la música todo el día quizás haga 50 años que no lo hago (risas). No me gusta cómo se utiliza la música hoy en día, no estoy de acuerdo con el hecho de cómo cualquiera suena casi igual a otros, siempre hay gente grande que escuchar y que debes buscar. La música de hoy es como un Seven Eleven. Canciones de siete letras, once veces (risas)

-¿Es seguidora de algún equipo de fútbol americano?

-Claro, los Detroit Lions. Es muy duro ser seguidora de ellos (risas), pero igualmente soy seguidora. También me gusta el baloncesto, pero entiendo mejor el fútbol. Me gusta cuando encestan, pero no cómo construyen una jugada y demás. Y claro digo ¡qué ha ocurrido!

-¿Se siente bien acogida en Europa?

-Sí, muy bien recibida. Desde los 55 años que llevo cantando nunca imaginé que algo así me ocurriría. Nunca pensé que iría alrededor del mundo. Ni que me ocurriría nada de lo que me ha ocurrido. Así que es fascinante y sorprendente todo lo que me ha sucedido estando tan enfocada en música orientada al soul, y es halagador que gente joven me escuche y me preste atención. Y me anima a seguir. Sabes, cuando llevas años y años sin ningún éxito. Te cuesta seguir, te sientes cómo rechazado. Y el hecho de ser aceptado te hace sentirte bien por dentro. Vivía escondida en el mundo, pero nadie lo sabía (risas).

-Pero ¿qué es el éxito? En el fondo se trata de hacer lo que te gusta, vivir de ello y disfrutarlo…

-Me gusta animar a la gente a hacer eso. Mucha gente que hacía discos en 1963, y que no han hecho nada después, me dicen «¡qué suerte!». No es verdad, nunca paré de hacer cosas, hice todo lo que quería. Nunca paré de hacer eso. Y por eso me llamaron a mí y no a alguien que lo había dejado en 1962.