Antonio Machado y el misterio de la periodista «borrada»
Rosario del Olmo fue recortada de la célebre foto que realizó Alfonso en 1933 para una entrevista en «La Libertad»
María Jesús García Pérez
En el último libro publicado por Andrés Trapiello, «Madrid», el escritor, conocedor de muchas de las mejores anécdotas de la capital, nos cuenta que en uno de sus habituales recorridos por el Rastro encontró una fotografía que le sorprendió. Se trataba del famoso ... retrato de Antonio Machado realizado por el fotógrafo Alfonso que todos conocemos de nuestros libros del colegio pero con un marco ampliado, como si la foto se hubiera visto siempre recortada. En ella se veía a una mujer muy sonriente sentada al lado del poeta. Trapiello quiso averiguar algo más sobre la misteriosa mujer que le acompañaba, supo su nombre y la razón por la que se encontraba allí y la menciona en su libro. Pero concluye: «Nadie se acuerda ya de ella. Todo se olvida» .
Se llamaba Rosario del Olmo Almenta y era periodista y escritora. Contaba tan solo con 29 años cuando ese frío día del 8 diciembre de 1933 se reunió con Antonio Machado en el antiguo Café de las Salesas para hacerle una entrevista por encargo del diario «La Libertad» en el que colaboraba. Fue publicada un mes después, el 12 de enero del año siguiente, con el título «Deberes del arte en el momento actual» y en ella el escritor desvelaba sus consideraciones sobre la función del arte. La pieza se ilustró con la imagen de ambos, pero nunca volvió a a reproducirse así. Rosario del Olmo, como tantas otras brillantes mujeres de esa época fue suprimida, borrada de la historia por sus ideas políticas. Nos las quitaron hasta de las fotos.
De origen humilde pero con gran curiosidad intelectual, Rosario pronto se vio inclinada hacia la vida literaria y artística. Comenzó a escribir pequeñas crónicas de viajes y relatos de ficción que publicaría en revistas como «La Esfera», «Nuevo Mundo» y «Blanco y Negro» . También firmó pequeños reportajes sobre sucesos culturales en el diario «El Heraldo» de Madrid. Pero fue a partir de 1930 y con la proclamación de la II República cuando la periodista da un giro a sus intereses divulgativos y sus textos se posicionan hacia la defensa de ideales comunistas que publicaría asiduamente en el diario «La Libertad». Cercana al PCE, participó en numerosas campañas de apoyo a luchas sociales.
Rosa Chacel y María Teresa León
También perteneció a la Alianza de Escritores Revolucionarios y fue una de las primeras socias del Ateneo, en cuya biblioteca solía pasar el día. Allí conoció a Rosa Chacel y Mª Teresa León con las que mantuvo una gran amistad. En esos círculos también pudo conocer a Antonio Machado, ambos coincidieron en algunas publicaciones («La Linea», «Octubre»), pero hubo algo más que los relacionaba. En 1932 su hermana Angela del Olmo, que era actriz y con la que también compartía sus inquietudes y compromisos políticos, actuó en la obra que estrenaron los hermanos Machado en el Teatro Español «La duquesa de Benamejí» , junto a Margarita Xirgú. Seguramente, un año después, el escritor no pudo negarse a su llamada, a pesar de reconocer en numerosas ocasiones que no le gustaban nada las entrevistas.
Durante la Guerra Civil Rosario del Olmo es nombrada jefa de Prensa Extranjera del Ministerio de Estado en sustitución de Arturo Barea y se mantuvo en ese cargo hasta el final de la contienda. También firmó en publicaciones republicanas como «El Mono Azul», «Crónica de la Guerra Civil» y «Mundo Obrero» y fue delegada en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura que se celebró en julio de 1937.
Terminada la guerra fue detenida por su relación con la Alianza de Intelectuales Antifascistas, pasó tres años de prisión provisional en la cárcel de Las Ventas y finalmente fue condenada a doce años y un día por auxilio a la rebelión. Durante los años 40 ayudó en la reorganización del PCE madrileño con labores de solidaridad en el Socorro Rojo, pero a partir de ahí se pierde su pista. Solo sabemos que tuvo una larga vida (murió en el año 2000, con 96 años) y que se llevó con ella sus recuerdos y probablemente muchos secretos que ya nunca conoceremos. Pocos meses antes de su detención pronunció una conferencia sobre periodismo en el Madrid de la época, que tituló «El cuarto poder» . ABC publicaba la reseña afirmando que «sus palabras se cerraron con una gran ovación».
¿Qué pensaría Rosario cada vez que viera la fotografía del escritor? ¿Le contaría a alguien su historia?
La próxima vez que vean la foto de Antonio Machado en un libro, fíjense en la esquina derecha, justo donde termina la pesada mesa de mármol y verán una pequeña mano asomando. Es la mano de Rosario del Olmo, a la que nos hemos agarrado con fuerza para rescatarla de la injusta losa del olvido.
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