'The Fly', de Superflex en la galería Albarran Bourdais: Imaginar el desastre

También han promovido iniciativas educativas como 'Guaraná Power' (2003): en respuesta al monopolio de una multinacional, formaron a un grupo de agricultores brasileños en la producción de refrescos, que luego promovieron en galerías y bienales de arte.

No obstante, su trabajo no se limita a formatos exclusivamente participativos y activistas, lo que –como observa Claire Bishop– implicaría un tipo de arte que solo podría valorarse en función de si propone buenos o malos modelos de colaboración. Para Superflex, las imágenes son herramientas poderosas para generar debates que trascienden el sistema artístico y alcanzan el ámbito social. El colectivo nunca ha descuidado la dimensión estética de sus propuestas, que a veces recurren a la apropiación o copia (lo cual les ha generado problemas legales) y suelen concretarse en diseños limpios de estructuras minimalistas.

Esta dimensión objetual es la que despliegan en 'The Fly', su primera monográfica en Madrid, en la galería Albarrán Bourdais. Si en etapas anteriores abordaban temas como la corrupción o la distribución laboral, en los últimos años su enfoque se ha centrado en problemáticas medioambientales. En esta muestra conviven obras inéditas, como las moscas dispuestas en la pared en un inquietante orden geométrico, junto a series ya conocidas.

En 'Power Toilet Death Masks', especulan sobre un futuro en el que los objetos cotidianos se transforman en restos arqueológicos, como los moldes de inodoros usados en la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático. En 'As Close as We Get', presentan modelos de diseño urbano que, frente al aumento del nivel del mar, integran recursos para la habitabilidad marina.

Las obras comparten la estrategia de imaginar el futuro como una forma de ofrecer una comprensión distinta del presente. En el vídeo 'Flooded McDonald's' (2009), la metáfora se desvanece, mostrando con descarnada literalidad la inundación del restaurante.

Superflex no se limita a un ambientalismo superficial, sino que señala directamente al sistema que considera responsable. Al tiempo, deja fuera factores que hoy se revelan cruciales, como la incompetencia de nuestros dirigentes.

La catástrofe ya está aquí y, aunque podría parecer que la crítica artística pierde fuerza ante una realidad que la supera, el ritmo lento e hipnótico de este vídeo nos sitúa, frente al ruido mediático actual, en un espacio reflexivo de resistencia.