'Te estoy amando locamente' o la valentía de una madre en tiempos comprometidos
La película de Alejandro Marín se estrena en cines y relata con emoción los inicios del movimiento LGTBI en Andalucía
Crítica de 'Te estoy amando locamente': La Transición por sevillanas LGTBI
Clara Mollá Pagán
Madrid
Muchos de los derechos sobre los que se asienta la sociedad están construidos bajo el sufrimiento de muchos que hace un tiempo sufrieron la tiranía y el maltrato de otros. Parece que el cine ha cogido el gusto por estas historias y hay quien las ... enfrenta desde la crudeza y otros, como Alejandro Marín, desde la esperanza. Llega a los cines 'Te estoy amando locamente', una película planteada en el 77, un año en el que la homosexualidad era delito, con Reme, una madre tradicional movida por el amor de su hijo y un adolescente aspirante a artista, que se involucrará en el movimiento LGTBI andaluz. «Tiene color, vida y es esperanzadora. Te hace pensar porque habla de los derechos que tenemos a día de hoy. Que hubo gente que se dejó por el camino mucho, desde la vida, la libertad, hasta los sueños, para conseguir lo que tenemos», asegura Ana Wagener.
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Si bien es cierto que la película muestra una realidad árida y algo hostil en la sociedad española, todo se retrata a través del humor. «Deja muy buen sabor de boca y es para todos los públicos, Incluso para la gente que en principio no tiene una ideología para decidir a la nuestra. Es muy transversal y está contada de un lugar que es súper accesible», reconoce Alba Flores. La película baila entre la emoción y la diversión. Habla sobre el amor entre una madre y un hijo en unas circunstancias muy concretas. «Llega a todo el mundo porque de alguna manera u otra todos hemos pasado por eso», asegura Wagener.
Wagener interpreta a Remy, una mujer del 77 en Sevilla, viuda, con su hijo Miguel que está bajo su responsabilidad. Ella ya le ha marcado el camino que debe hacer su hijo, que es el que cree que le va a hacer feliz, le dará un buen porvenir, pero Miguel se sale de su melodía y es ahí cuando empiezan los problemas. «El mayor miedo de Remy que tiene es la mirada del mundo hacia su hijo, entonces se pone el amor por Montera, nunca mejor dicho, y se da cuenta que a la hora de ayudar a su hijo las personas que le van a responder realmente son las que ella ha prejuzgado», afirma Wagener.
«Mi personaje es un homenaje a muchas personas que aprendieron a luchar y a vivir en vivo y en directo cómo llevar a cabo eso de la libertad sexual», asegura Flores. La actriz interpreta a una de las mujeres que ayuda a Miguel a salir adelante y a perseguir su sueño de ser cantante. «Aprende a luchar como colectivo y a unir diferentes diferentes personas en una misma lucha y creo que incluso a personas que en principio, como Reme, no piensan igual», asegura.
«Me costó entender mucho a Reme y los comportamientos que llevaba dentro. En aquella época había muchas cosas que no se hablaban por miedo, pero Reme es una madre universal. Se mueve por el amor y eso no tiene época. Me peleé un poco con esa mujer para poderla llegar a entender y encarnarla», asegura Wagener. Interpretar el personaje en una época tan concreta fue también un reto para Alba Flores. «Vivo rodeada de personas que ya tenemos una terminología para hablar de todo esto y lo vemos como algo mucho más cotidiano, pero en aquella época no era así. Interpretar la valentía de colgar unos papeles en la calle en un momento donde se jugaban la vida ha sido un reto». Para ambas este proyecto puede traspasar las pantallas e ir más allá del cine, como les ha ocurrido. «Sabía que este proyecto iba a ser especial y no un trabajo más. Ha sido transformador, de esas cosas que pasan a ser experiencias en la vida, que vale, más allá del trabajo, y que toca con algo que a mí me importa personalmente», asegura Wagener.
La película recuerda tiempos que muchos no conocen y para Ana Wagener es una oportunidad: «Es una película ideal para los tiempos de ahora, para que la gente que no ha vivido todo esto conozca lo que ocurrió y cómo ha costado llegar hasta aquí. Ojalá tenga un poder de transformación y sea un arma social que haga reflexionar a la gente». Para Flores, esta película está dentro de un movimiento cultural en el que se pueden hacer películas con puntos de vista que hasta ahora estaban silenciados. «Creo que hay muchas cosas que se están poniendo en juego con respecto a los avances y posibles retrocesos», indica.
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