Laetitia Sadier: «La belleza del arte está en que puedes hacer lo que te dé la gana»

Se trata de la cantante de Stereolab, emblemático grupo que empezó su carrera a principios de los años 90 y que dejó profunda huella con una personalísima forma de entender la electrónica. Además, ha colaborado con bandas como Blur, Luna, High Llamas y Mouse On Mars.

Las coordenadas del álbum que nos muestra en directo se encuentran en esa vaporosa sonoridad que va en busca de la belleza a través de diversas influencias (jazz, tropical, pop, electrónica, psicodelia) y con un contenido de compromiso político. Y tiene anécdota incluida: tuvo su inspiración primera en el recogimiento de una iglesia de Zamora.

—¿Resulta tan complicado vivir un momento de silencio que, cuando lo sentimos, es algo que impacta?

—No es tanto que sea complicado, si no que son ocasiones poco comunes. El silencio se está convirtiendo en algo cada vez más raro en este planeta. Tienes que irte a lugares remotos para encontrar el silencio, e incluso ahí puede que te interrumpa el sonido de un avión o algo parecido para interrumpir esa maravillosa experiencia,

—¿Cómo fue esa historia que viviste en la iglesia de Zamora?

—Cuento la historia de lo que ocurrió en la iglesia de Zamora con gran detalle en el disco. La última canción , una recreación del episodio de Zamora pero en una iglesia de Francia, explica cómo por primera vez en mi vida consciente me encontré con un momento puro de silencio que reveló una profunda resonancia interior con el pasado, presente y futuro, con todos las cosas vivas y como somos una gran cadena de ADN que nos conecta a todos. Esto iluminó la idea de que deberíamos conocernos y confiar en nosotros mismos para avanzar hacia la luz de la consciencia y lejos de la oscuridad del miedo que ya no nos sirve. Uno puede decir que fue una epifanía lo que dicto el título de lo que iba a ser mi nuevo álbum «Silencio».

—¿Cómo llegaste hasta esa iglesia? No van muchos visitantes por allí...

—Mis amigos de Born Music me consiguieron un bolo en un precioso teatrito. Desgraciadamente, Zamora ya no está incluida en la próxima gira de marzo. Visitaré España con mi trío.

—¿Tiene que ver ese ruido con la indignación por el sistema que rige la sociedad occidental?

—Sí, por supuesto. El ruido de la producción excesiva y el consumismo es ensordecedor. No me importa ser bombardeada con informaciones y cosas, pero muchas son agresiones innecesarias a los sentidos y usan un espacio que podría ser utilizado para un florecimiento positivo, para promover la cooperación y una energía más amorosa entre la gente.

—¿Resulta complicado para un artista hablar de temas de actualidad? Quiero decir si ello suscita críticas tanto entre los que no están de acuerdo y los que piensan que un cantante o artista debe limitarse a lo suyo y no opinar.

—¿Tú crees que un artista debería limitarse a cantar y no dar su opinión? No, y eso es lo que ocurre con la mayoría de la gente que conozco, están de acuerdo con mis puntos de vista sobre la actualidad. La persona rara no, pero todos tenemos derecho a estar en desacuerdo en ciertas maneras de ver el mundo. Sin embargo, cada vez más y más gente siente que el sistema los está utilizando y no sirviendo, y es en este sistema en el que cada vez tienes menos oportunidades de alcanzar riquezas si no las tienes ya. Siempre es la misma gente la que acumula la riqueza en detrimento de la mayoría que cada vez tiene menos.

—De todas formas, siempre has tenido una visión crítica de la actualidad, pero da la sensación de que la música nunca ha estado supeditada al mensaje.

—La música es una forma de expresión, y a mí me gusta expresar una variedad de puntos sobre lo que es ser humano, estar vivo aquí y en este momento. Y esa es la belleza y la fuerza del arte: que puedes hacer ¡LO QUE TE DE LA GANA! No hay reglas si no las quieres. O puedes inventarte unas nuevas si quieres retar a lo antiguo. Eres LIBRE. Puedes hacer una canción que tiene una letra de enfado dentro de una melodía pop si quieres, y puedes gritar una delicada letra de amor… Si es lo que deseas.

—¿Resultó complicado iniciar una etapa en solitario dejando atrás una banda que ha tenido tanto peso como Stereolab?

—No, no fue complicado, de hecho todo ocurrió de manera muy natural. Hasta ahora la experiencia me ha llevado a muchos lugares en los que no había estado nunca antes, me ha hecho conocer a mucha gente y amigos, escribir y grabar dos discos… No lo esperaba después de la disolución de Stereolab, pero la gente me pedía por Facebook que fuera a tocar a Bélgica, Grecia, Polonia, Macedonia, Alemania, Portugal, Sudamérica -la cual he visitado otra vez estas semana con la banda- por nombrar unos cuantos sitios… ¡La aventura continúa! Y es maravillosa.