Tomates bío

La voz griega bíos dio 'vida' a numerosos compuestos cultos (biosfera, biotipo, microbio…). Durante décadas aportó resonancias positivas a los términos que la incluían (bioética, biofísica, biomasa, biónica, biolingüística): «Si no eres bio- no eres nadie», decíamos con sorna.

'Bío'- y otros prefijos ('trans-', 'cis-', 'extra-', 'super-', 'tecno-', 'retro-', 'homo-', 'hetero-'…) se emanciparon para situarse libres tras un nombre ('tomates bío', 'personas trans', 'moda retro'). Se sumaron a un singular grupo, distinto de otros tipos de aposiciones especificativas (los que tienen como modelos a 'rey monje', 'actor prodigio', 'el pintor Goya', 'la palabra no', 'mi tío Pepe'…).

En este conjunto hallamos no solo raíces, sino también voces extranjeras ('lencería vintage', 'comida kosher', 'música country', 'personas zoomer'…), términos relacionados con la ciencia y la cultura ('galaxia cíber', 'casa okupa', 'página web'…), siglas ('movimiento LGTBI', 'estilo LAAB'), nombres propios ('método Kakebo') e incluso letras ('rayos X', 'generación Z').

Su segundo miembro es invariable ('impresoras láser', 'páginas web'…), se halla inmediatamente pospuesto ('estilo vintage', 'cine indie'…), no admite modificadores ('*cómic muy manga') y efectúa una clasificación ('la vacuna covid' es «un tipo de» de vacuna).

La multiplicación de estas construcciones se relaciona frecuentemente con la inversión de una estructura inglesa ('Fosbury flop > salto Fosbury', 'X-rays > rayos X'). En algún caso, el calco evidencia el origen: se ha extendido 'K-pop', en lugar de 'pop K'.

¿Sustantivos o adjetivos? Nada hay en su forma invariable que responda a esta pregunta. Establecen clases, como los adjetivos relacionales (escalera mecánica); pero muchos ya eran nombres (incluso nombres propios) antes de la unión. Y otros, también los que eran simples prefijos, pueden llevar calificativos. Tres vidas tiene 'bio': elemento prefijal ('biografía'), apuesto («tomates bío») y núcleo nominal: «Son falsos bío». Palabras de mi Ségolène.