Una 'nit' y un montón de 'dies' en Palma de Mallorca

Y también en el mercado del arte. Tan solo en la isla hay alrededor de cuarenta galerías de arte abiertas al público, de las cuales catorce forman parte de la asociación de galeristas llamada Art Palma Contemporani,promotora de la Nit de l'Art, un encuentro anual en el que todas las galerías y varios espacios institucionales abren al público durante una noche de septiembre para inaugurar la temporada de exposiciones. Pero se trata también de una fiesta ciudadana de la cultura, que el mallorquín acoge con entusiasmo, a juzgar por la afluencia masiva de visitantes.

El alcalde de Mallorca dijo en su discurso inaugural que se quiere apostar por el arte contemporáneo dentro de la candidatura de Palma a Capital Europea de la Cultura 2031. Pero es que, a juzgar por la calidad y la internacionalidad de las galerías participantes, Palma ya es de facto capital europea de la cultura.

Además de los coleccionistas de origen español, en la isla residen unos veinte mil ingleses y otros veinte mil alemanes, que también se interesan por el mundo de la cultura y del arte contemporáneos. De hecho, más que el catalán en el que nos habló el alcalde, el idioma oficial de la isla –y desde luego el idioma oficial del mundo del arte– parece que es el inglés, en el que nos entendemos con los artistas y coleccionistas alemanes, daneses, noruegos e italianos.

Aparte del éxito de público, lo más reseñable de esta noche mallorquina del arte son las excelentes exposiciones presentadas, tanto en los espacios privados de las galerías, como en los museos y las instituciones colaboradoras. No resulta fácil hacer de entre tan abundante oferta una selección de lo más reseñable. Algunas galerías tienen propuestas puntuales interesantes. Como Xavier Fiol, que presenta obras muy seductoras de Avelino Sala o de Elena Bajo. O como Pep Llabrés, que expone una bella y lírica colaboración entre el pintor Rubén Rodrigo y la poeta Carmen Rotger. O como los maravillosos lienzos de Anselm Kiefer que es posible contemplar en la galería Kewenig. También el interesante archivo documental sobre la obra del añorado Felipe Ehrenberg, en la galería Baró.

Pero hay otras galerías que nos impactan por el proyecto expositivo. Especialmente me gustaría destacar las propuestas de la galería Fermay, con un proyecto centrado en tres magníficos escultores: Elisa Braem, ceramista, Edward Lipski, con piezas táctiles de extraña apariencia, y Damaris Pan, interesada por las relaciones entre la escultura y la arquitectura.

Muy interesante también la propuesta de la galería Florit/Florit, con obras de dos artistas enigmáticos y sorprendentes: el joven italiano, residente en Viena, Rafael Pohl; o el inquietante artista gaditano Fermín Jiménez Landa.

Además, en la Nit de l'Art participan instituciones públicas que hacen también interesantes apuestas por el arte contemporáneo. Así, por ejemplo, en la Fundación Miró, llamaba la atención la instalación de Grip Face de esculturas suspendidas en columpios, como crítica a la pasividad europea ante las guerras.

El Casal Solleric presentaba por su parte una inteligente meditación de Pelayo Varela sobre el porvenir del arte. Mientras que, de entre todas las propuestas ofrecidas en La Misericordia, me gustaría destacar especialmente la del artista mexicano Erick Beltrán, presentada por la galería Maior de Pollensa. En Es Baluard, a parte de la soberbia exposición de Joan Miró ya reseñada en estas páginas, hay que resaltar el trabajo de la virtuosa ceramista Elisa Braem, con espectaculares esculturas en barro cocido.

Pero además de la ciudad de Palma, muchos otros espacios culturales se suman al evento, a lo largo y ancho de la isla. Es el caso, por ejemplo, del sorprendente Centro Cultural de Andratx, con su programa de residencias para artistas y sus gigantescas salas de exposiciones. Allí nos llamó poderosamente la atención la exhibición de un artista danés llamado Kasper Eistrup, cuyo lenguaje plástico, centrado en el 'collage', alcanza el virtuosismo.

Por su parte, en Pollensa, vale la pena destacar la exposición 'La voluntad del papel', con motivo de los treinta y cinco años de la galería Maior. Allí exponía Pilar Albarracín; así como el trabajo llevado a cabo por la asociación Coster Art i Natura, promovida por el artista Amador Magraner, con excelentes intervenciones escultóricas de artistas de la talla de Eva Lootz, Susana Solano o Katinka Bock.